CADA RIMA...CADA VERSO...

 





Cada rima

cada estrofa

cada trozo de mierda añadida...

es un trozo de mi vida.


Es una molécula incierta, 

es un átomo de mi aliento más jodido y perverso

es una fórmula viva con dientes, boca y esencia de ajos,

y con un poco de sal y muérdago

y rostro y ojos de serpiente, en el reverso.


Esa es mi historia, 

mi pobre historia melancólica,

mis cuentos, mis alas,

y mis adorables hadas,

y es que mi vida, 

es pura  magia dentro de un cuenco infinito,

magia que rima con pulso, con sangre,

y con un mundo hecho a base de estrellas fugaces.


En fin,

yo soy la rima y soy la estrofa

y por eso...

cada poema que escribo, 

es un trozo de mi vida

y otro trozo de mi mierda...

que de todas formas,

seguro que rima

trozo con mierda.

¡MENUDOS PRENDAS!







Me encanta ese desquiciado medio histérico que tiene los huevos medio colgando y por no decir, enteros, ese que habla y que se caga en todos los políticos de cualquier color político y porque tienen todo el derecho del mundo a cagarse en todos y más (tanto, como lo yo lo tengo) a cagarse y cagarnos en los poderes puramente establecidos y que además, siempre me saben a poco. Ahora bien, que se cague y bien o muy bien en todas las medidas anti coronavirus que se han tomado, por cierto fuera de tiempo y de nuevo y porque lo prioritario en éstas islas y por encima de todo, estaba el encandilar a los hosteleros del puto turismo de éstas Islas Baleares que saben más a naftalina que a otra cosa. 

Y por cierto y a otra cosa mariposa, después, ya veríamos lo que hacemos con el tema problema...que ahora mismo, ya estamos padeciendo y en nuestras putas carnes de lechón recién parido. Pues tiene su aquél la cosa política de la que el tío habla y venga a repartir pasteles entre los pasteleros hosteleros que todo lo quieren y que todo lo necesitan y más lo tienen otros restos de aves de rapiña que revoletean alrededor de esos hosteleros piraña.

Esto que digo...siempre estuvo claro y más claro que va estar y además y porque yo lo intuyo y además, porque lo digo sin tapujos... El otro día saltó a la palestra un tío que en teoría va por libre (autónomo y de buena familia entre comillas o que más da, de una puta familia es... pero es de la isla y eso es lo más importante y entonces, siendo de la isla todas las ideologías se las pasan por la punta del nabo y lo que sobra, va a parar al mar mediterráneo y lo poco que queda, se lo dan al forastero, como soy yo y unos cuantos) y venga a criticar medidas preventivas que el gobierno tomó ante el coronavirus (que en parte eran mentiras, pero no todas y ni en su número ni en su intensidad). Pero el menda se lo tomó a su libre albedrío y se despachó a conciencia.

Tenemos y padecemos de algunos, que además, les supone una gran destemplanza y una inmensa sumersión y contra natura, que cuando menos, se les puede calificar de inciertos y desavenidos. Gran sacrificio para el tío problema, pobrecito de él que no puede pasear por las playas en las calurosas noches de agosto y por esa terrible necesidad que tienen los capullos en flor. Y vayamos por fin, al punto definitivo. Y cuando llega la noche se viste de blanco y de luna llena ( y de nuevo...pobrecito de él y por ser tan pobre en un mundo tan perverso y malo)....y entonces todo dios se pone a follar a destajo y como si se les fuera la vida en el asunto. Pobrecito de él y de ella (de paso la meto en el asunto) y que les den por el culo a los dos. ¡Menudos prendas!.

GRACIAS HERMANOS


Bastón de padre furibundo,

que al final, no lo era tanto,

palos imaginados en tu espalda diminuta y quebradiza

y como poder contaros y de la forma más simple

que durante un tiempo

ese fue el guión de mis películas de terror y miedo.


Dolor de tierra recién parida y alucinada,

arado que araña piedras de las mismas entrañas,

tierna cintura, la tuya (a veces, podía pensar en ella)

amable olor de centeno y vino,

mariposas que revoloteaban junto a la luna que estaba en plan aceituna.


Noches de tierno verano,

verano al fresco, 

moscas dormidas,

cigarras disparatadas,

grillos que alarmaban de la que se nos vendrá encima.

