
Hoy pensaba, que quizá debía escribir un serial y que tuviera miles da capítulos o sea tantos como escribo en mi blog y así empezaría cada día: primero, resumen del capítulo anterior y daría unas líneas maestras resumidas y ya a continuación, empezaría con el capitulo que toca. Y al final del capítulo, podría poner unas pequeñas sugerencias de que va a ir el capítulo venidero. El único problema es que no sé por adelantado lo que voy a escribir al día siguiente, sino lo sé ni yo, como lo vais a saber vosotros. Y lo del resumen como que tampoco, no estoy yo para resúmenes, por lo menos éstos días, ya veremos más adelante. Por tanto el serial se va al carajo y nos quedamos igual que estábamos, ni más ni menos. Yo me lo guiso y yo me lo como. No sé para que propongo algo, si después me lo rebato y es que a veces dudo y mucho, que yo no esté realmente mal de la azotea. Pro os juro, que aún así me sigo queriendo, y esto corrobora una vez más que el amor es ciego y digo ciego, ciego, manco, sordo, cojo, y disléxico.
Éstas son crónicas del día a día, y aquí cabe de todo o todo cabe aquí y depende del día, depende de las preocupaciones, depende de mi y depende de tí, todo depende y ¿de que depende? y contesto a la pregunta: depende de quién sea ese día, pues es eso con lo que disfruto, con transformarme o metamorfearme en una linda mariposa o en un capullito de alelí y ahí está el quid de la cuestión, con que bicho o planta o árbol me he identificado ese día. ¿Capiscas lo que yo digo?.