¡NUNCA!

Yo no te voy a dejar... ¡nunca!,

porque ya te he dejado

o tú me has dejado,

me da igual el orden de la suma,

lo que importa es la consecuencia,

y ahora tú estás escondida en tu ombligo

y yo me mojo con la lluvia,

soy de lluvia y rayos y truenos

y todo eso nos hemos perdido,

 una tarde cualquiera del mes de septiembre

y contemplando el temporal

y saltando los charcos como putos sapos...

LA LUNA NO ES MÍA

La Luna no es mía,

ni quiero que sea una extensión de mi cuerpo,

me llega con tirar del hilo invisible

y ponerla encima de mi cabecero,

 ...a partir de ahí...

que sea mi propia luz lunática,

 que me conmueva como mueve los mares y océanos,

 que me encoja y que me estire como un muñeco de goma

 que me comprima y que me expanda como una ola gigante,

que me remueva por dentro y que me acaricie por fuera

que me de las buenas noches en forma de beso

que cuando me despierte después de un sueño,

que me diga...

¡te quiero!

que si me ve con miedo

que me proteja con sus entrañas de acero,

 que sea...que sea mi compañera de lucha,

de codo con codo y en medio de barricadas y hogueras,

que me ilumine por los senderos del bosque,

que sea mi estímulo por las calles de una ciudad sin vida,

que sea ella con toda su belleza de luna,

que sea una luz blanca en la más oscura noche,

que seas mi luna sin ser mía,

siempre presente... 

y siempre dueña de mi destino final...

¡VOLVERÉ A SER YO!

Volveré a ser yo,

y cuando me devuelvan las partes de mi desguazado cuerpo,

las que fui dejando en ésta lucha llamada, 

¡vida!,

y en cada batalla, 

he muerto y he vuelto a renacer,

 y entonces podré decir y en mi sano juicio

¡volveré a ser yo!,

porque mis antecedentes así me lo dicen,

porque mis ganas así lo demuestran,

porque no sabría vivir sin mi alma al completo

y sin haber resuelto mis deudas de amor...

mis pecados al hoyo del olvido,

mis obsesiones enterradas bajo toneladas de escombros,

mis ideas serán flores que brotarán de mi tumba

y que treparán buscando el sol del día a día,

y así...

¡volveré  a ser yo!.

HAY DÍAS...

Hay días que son nublados antes de nacer

 los cubres con un negro manto

y le dibujas un rayo amenazante,

son días muertos antes del parto

y pasarán como una avalancha oscura

y el día nació pintado de negro

y se morirá entre la negrura de mis pensamientos...

CIEGOS

De estos ciegos, casi no quedan...
                   Hoy nos bendice el sol después del temporal. Sol limpio y nítido y es tan limpio y tan brillante que en cambio de tener rayos solares debe tener diminutos microcristales y que por eso duele tanto. En ésta vida hay claridades espasmódicas y ésta es una de ellas. ¡Joder! a otros se le aparece la virgen y no pasa nada con ellos, es más encumbran a estos cuatro colgados, a la categoría de seres hipersensibles en el terreno milagroso y a lo mejor los mendas estaban celebrando un puto akelarre y simplemente fueron pillados y lógicamente antes de morir en la hoguera del pecado, prefieren salir como putos héroes alucinados. Pues a mi la virgen nunca se me apareció, en cambio he visto el rayo verde en una puesta de sol. 

                  Ahora bien, tengo que decir que ese día me dicen que ese rayo es rojo o es negro y seguro que también lo veía. El ciego era espectacular. Eran tiempos de hacerle la competencia a los verdaderos ciegos. Que por cierto ahora que lo pienso, quedan muy pocos. Ni siquiera los "ciegos" que venden el cupón de la once son verdaderos ciegos. Normalmente son como mi ex vecino de enfrente que también vende cupones, es decir son diabéticos incurables o hipertensos a punto de petar o depresivos crónicos que o venden cupones o sino se pueden suicidar. Y claro es más productivo para la sociedad, ponerlos a vender cupones.

                Quién me iba a decir que acabaría por echar de menos a mi vecino de enfrente comiendo sus pedazos de bocatas grasientos. La vida es así, la vida te da sorpresas y no siempre agradables. Había otro vendedor de ciegos en el pueblo, que también tenía su aquél de punto y su aquél de historia. Éste era goloso y diabético y estaba gordo como un zollo y en cuanto podía tenía un pastel en su puta boca golosa y diabética. No sé, yo llegué a pensar que le quitaron del medio, porque se zampaba tantos pasteles que hasta le llegó a dar un coma diabético. Pero éstas son suposiciones de pueblo que no suelen tener mucha base científica. Hay un tercer vendedor, que lleva unos cuantos años haciendo la calle y que debe vender muy bien, pues lleva el control del puesto de venta de cupones de la mejor esquina del pueblo. Que sólo es una. Pues a éste no sé lo que le pasa, pero lleva una especie de peluca toda griñosa y a la mejor está contratado en la once por seborrea alopécica con crema de arándanos. 

               Y hubo un cuarto elemento que lo pillaron con las manos en la masa, no sé muy bien lo que hizo pero sé que hizo trampas y hacer trampas en un pueblo donde somos cuatro gatos y un perro, pues ya sabemos lo que puede y así pudo pasar...Y éste tampoco era ciego de los de verdad, el tío estaba más gordo que el segundo zampabollos que antes había mencionado y ni siquiera se podía sentar en un taburete de la barra del bar. Es de suponer que padecía de su diabetes golosa, su hipertensión por las nubes y sus más de 250 kilos de grasa ganada a pulso y con el sudor de frente. No sé muy como acabó la cosa, pues de repente no lo volví a ver más...

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...