Pero daba igual, eso siempre lo hacían,

eran locos grillos sin camisa de fuerza y sin pastillas para tomar.


Yo en mi ventana,

yo, 

que me hacían sentir un don nadie de poca monta,

un mal nacido con rabo y cuernos y siempre sobrante,

y todo esto...

en una puta noche de cualquier verano.


Mis padres dormían o hacían que dormían.

Mis hermanos hacía tiempo que habían volado o volatizado.

Ahora mismo, están aquí,

están su cuerpo y sus huesos,

pero su alma y su mente están en otro lado muy lejano,

dicen que algún día vendrán a buscarme,

que me salvarán de la quema que aquí se vive,

que ellos son buenos

y mis padres, son muy malos,

pero a lo mejor no lo son tanto

y seguro, que ni ellos son tan buenos

ni mis padres, son tan malos.

Seguro     que me digo eso

y porque no tengo otro remedio.


Pero llega diciembre y septiembre

y caen las hojas y crecen otras

y llega la primavera y no pasa nada

y de noviembre nos pasamos al marzo del año que viene 

y del otro al otro y al siguiente

y me parece que tenía un hermano al que rescatar

se dice de vez en cuando

y hostia...se me había olvidado.


Todas las promesas de mis hermanos

se fueron por las alcantarillas de las cloacas.


Yo quise creer en ellos

y ellos me dijeron desde la distancia, 

yo he pasado por lo mismo,

así que ahora 

te toca joderte y joderte bien.


Y con ese mensaje me quedé

y que otro remedio me quedó.


Y gracias, hermanos

y porque habéis iluminado mi vida con mucha mierda torticera.


Mi primera lección en la vida:

sois unos impresentables que no tienen nombre,

ni adjetivos, ni adverbios

ni versos en la media noche

y como decía otro impresentable que alguna vez tuve como amigo,

¡que os folle un pez espada!

¿PORQUÉ Y PARA QUÉ?

 





¿Porqué y para qué?.


Porqué detrás de un hecho tiene que haber una razón de ser

y todo para que al final todo eso sirva 

para afirmar ese hecho.


Porqué no puede haber una sinrazón de la lógica,

un dispendio disoluto y agradecido, 

un acto maléfico 

o una cruel maldad sin miedo y sin escrúpulos.


Porqué todo tiene que ser bondadoso 

y a veces, tan excesivamente grimoso.


Porqué el amor tiene que ser tan cruel y tan estúpido,

yo no lo sé, pero así es,

y todo esto ¿para qué?

para que aprendas de una vez por todas

que todo tiene su cara B,

que hasta lo más bonito que te puedas imaginar

 tendrá su punto de fealdad,

como yo,

 que tengo mi punto más oscuro en el mismo centro de la luz.

UN VIEJO AMIGO

 


Nunca se preocupó la lombriz

de mirar al cielo

y en busca de la amenazante sombra del pájaro.


Nunca me preocupé yo

por aquél ave rapaz que merodeaba alrededor de mi cabeza

y siempre dando vueltas y más vueltas

y para echarme el guante

y comerme entero y cagarme, después.


Todo lo que se come, después se caga

y nada es uniforme porque sí,

por el medio tuvo que haber la mano del hombre

y ésta recta tiene que ser perfecta

y ese horizonte tiene que ser una línea totalmente homogénea

que no moleste a la vista,

y sino lo es, se hace que así sea.


Todo lo aprendido se puede desaprender,

todo lo conocido puede hacerse desconocido y extraño 

y raro y amorfo

e insulso y deprimente

y hasta aquél gran amigo puede pasar a ser tu peor enemigo.


Yo los dejo llegar hasta enemigo a secas,

pues de ahí nunca pasan

o mejor dicho, nunca los dejo pasar

y morirán en la orilla como tiene que morir un viejo amigo después del naufragio.

