DÍA 20 DE OCTUBRE

Y hoy es domingo día 20 de Octubre  y es mi primer día de curre, ya se acabaron mis vacaciones. No pensé que me costaría tanto volver al tajo, pero bueno, ahora ya son las 7 y media de la tarde y después de 12 horas, creo que ya me he acostumbrado. Éste no es mi sitio de escribir y echo tanto de menos mi mesa de estudio, que las palabras no me salen. Y ahora que el Rajoy y compañía, están anunciando a bombo y platillo, que ellos ya ven la luz del final del túnel, voy yo y me encuentro triste y esa luz tan deseada me la estoy perdiendo. Bueno uno se encuentra, como se encuentra y no se puede escoger el estado del ánimo, si fuera así, todos los días estaría contento.

Pero no es así y lo único que me tranquiliza es que sé porqué estoy así y es fácil de suponer que es por volver al curre. Ya llevaba dos días extraños, como dicen las tías, con esas sensación de que me va a venir la regla o sea, me encontraba raro y extraño y sólo  era eso, el preludio antes de la guardia. ¿Guardia?, os sonará raro, pero éste curre tiene su propio lenguaje maquiavélico: guardia, base, catástrofe, equipos de rescate, hora de llegada, hora de salida, M de may y W de wisky, aparte de toda la terminología propiamente médica. Bueno pero a todo te acostumbras y funcionas como un pequeño ejército y tengo hora para todo: hora de dar la entrada, hora del aviso, hora de activación, hora de llegada al caso, hora de salida hacia el hospital y hora de entrega del paciente y todo va con códigos internacionales. Suena a cuadriculado, pero es necesario, bueno lo es, si quieres ser un servicio eficiente y pragmático. Además no hay dudas a nivel de funcionamiento, el médico da las órdenes y se trabaja sobre ellas y después del servicio, ya se hablará si metió o no la pata o si la metió, otro miembro del equipo. Y éste es mi curre y ahora, sólo me quedan 11 horas, para salir como un cohete por la misma puerta por la que entré esta mañana.

AUSENCIAS (Poema)

Ausencias, ausencias,
ausencias son las mías,
las que yo no recuerdo y siempre sufro,
las que me hacen daño,
y son mis ausencias,
y son las que duelen por dentro,
y las que no cicatrizan,
y  también son,  mis crisis,
mis crisis de ausencia, mis crisis de ausencia maldita.

Ausencia para que existes,
y en que día empezó tú existencia,
y si un día apareciste, 
y apareciste como una virgen bendita,
y es qué, te pudiste ir,
e irte por donde viniste,
y no así, dejando tras de ti,
 la estela de tú presencia demoníaca.

Ausencia, ausencia,
ausencia viajera del tiempo,
ausencia siempre escondida,
ausencia polizonte de un barco más que hundido,
y desde el día en que te inyeté en mis venas,
recorres todos mis resquicios,
y es que no me dejas respirar,
ni tragar, ni tan siquiera pensar,
todo lo ocupas con tú silencio mudo,
y el poco espacio que me dejas,
es para mantenerme a tú lado.

Ausencia, ausencia,
 déjame en paz, ausencia,
maldito sea el día en te conocí,
y no me tortures más, ausencia,
ni me dejes en una de tus lagunas,
déjame en paz, ausencia,
y por favor,
 por favor, olvídate de mi existencia.

SI VOLVIERA A VERTE (Poema)

Si volviera a verte,
 no sé muy bien lo que haría.
Quizá, me quedaría callado
y fundiría mi cuerpo con el tuyo,
y en un abrazo mudo,
un abrazo sin palabras, sin reproches,
 y así, en ese silencio de la nada,
más tarde,
 no volveríamos a decir adiós,
 pero ésta vez,
sería un adiós sin palabras.

Si volviera a verte, quizá,
te inundaría de caricias,
 y te colmaría de deseos,
o te contaría, un cuento de hadas,
 donde yo sería el príncipe encantado,
y tú la reina de los mares.

