A. Muñoz Molina, "La dama y el unicornio"

 

"Los gatos y los unicornios son los dos animales más hermosos que haya inventado nunca la literatura. De los unicornios, tenues criaturas albinas, se conoce su invencible propensión a la melancolía y una timidez que algunas veces termina por volverlos invisibles, de tal modo que andan siempre huyendo de la mirada de los hombres y sólo se acercan apaciblemente, y aun se dejan acariciar, por las muchachas núbiles.

Robinson me ha dicho que en la lejanía de algunos atardeceres granadinos puede verse a veces galopar a un unicornio cuyo pelo blanco se confunde con la niebla de la tarde, y que no se parece en nada a esa cabra lamentable que un periódico reciente ha querido hacernos pasar por unicornio. Sé que Apolodoro guarda en la alacena más secreta de su casa un vaso hecho con el cuerno de tan melancólico animal, que tiene la virtud, según los bestiarios antiguos y la muy docta enciclopedia Espasa, de ser un antídoto infalible contra cualquier veneno que se vierta en él. De los unicornios, en suma, se sabe que son tímidos, que no existen, que algunas veces tienen crines escarlata.

De los gatos no se sabe prácticamente nada. En las tumbas egipcias hay gatos de bronce que han permanecido inmóviles durante tres mil años, como parados en medio del otro mundo, y parecen a punto de despertar de su sueño para deslizarse entre los sarcófagos y la sombra, pero su presencia no es menos remota para nosotros que la de cualquier gato que nos mire fijamente en una esquina de la noche. Gatos inquietantes deambulan por las mejores páginas de la literatura, rozándose entre sí sin advertirse nunca, como los gatos innumerables que al anochecer se adueñan de los laberintos y ruinas del Coliseo de Roma, ruedo lunar donde parecen haberse congregado todos los gatos de este mundo, desde el gato negro de Edgar Allan Poe y los gatos golfos de los sonetos de Alberti hasta el gato doctoral de Julio Cortázar, que se llama Theodor W. Adorno y debe ser pariente lejano de un gato de porcelana que tiene Apolodoro como única compañía y que responde al peregrino nombre de Lao-Tse".



 
















Carta de Frida Kahlo a Diego Rivera


 Carta de Frida Kahlo a Diego Rivera

Escribo esto desde el cuarto de un hospital y en la antesala del quirófano. Intentan apresurarme pero yo estoy resuelta a terminar ésta carta, no quiero dejar nada a medias y menos ahora que sé lo que planean, quieren herirme el orgullo cortándome una pata... Cuando me dijeron que habrían de amputarme la pierna no me afectó como todos creían, NO, yo ya era una mujer incompleta cuando le perdí, otra vez, por enésima vez quizás y aun así sobreviví.
No me aterra el dolor y lo sabes, es casi una condición inmanente a mi ser, aunque sí te confieso que sufrí, y sufrí mucho, la vez, todas las veces que me pusiste el cuerno...no sólo con mi hermana sino con otras tantas mujeres...¿Cómo cayeron en tus enredos? Tú piensas que me encabroné por lo de Cristina pero hoy he de confesarte que no fue por ella, fue por ti y por mí, primero por mí porque nunca he podido entender ¿qué buscabas, qué buscas, qué te dan y qué te dieron ellas que yo no te di? Porque no nos hagamos pendejos Diego, yo todo lo humanamente posible te lo di y lo sabemos, ahora bien, cómo carajos le haces para conquistar a tanta mujer si estás tan feo hijo de la chingada...
Bueno el motivo de esta carta no es para reprocharte más de lo que ya nos hemos reprochado en esta y quién sabe cuántas pinches vidas más, es sólo que van a cortarme una pierna (al fin se salió con la suya la condenada)... Te dije que yo ya me hacía incompleta de tiempo atrás, pero ¿qué puta necesidad de que la gente lo supiera? Y ahora ya ves, mi fragmentación estará a la vista de todos, de ti... Por eso antes que te vayan con el chisme te lo digo yo "personalmente", disculpa que no me pare en tu casa para decírtelo de frente pero en éstas instancias y condiciones ya no me han dejado salir de la habitación ni para ir al baño. No pretendo causarte lástima, a ti ni a nadie, tampoco quiero que te sientas culpable de nada, te escribo para decirte que te libero de mí, vamos, te "amputo" de mí, sé feliz y no me busques jamás. No quiero volver a saber de ti ni que tú sepas de mí, si de algo quiero tener el gusto antes de morir es de no volver a ver tu horrible y bastarda cara de malnacido rondar por mi jardín.
Es todo, ya puedo ir tranquila a que me mochen en paz.
Se despide quien le ama con vehemente locura,
Su Frida

















MARWAN

 




Louise Glück


 "En el metro con mi librito

como para protegerme

de este mismo mundo:

no estás sola

decía el poema

en el túnel oscuro".