CONEXIÓN CÓSMICA



Hoy...¿cuanto tiempo dormiría?. Entre dos o tres horas como mucho y porque a las 8 a.m. salí de guardia y la noche fue de escándalo pero a lo profundamente malo  y peor. Y bueno, ahora revolotean las 12 del mediodía, hora del ángelus y de nuevo estoy entrando en barrena o en bajada criminal y cuasi asesina. Estoy en medio de los sube y baja mañaneros, hace un rato estaba allí arriba y junto a las nubes y ahora, soy carne de rata destrozada en una alcantarilla. Creo que estoy durmiendo despierto. Un ojo abierto y el otro cerrado. O como decía el otro, para dormir bien y de la forma más complaciente...uno se debe meter un dedo en el culo y si es el pulgar mucho mejor, es más grande y además es más agradecido. 


Dos putas horas de mierda y debo estar agradecido, pues pude dormir menos o no dormir nada y que alguien me hubiera clavado un puñal. También podría dormir como las gallinas cuando lo hacen en el palo del gallinero, haciendo equilibrios y de vez en cuando abriendo los ojos y por si el zorro asesinodegallinas, les atacara. Aunque viendo como va el día si llego vivo hasta después de comer (lo que normalmente se llama siesta), pues la cosa ya tendría su gran mérito. Y eso que no hay tour, ni vuelta ciclista, ni giro, ni (como hoy es domingo) documentales de animales todo fieros que acechan por las estepas africanas y en busca de comerse a algún pringado. Al parecer las fieras descansan los domingos y fiestas de guardar.


Por cierto yo no tengo zorro que me ataque, ni zorra tampoco. Pero después de las últimas escaramuzas amorosas, prefiero no tener zorro o zorra que me ataque o que me ronde. Ahora, voto por mi paz interior. Me hice asceta y anacoreta y por lo tanto prefiero vivir en pelotas dentro de una puta cueva húmeda y fría y comiendo lagartijas y culebras. Yo ahora medito y pongo mi alma al servicio de la meditación. 


Como aquél convento o santuario budista situado en lo alto de las hermosas y alucinantes Alpujarras (forman parte del macizo de Sierra Nevada). Con unas vistas bestiales de necesidad. Con un camino de cabras donde te jugabas la vida para llegar hasta él. Con cuatro chozas diseminadas sobre un manchón de tierra y una quinta choza (la más grande y más lustrosa), que era donde se hacían vivir los curas o monjes budistas. Es decir, tú alquilabas una choza de las de al lado de la nave central, para meditar como un descosido y para encontrar tu yo interior. 


Pero ellos, los curas budistas, no te ayudaban a encontrar el camino de la meditación transcendental. Ellos, te ponían la choza con maravillosas vistas al valle o a la montaña de enfrente, te llamaban para desayunar, comer y cenar y todo esto se hacía en la choza central. Y después te dejaban todo el resto del día para meditar tus mierdas más deprimentes (el que se encontraba deprimido) y el que no, pues a meditar lo que le daba la gana. De hecho, mis pensamientos transcendentales siempre versaban en como escaparme de todo ese tinglado judeomasónicodemonjesbudistas@.com. 


Aquello estaba situado, como ya dije, en medio de una montaña perdida en las Alpujarras (Granada). Pues resulta que por éstas montañas anduvieron los musulmanes del reino de Granada cuando fueron vencidos por el reino cristiano de España y tiene muestras musulmanas en cada rincón y esquina. Pero volviendo al monasterio budista. Pues resulta que de ese monasterio granadino había salido un niño budista que era la siguiente reencarnación de Buda (no sé, si era la siguiente o la anterior. Soy muy lerdo en estos temas). Y claro, había fotos por todos lados del susodicho niño prodigio que para ellos se aproximaba a dios. Y fotos del antes (en el monasterio) y del después (cuando ya lo tenían instalado en el Tibet en un choza mucho más confortable que la primera). Por tanto y por si no lo sabíais, existe una gran conexión cósmica entre las hermosas Alpujarras granadinas y el famoso Tibet budista.

