
A veces nos identificamos con nuestros propios miedos,
otras veces, huimos de ellos antes de sentir el pavor y sabor amargo del miedo
y muy de vez en cuando, le echamos valor al tema...
y en ese instante, destrozamos nuestros miedos,
(es como una luz cegadora que dura muy poco)
y hay días así, que son pocos y escasos
y esa escasez aumenta aún más su valor
(como parte que es) de un acto heroico y extraordinario,
hay días en que escuchas a alguien decir...
que hay que en vivir en equilibrio
y de repente te saltan todas las alarmas,
oí decir Equilibrio
y el Cerebro se me fundió dentro de un agujero negro
y el Alma huyó con un fuerte y sonoro estornudo,
la verdad es que hay días,
en que es mucho mejor no escuchar nada de nada,
y porque ¿como explicar a un desequilibrado como Yo
y a otras mentes y almas parecidas?
que el desequilibrio es el pilar de nuestro propio equilibrio.