Si volviera a verte,
quizá, apoyaría mi cabeza en tú regazo,
y me dejaría arrullar con  tus cantos de sirena,
después y mientras tanto,
 te hablaría del cielo y de sus estrellas,
 y de la vida que hay en ellas,
y al final, cerraríamos los ojos,
y sólo escucharíamos,
los bellos sonidos de la noche.

Si volviera a verte,
quizá, te llevaría de viaje a otros mundos,
  a Júpiter, a Saturno,
incluso a Neptuno, ¿quién sabe?,
pero lejos, muy lejos,
tanto o más allá de lo que vemos,
para así comenzar de nuevo,
lo que no fue y lo que pudo ser,
lo que no fue en aquél instante,
y lo que ahora, sigue siendo
incierto.

DESPUÉS, SIEMPRE DESPUÉS (Poema)

Después, siempre después,
después de qué y porqué no ahora,
después de que el tiempo pase,
o que el mundo cambie de órbita,
después de comer o mejor por la noche,
o dejarlo para después o para el día siguiente.

Después, siempre después,
nunca antes, ni en éste preciso momento,
después de que la luna se acueste,
o después de que tú te vayas,
pero que sea después,
¿después de qué?,
acaso, yo espero algo,
o algo más de lo que espero,
o espero en realidad,
a que sólo tú te vayas.

Después de que cante el gallo,
y a que suenen las campanas,
o quedamos para comer
y después hablamos,
pero que sea después...
después y no antes.

Después de dormir la siesta,
o después de que el cielo
extienda su manto estrellado,
después, siempre después,
y porque no ahora,
y decirte, sin más,
que la savia que nos alimentaba,
y que nos colmaba de amor y vida,
ha desaparecido,
y se fue y sin decir ni adiós,
se fue después, siempre después.

MI PRIMO Y SU PIARA

           Tuve y por desgracia lo sigo teniendo, a un primo carnal (como se decía antes), que quería hacerse con un negocio de una granja de cerdos. No pasa nada, es un negocio tan digno como cualquier otro. Pero lo bueno del caso, es que mi primo, era pijo, pijo de armas tomar y pijo de solemnidad y eso le traía de cabeza: la contradicción de ser pijo y tener una granja de cerdos.. ¿Como era posible que un niño de papa, acabara  rodeado de una piara de cerdos?.

                        Y nos lo comentó a mí y al resto de mi familia, en una comida de Navidad. Todos, hasta el perro, nos quedamos perplejos. Pero prosiguió erre que erre con su discurso, le bullía la sangre y sopesaba los pros y los contras. Los pros eran, que más adelante tendría pelas, pero eso llevaría su tiempo o sea que por herencia de sus padres más tarde o más temprano, las pelas iban a caer del cielo, nunca mejor dicho, pues sus padres ya estaban en proceso de buscarse un agujero. Y los contras eran, el como viviría mientras tanto y esto ya lo añado yo y que su status social bajaría varios enteros y en definitiva y el de más peso, como iba a montar un negocio, si el máximo riesgo que había tenido en su vida, consistía en apostar en las partidas de mus y a veces en las de poker.

                       Es verdad,que tenía una casa grande con cierto abolengo y de menos vuelos de los que él presumía y con su pretencioso escudo de familia ( que no era la suya, era de los anteriores dueños), pero con su inconveniente y es que esa casa era antigua y ya se sabe que ésto trae muchos gastos, para intentar reformarla. También que poseía miles de metros de terrenos. Pero toda la vida esperando a que esos terrenos rurales, así estaban en el plano, se recalificaran a terreno urbano, y ante ésta situación, él no podía esperar más tiempo.