 




 














MARIO BENEDETTI

 




FINAL PARA UN CUENTO FANTÁSTICO - I.A. Ireland -

 

-¡Que extraño! -dijo la muchacha avanzando cautelosamente-. ¡Qué puerta más pesada!
La tocó, al hablar, y se cerró de pronto, con un golpe.
-¡Dios mío! -dijo el hombre-. Me parece que no tiene picaporte del lado de adentro. ¡Cómo, nos han encerrado a los dos!
-A los dos no. A uno solo -dijo la muchacha.
Pasó a través de la puerta y desapareció.


 





















ÁNGEL GONZÁLEZ

 




SI SUPIERAS LO QUE A VECES…( Pilar Blanco Díaz)

 

Si supieras lo que a veces
me cuesta respirar-garganta a la deriva-
remontando el abismo líquido de las aguas;
si supieras
del ansia de no hundirse,
la lucha permanente del cuerpo braceando
por mantener el ritmo de la respiración,
por desoír la dulce llamada de lo oscuro
-sirenas escondidas acechando mi sangre,
conduciendo hasta el fondo la lava de mis venas,
queriendo convertirla en maraña
de líquenes y erizos,
si supieras…
El peso del cuerpo oprime los pulmones,
el roce de la vida araña hasta la encía,
el goteo el alma desangra todo empuje,
todo sueño gastado,
toda alba de futuro presentida; y más…
ay, si supieras
que vivo a flor de agua, y no se cómo,
y ya no se nadar
ni mantenerme.
























María García Zambrano

 

Olor a madrugada
Anduve haciendo viruta
con la madera de tu espalda
y al ver que no eras tú
amanecí
en el año del silencio.
Boca cerrada.
Me mordí los dientes y no brotó
la saliva de tus labios.
Es difícil no tener la tentación de embarcarse
en el crucero nocturno que ofreces.
Me contengo y enloquezco:
los barbitúricos se los doy al pájaro
me acuesto con la alfombra
me como tus camisas.
Una sombra ausente ha despertado.
Olía a madrugada.
Detrás de esa sombra estaba
todo el silencio posible.
Este valle tiene alas,
que aparecen en fragmentos.
A temperatura normal me desdoblo:
medio poeta medio ministra
pero siempre dividida por tu cuerpo.






















LA VIDA...

 

"La vida no es una línea recta,

                      pero tampoco es un laberinto sin salida.

                          La vida...

                     simplemente ¡es!. 

Y punto".





















 

José Luis Sampedro

 

"El tiempo no es oro, el tiempo es vida".



 


















¿PORQUÉ?

 

A mi me gustaría saber porqué habiendo nacido mirando al océano Atlántico y de cara y sin filtros...ahora, me toca estar viviendo a orillas del mar Mediterráneo. Sin despreciar al mar Mediterráneo (nada más lejos de mi intención)...pero es que mi problema (entre otros muchos) es que añoro el Atlántico por todas mis células y poros. Disfruto con el Mediterráneo...pero hay algo dentro de mi...que me hace sentirme foráneo y forastero. No es mi Atlántico con su mar embravecido, con sus grandes olas espumosas, con sus inmensas mareas vivas, muertas y neutras. Es un mar y lo adoro...pero lo que me hace temblar de estremecimiento, es mi querido Atlántico. Volveré a él, sé que volveré a él y volveré a mojarme los pies sobre su arena tersa y húmeda, mientras me inundan los olores de la marea baja...que casi me hacen entrar en trance.


















MILAN KUNDERA

 




PADRE

 

Padre, te cuento...
Aquí, en donde ahora vivo
amanece más temprano
como hora y media antes
y hace falta recordarte
que en nuestra tierra gallega
la primera maravilla del mundo
son nuestras puestas de sol...
Pero padre, por aquí nace el sol
el espectáculo es el amanecer
y recuerdo como disfrutabas del atardecer sobre las islas Cíes
y como vendías patria y orgullo sobre tu entorno...,
pues yo te digo padre
que si llegaras a estar aquí,
al extremo más este de éste viejo y desdentado país,
estarías sentado todos los días en el balcón
y para ver como es el parto del sol.
Ves,
pocas veces te lo dije,
(pocas veces hemos hablado con el corazón en la mano)
pero de vez en cuando me suelto
y tengo que sacar bandera y causa por ti
y es que a veces cuando veo salir el sol,
me acuerdo de ti
y de como estarías disfrutando de estos amaneceres
de oro y miel.




















LA PUNTA DE UN ICEBERG

 Ahora todo es más difícil los reflejos van pidiendo un descanso los tendones se relajan y contraen menos y peor que antes la vista pide aux...