INERCIA

 


Me estoy dando cuenta que en realidad recibo muy mal los palos y me crean demasiados malos rollos, que después, me los tendré que comer con patatas y castigado, sin postre. Que soy un señor resentido  en condiciones y de arriba a abajo y de estribor a babor. Yo pensaba que de ésta vez y por todas en las que antes había fallado, que me había curado de esa enfermedad llamada, resentimiento. Pues de nuevo he caído bajo el influjo de su sombra maligna y de nuevo me he revirado como un león salvaje muerto de hambre. Nunca admití del todo, ese lado tan oscuro que tengo y padezco y cuando empezaba a darme cuenta de verdad de que algo de ello tenía, siempre fue demasiado tarde. Igualito que ahora. El daño está hecho y ya es tarde para ir con componendas para arreglar la cosa y aunque fuera un poquito de nada o simplemente poner un remiendo de mierda. Aguanto y mucho durante un tiempo (que no suele ser mucho), pero yo creo que acumulo y guardo y un día va esa persona o lo que sea y te dice una tontería cualquiera (que tampoco es lo que ha pasado en éste caso en concreto) o no cualquiera...entonces ese día el cielo se cubre de nubes marrones y negras...y yo me convierto en dragón que lo arrasa y lo quema todo. Mis enemigos tienen que caer como fulminados por un rayo.

No quiero ni presos ni heridos leves ni graves, sólo quiero cuerpos muertos y para que sean devorados por los buitres y hienas. Y bueno y si considero que me han ofendido y no me han respetado como persona...entonces saco la espada de fuego y se la meto por el mismo culo y no paro hasta verla salir por su puta boca. Vamos, lo empalo y después lo aso un poco y por fin, me lo como. Pero eso sí, voy escupiendo huesos de uno en uno y al final  de todo, me echo un sonoro pedo y como señal de que me he quedado totalmente satisfecho.

Al final, va a ser verdad que no cambiamos tanto. Hacemos que cambiamos y por eso de ser de la rama de los de escuchar, de oír, de analizar, de valorar y de sacar conclusiones que son las que te pueden hacer cambiar. Y como eso forma de nuestro motor para funcionar por el mundo, no podemos reconocer que carecemos de esa capacidad de ir cambiando. Al final, disimulamos como cosacos y nos vestimos de cambio y te ha gustado mi cambio y me ha encantado tu cambio no cambio. Somos parte de un circo que de alguna manera se tiene que mover y para moverse necesita energía de cambio...pero os puedo asegurar que se movería igual con o sin cambios. Yo creo que se movería por puta inercia, que es en realidad lo que nos hace mover.

ALMARIO

 


Mi garganta no es tan profunda

como la más oscura de las noches

y en donde se crían flores que salen de las raíces y cloacas del más allá.


Mi garganta tiene dientes de acero y leche

a veces, muerde con todas sus ganas

y otras veces

 succiona como una aspiradora en celo.


Mi garganta tiene tendones

y músculos que se tensan como cuerdas que tiran del barco

y tiene alma de duende que vive en las entrañas de las nubes más negras

que te puedas imaginar

Mi alma tiene alma

que suena a alma de otro mundo,

pero en realidad,

tiene raíces que llegan hasta el centro mismo, de la tierra.


Mi alma es suave y tierna,

no tiene cerebro

sino no tendría explicación algunas cosas que hago.

Pero como diría el otro

para eso tenemos nuestro cerebro

para pensar y dilucidar

y en cambio el alma está

para sentir y alucinar.

Todas las noches

me despido de ella con un tierno beso,

después la abrigo

y la acuesto en su sitio.


Ella duerme, por supuesto 

dentro de su ALMARIO.

¡DE BUENA ME HE LIBRADO!

 



Ahora, que ya ha pasado largo tiempo,

te veo tan etérea como la suave niebla de un caluroso y pegajoso día de verano,

nada que objetar...

es tu historia y es tu vida

pero tengo que decirte algo que hoy te quiero decir.


 En éste momento siento un inmenso alivio dentro de mis carnes

y que me es imposible describir. 

Alivio y punto.

Y carne prieta y dura,

que al final, 

se convierte en carne flácida y relajada.


¡De buena me he librado!,

pienso en mis adentros más huecos y con más ecos,

y respiro a fondo y a toda máquina, 

y expulso el aire con la satisfacción del deber hecho.

¡De buena me he librado!... me repito... 

mientras observo el lento caminar de un barco 

y como va dejando su reguero de espuma blanca.


Has pasado por mi vida

como una exhalación más enfurecida que amable.

Entraste y saliste

y no has vuelto a entrar,

ni nunca más volverás a entrar.

Te recuerdo y para que nunca lo olvides... 

que mi lema vital ahora es

¡De buena me he librado!.


