
Pero no es así y lo único que me tranquiliza es que sé porqué estoy así y es fácil de suponer que es por volver al curre. Ya llevaba dos días extraños, como dicen las tías, con esas sensación de que me va a venir la regla o sea, me encontraba raro y extraño y sólo era eso, el preludio antes de la guardia. ¿Guardia?, os sonará raro, pero éste curre tiene su propio lenguaje maquiavélico: guardia, base, catástrofe, equipos de rescate, hora de llegada, hora de salida, M de may y W de wisky, aparte de toda la terminología propiamente médica. Bueno pero a todo te acostumbras y funcionas como un pequeño ejército y tengo hora para todo: hora de dar la entrada, hora del aviso, hora de activación, hora de llegada al caso, hora de salida hacia el hospital y hora de entrega del paciente y todo va con códigos internacionales. Suena a cuadriculado, pero es necesario, bueno lo es, si quieres ser un servicio eficiente y pragmático. Además no hay dudas a nivel de funcionamiento, el médico da las órdenes y se trabaja sobre ellas y después del servicio, ya se hablará si metió o no la pata o si la metió, otro miembro del equipo. Y éste es mi curre y ahora, sólo me quedan 11 horas, para salir como un cohete por la misma puerta por la que entré esta mañana.