                      A todo esto, él intentaba mantener su nivel de vida y para ello hacía que trabajaba y siempre decía que estaba ocupado. De vez en cuando, se dejaba caer por los bares que frecuentaban sus amistades de alto abolengo  y por el Club Naútico y el Club de Golf, vamos todo lo que viene en el manual de ser un buen pijo. Curiosamente, en esa época se hizo con novia, novia de pueblo, pero farmaceútica de carrera y el caso en definitiva, es que la tía tenía pelas. Poco a poco fue desapareciendo del mapa y de los proyectos apenas hablaba y en cambio la obsesión por su novia iba en aumento, y repetía como un loro: que si su novia era rica, que si iba a montar una farmacia,...y la granja de cerdos se fue diluyendo...

                     Y así, de un día para otro, se esfumó del mundo. Al cabo de un año, creo que nos invitó a su boda, digo que creo, pues yo no fuí y por supuesto, no me arrepiento de ello. Además de pijo y resentido, era una alimaña desclasada y no quería que su "nueva" familia rica, conociera a su anterior familia pobre. por eso nos invitó a su boda porqué no le quedaba otra, pero su desgana era más que evidente.

LA CLANDESTINIDAD - Parte IX y última

          Después de salir de chirona, me tuve que dar un paseo por Vigo, para recibir la enhorabuena de parte de mis padres, !estaban locos de contentos!. Lógicamente, me cayó la del pulpo y me amenazaron que a lo mejor tenía que dejar la Facultad. Esta amenaza se fue diluyendo y  llegué de nuevo a Santiago, no me recibieron en manifestación, pues estaban prohibidas, pero en seguida noté que algo había cambiado. Por las miradas, por lo que había detrás de ellas, por como te oían y te escuchaban, por como asentían a todo lo que dijeras, era un pequeño dios en la tierra, eras un héroe revolucionario, un héroe que no había cantado, que había pasado por encima de la tortura,...etc... etc. Todo esto y más era a sus ojos y allí estaba como uno más, sólo que ellos, te ponían en un altar. Como me gustaría explicarle a todos, que yo no era un héroe de nada, que yo no había cantado, no por los demás, ni tan siquiera por la revolución, !que va!, lo había hecho por mi, sólo por mi, por mi ombligo, por salvarme yo, sólo yo y nadie más. Que yo había sopesado todo, que cantar sería como cavar mi propia tumba, que sólo era eso, que no había más, pero como hacerlo, si en aquellos tiempos era imposible...

                    Menos mal, que dios existe y me echó un cabo. Pues los acontecimientos anunciaron la muerte de Franco. Para mi fue un doble alivio, por un lado se desviaba la atención hacia ese evento y por otro era un motivo de celebración y alegría. Esa noche Santiago se tiñó de fiesta, corrió el vino, el champán, los abrazos y las risas. Los días siguientes, siguió la fiesta, pero más moderada. El activismo político si que no paraba, asambleas, manifestaciones, panfletos y pintadas, todo era febril de noche y de día. Fueron tiempos dulces, de comerse el mundo, de replantearse todo, de disfrutar de los pequeños momentos, de correr todo el día, de dormirse sobre los panfletos y también como no, de "transición política", así le llamaron, a aquel contubernio de negociaciones en las altas esferas. Esta transición iba a una marcha diferente a nuestros objetivos y esperanzas, lo nuestro eran ideales descarnados y cargados de utopías y deseos.

                Claro que llegó un momento, siempre llega, en que estos dos mundos se encontraron y  chocaron y ahí sí, si que se nos cayó el palio, los deseos se nos escaparon entre los dedos, la utopía se fue de vacaciones al Caribe y al final, no quedó casi nada, algo sí, pero muy poco. Tanto luchar por llegar a la cima, pensar que estuvimos tan cerca de ella y resulta que al final, ni tan siquiera nos habíamos subido a su primera piedra.

                Pero ésta fue una conclusión a posteriori. Mientras tanto, disfrutamos como cosacos, vivir al día era nuestra consigna, disfrutar de cada instante era nuestra meta y comerse el coco en aquellos momentos, no entraba en los planes de nadie.Y fin de mi ciclo clandestino.

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...