Pero todo esto...tú lo sabías,

no es nuevo, ni huele a nuevo,

ni me lo he sacado ahora de la puta chistera,

lo sabías por mis gestos, hechos, escritos y versos,

y ahora,

me clavas una estaca en el centro de mi comprensión.


En realidad me da igual,

me juré no criticarte más

(porque en fin, ¿qué me importa tu vida?)

yo lo que sé,

es que un día te quise

y ahora pienso y repito en plan zen

¡De buena me he librado!

y para celebrarlo me echo un pedo. 


Siento haber sido tan sincero y claro,

mi delicadeza está bajo mínimos

y me pueden más los hechos

que la hoguera de tus vanidades.

 las tonterías que escribes 

son tuyas y son tus tonterías,

por tanto,

sigue jugando con ellas

y también hazlo en los columpios.


Me pregunto

si alguien te ha reducido el cerebro,

 a lo mejor te picó un mosquito del nilo

y ahora tienes una meninencefalitis galopante

 que está dejando el cerebro seco y rechumido.


Ha sido bueno saberlo y comprobarlo

y por lo menos antes de que la espiche con todas las de la ley

he tenido la oportunidad de saber que tienes un cerebro de mosquito.


Bueno...¿pues que te puedo decir?,

¿qué más te puedo decir yo que tú no sepas?

pues...¡que te vaya bonito!

pero que pena

y mira que he estado torpe, ciego, imbécil y descerebrado.


Pero me vuelvo a reafirmar en mi último pensamiento

¡De buena me he librado!.

EL PASO DEL TIEMPO

 

Todo fue nuestro y además lo era

y todo aquello se fue

y¿qué se le va hacer?...


Un día de repente, todo dejó de ser.


Ahora vivimos sobre las cenizas de aquella hoguera,

envueltos en sus tibios rescoldos casi apagados,

ennegrecidos por un cielo oscuro y negro,

acobardados 

y escondidos en los rincones donde nadie nos puede ver.


No sé tú... pero yo vivo en un maldito túnel sin salida,

no tengo luz, no tengo agua,

no puedo sentir al Sol,

ni ver la noble evolución de la Luna...


Soy un topo que se mueve con sus ojos ciegos,

avanzo por los agujeros excavados con mis uñas y dedos,

huelo mi miedo en la distancia,

reconozco que he perdido las ganas y el tacto

y creo que...que el saber estar.


Ahora soy más producto perecedero que antes,

tengo el tiempo contado y el miedo hizo nido en mi podrido cerebro.


Pero bueno,

el tiempo

ese inexorable juez que lleva un reloj en la mano,

dirá lo que pasará con nosotros.

Al oído me está diciendo...

que todo y absolutamente todo,

se cura con el tiempo.

HOY DÍA NUBLADO

 


Hoy día nublado

y nublado en todos los sentidos, modos y formas,

nublado de arriba abajo,

nublado dos o tres veces más,

nublado al cuadrado y llevamos una

y el día sigue igual de nublado y no sé hable más.


Falta que llegue la lluvia

y que el frío del espacio y de las cumbres

descienda hasta ésta seca y árida tierra

y así todo se cubriría de blanco inmaculado,

como mis sábanas limpias

(y ahora me acuerdo, que tengo que hacer la cama)

Me cago en todo y en más.


Y a pesar de que me cague en todo y en más,

el día seguirá siendo igualmente nublado.


Y mi resumen del día de hoy será

día que ha sido nublado

y creo, que mañana habrá más nubes en el horizonte más cercano...

Cállate y déjanos bailar

Esta es nuestra manada

DEBERÍA ORDENAR MIS LIBROS...


Debería ordenar mis libros

por orden de lectura o de no lectura.


Una estantería grande y espléndida

 y para mis mejores libros leídos

algunos subrayados hasta dos o tres veces

y otros que permanecen impolutos y tal como llegaron al mundo.


Otra estantería más pequeña y menos ostentosa,

para los que me quedan pendientes de ser leídos

y que me supongo que algún día, leeré.


Y otra estantería y última, fuera aparte,

separada de las otras dos por una clara y manifiesta bolsa de aire

y para marcar distancia y poner tierra de por medio,

para los libros que nunca jamás, leeré,

sería mi librería de libros malditos

y condenados a morir en la hoguera de mi indiferencia.

