
Y puede y puede,
y puede que haya algo debajo,
y puede que detrás de la carne,
haya un alma,
y que sea un alma sufriente,
y un alma complaciente, y un alma viva,
y que el cuerpo sea un escaparate
o la fachada de un edificio,
y que la cara no signifique nada,
y que un gesto de desprecio,
sea lo contrario,
y que un escupitajo en tú cara,
sea un signo tierno y sincero,
sincero puede, pero tierno si que no,
pues no hay que confundir los términos,
si alguien te escupe en la cara,
no hay otra forma de interpretarlo
que es odio lo que transmite,
y yo si hay odio por el medio,
yo ya no respondo,
me salen cuernos de mi cerebro,
el cuerpo se vuelve rojo y de pura ira,
y mis incisivos crecen hasta la cintura,
ya me voy directo hacia mi víctima,
y eso sí, después recojo los despojos,
pues no me gusta ensuciar el suelo
con sangre teñida de asqueroso odio.