
Te recuerdo
sentada en el muelle,
entre graznidos de gaviotas
y el cielo gris plateado,
te recuerdo con el pelo suelto,
con la mirada más allá del horizonte,
y con la sonrisa congelada,
te recuerdo en aquella playa,
tenías frío y no sé si miedo,
nunca supe interpretar tus miedos,
te miraba
y tú me decías con tus ojos
que el miedo era agua pasada...
te recuerdo
riéndote a espasmos musculares,
fruncías el ceño
y de repente sacabas las alas
las desplegabas al viento
y antes de desaparecer
sonreías al mirarme...
y esa sonrisa
es la que llevo dentro de mi memoria.