BOSQUEJO DE UNA BIOGRAFÍA DE CUALQUIERA (Pedro Andreu)

 




A los cuatro, me escapé de la guardería

para perseguir gatos abandonados en el parque.

A los diez le abrí la cabeza a mi mejor amigo

con un ladrillo: cien puntos. Y una vida extra de milagro.

A los doce nos desahuciaron del piso

y mi padre ocupó un motel abandonado a las afueras.

Nos daba de comer latas que calentaba

en un hornillo en el aparcamiento.

A los trece descubrí que la literatura

era un pájaro negro que devoraba por dentro

mis gusanos. A los quince me largué a Barcelona.

Y la guardia civil llevándome de vuelta a los seis días.

Y mi madre llorando. Y la única vez que me pegó mi padre.

Nunca me olvidaré del cinturón de cuero entre sus manos.

Hecho en España a mitad de los ochenta.

A los diecisiete conocí las drogas y el amor,

que corría sin cabeza por el patio, como el pavo

de navidad al que mi abuelo cortó el cuello

de un tajo con un hacha.

A los veinte abandoné una carrera y me largué

catorce meses a las playas de Bali a fumar marihuana

y a pensar que la vida era una carabela

portuguesa llamándome.

A los veintiséis enterramos a mi padre

debajo de una higuera.

A los treinta he vivido con la mujer más rubia

que nunca había imaginado.

A los cuarenta visito cada sábado a mi madre,

que vive en una residencia para ancianos.

Me la llevo a comer a restaurantes familiares

y dejo que me hable de la vida como si desde las afueras

todo fuera más nítido y lejano,

y a momentos parece

un perro que persigue su cola hacia el alzheimer.

A los cincuenta, el futuro me espera.

No sé si llegaré jamás a los sesenta.

Nadie quiere tener setenta y siete años,

cuando los días han de ser una escopeta

descargando cada vez más cerca de tus pies.

Mi abuela vivió ciento catorce años.

Parece que a la muerte le temblaban las manos con ella.

Y que tardó bastante en acertar su corazón de porcelana roja.



Pedro Andreu

54. «Carta a una señorita en París», de Julio Cortázar

RESULTA QUE...




Resulta que mientras navegaba dentro de mi imaginación,
ocurrieron hechos terribles.

Mi vecino de enfrente se enfermó
y a los pocos días la espichó.

A un policía local de mi pueblo,
le dio un ictus y medio cerebro se le acabó pudriendo.
Ahora supura trozos por las orejas y ojos.

Hay algo extraño dentro de mi,
será un cuerpo extraño,
será un objeto volante sin identificar,
o será mi alma que se ha vuelto extraña.

En resumidas cuentas,
mi vecino de enfrenté la palmó,
el policía local lleva meses mirando al mismo punto fijo,
y de andar, creo que nada,
dicen que como mucho
podrá arrastrar su cuerpo demoníaco de la cama al baño.

Y en cuanto a mi,
circulo sin alma
y no observo signos
de poder recuperarla.

CONTRA EL MAR (Ramón Rodríguez Pérez)

 












La casa del padre - Ramón Rodríguez Pérez

Hay libros por los que no pasa el tiempo y hay libros en los que no hay tiempo. Hay libros en los que acecha un bosque para, al abrirlos, agarrarse de tu laringe  y enroscarse a ella como un vencejo. Hay otoño, caramba. Escribir también es querer curarse. Leer también es querer curarse. "La casa del padre" (Ramón Rodríguez Pérez) tiene una curiosidad: bajo el agua se vuelve agua y se vuelve barco. Hay sensibilidad.  Dejo un poema:


CONTRA EL MAR


Deja al mar como lo que es:

la tristeza del pájaro

la soledad del mástil

vasto pudridero de sueños

y desagües


Deja al mar y su largo aliento

esa mortaja de espuma

incendiada de palabras

y nombres


Deja al mar como lo que es,

como lo que siempre ha sido

un osario de buques sin dueño ni bandera

eso que tu hijo con su lápiz representa:

una raya,

                una simple línea en su cuaderno.


¡NO VOLVIERAS!



 No hay nostalgia en modo no estar,

hay sólo un paisaje lunar

y piedras y mar,

y el faro que lucía su torso desnudo,

y las culebras que supongo que por allí, habría

y los pájaros y los insectos,

y alguna gaviota emitiendo desesperados graznidos.


Y donde no había casi nada

aparece un mundo,

un mundo que no es nuevo

y porque estaba, ahí.


Era cuestión de levantar una piedra

o de tirarla al más allá.

Era cuestión de ponerse a gritar

o de aplaudir al viento

y toda esa vida escondida

saldría dispuesta a invitarte

a que te fueras y que por favor

¡no volvieras!.

O VENTO (Fabio Morábito)

 


Fabio Morábito (O vento)





El viento, mas
que yo,
se fuma este cigarro
entre mis dedos,
dejándome el placer
de sólo tres o cuatro bocanadas,
y el mar expropia las palabras
que te digo,
porque, acostada, no me oyes.
El sol, el viento y la marea
te ensordecen
y cuando me levanto
para dar dos pasos,
viendo mis huellas que se imprimen
en la arena,
pienso que esas pisadas mienten,
que ya no piso así
desde hace no sé cuándo;
son huellas de otro
que sobrevive en mis pisadas; pues las mías
son mucho menos elocuentes.
Tú, en cambio, que me ves
completo e indivisible,
sabes mejor que nadie cómo soy mortal,
cómo mis huellas en la arena me describen
y cómo se plasma en ellas lo que soy,
sabes mejor que nadie cómo no escucharme.


Fabio Morábito

MIEDO (Juan J. Millás)


Navalni, el opositor ruso envenenado por las autoridades competentes, salió del coma, le quitaron el respirador artificial y estuvo un día respirando por sí solo. Contó en las redes sociales que no podía hacer otra cosa que respirar, porque se encontraba muy débil todavía, para añadir que la respiración estaba subestimada. Según leía la noticia, me hacía consciente de mi propia respiración, lo que me colocó al borde de un ataque de angustia. A los dos minutos estaba jadeando. Me ocurría en las clases de meditación, que tuve que abandonar porque el maestro nos pedía que nos fijáramos exclusivamente en el movimiento pulmonar. Darte cuenta de que respiras equivale a saber que puedes dejar de hacerlo en cualquier instante. Como cuando pienso en los latidos del corazón: parece un milagro que no se hayan detenido nunca a lo largo de mi ya larga existencia. No hay motor que resista tanto sin calarse.

Hace poco, en una tienda de Ikea, tropecé con el clásico Pöang, ese sillón que se mantiene milagrosamente sobre un esqueleto, en apariencia muy débil, de madera. Una especie de robot aporreaba una y otra vez su asiento, imitando el golpe de un cuerpo al dejarse caer sobre él, sin que su estructura se deformara. Según la información adjunta, llevaba miles o millones de golpes. Permanecí hipnotizado frente al espectáculo hasta que mi ritmo cardíaco se acompasó al de la máquina golpeadora mientras respiraba ansiosamente a la espera de que el mueble, en una de esas, se quebrara. Pero no se quebró. Abandoné el establecimiento por una de las puertas de emergencia y regresé al coche, donde estuve un rato combatiendo la ansiedad proporcionada por aquella extrañísima experiencia.

Es verdad que la respiración está subestimada. Y la digestión, y el parpadeo, y la capacidad de salivar. La otra noche me desperté a las cuatro de la madrugada con la boca seca, pero fue mover un poco la lengua para estimular las glándulas sublinguales y la humedad regresó al instante. Vivir está subestimado si pensamos que ahora mismo hay miles de infartos cerebrales en marcha. Que uno de ellos te toque a ti en vez de al vecino es una cuestión de suerte. Este artículo era para meterme con el Kremlin, pero me ha dado miedo, no vaya a ser que me envenenen.

JAIME GIL DE BIEDMA

 

Jaime Gil de Biedma



Jaime Gil de Biedma, el poeta que quería ser poema. - LOFF.IT Biografía,  citas, frases.



 ¿Fue posible que yo no te supiera...

¿Fue posible que yo no te supiera
cerca de mí, perdido en las miradas?

Los ojos me dolían de esperar.
Pasaste.

Si apareciendo entonces
me hubieras revelado
el país verdadero en que habitabas!

Pero pasaste
como un Dios destruido.

Sola, después, de lo negro surgía
tu mirada.


Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...