EL SIGNO DEL DÍA

Bueno pues nada, que hoy estoy, como decirlo, raro y extraño, pues no me apetece escribir, pero me obligo a hacerlo porque muchas veces es por desidia inicial y en cuanto escribo cuatro frases me entusiasmo de tal manera que después no puedo ni soy capaz de parar. El flojerío también se combate y es más, al flojerío le pisas la cabeza y te da las gracias y son las 2 de la tarde y seguimos sin saber que hacer. Y eso que hoy me levanté fuerte y poderoso y pensando que el mundo y la vida me quedaban pequeños, es decir, hoy me he levantado sobrado y dispuesto a todo. Hay días en que uno se levanta así, lo mismo en que hay otros días en que todo es no y bueno, hoy ha tocado el sí pero al parecer hasta determinado punto. Un sí inicial y para después, engañarte con el primero que pase.

Y todo esto me hace plantearme el siguiente asunto: ¿y quién o qué cosa determina el día?. ¿Los asuntos pendientes, los futuros, los actuales, los que te van surgiendo, los que soñaste y no cumpliste, los indeseados, los que no tienen nombre, los que te producen pesadillas?, pues yo creo que lo que pasa es que al día no lo determina nadie, ni siquiera tú o yo, el día se levanta por la mañana y si tienes suerte, a veces te acompaña, pero cuidado, porque hay otras veces en que parece que aún sigue contigo y resulta que al desayunar ya te ha abandonado.

Y éste pensamiento está recogido en las frases populares (porque el pueblo es sabio, aunque de cada vez lo dude más...) y de ahí viene ese puñetero refrán que más o menos dice: "tenía un día cojonudo y hasta que llegó uno y me lo jodió"...que como veis es muy profundo y tiene más filosofía y más historia de lo que aparenta y claro, se refiere a ese giro inesperado que se coge el día y que puede ser porqué alguien o  porqué algo te jodió el buen signo que tenía el día. Pues eso mismo, es lo que hoy me ha pasado, que el día se me giró y ya no lo levanta ni Dios bendito.

LOS RASGOS

Hoy es Martes y día 9 de Mayo y acabo de aterrizar después de un largo viaje, pues me he tenido que desplazar hasta la otra punta de ésta pequeña Isla y eso equivale  a 47 kilómetros para allá y otros 47 de vuelta, lo cual en definitiva, es una puta mierda de kilómetros, pero os aseguro que después de 10 años metido en éste pedrusco de Isla las distancias se aumentan y lo más pequeño se hace inmenso, porque vamos a ver, en la vida todo es cuestión de percepciones y si yo percibo que 47 kilómetros son como 470, pues ¿qué os voy a decir?, que es lo que yo percibo y eso es lo que vale. De todas formas hice el viaje con sumo gusto, con ganas de visionar de nuevo esa carretera que tantas veces recorrí (no hay otra) y porque en mis primeros años en la Isla curraba en ese extremo, que en realidad no es tan extremo.

Bueno, pues vengo lleno de ver paisaje y de comprobar que todo sigue en su puto sitio. Las Vaquitas siguen pastando igual que antes, los Caballitos menorquines juegan en los prados verdes, las Mariposas revolotean entre las Margaritas y los Cerdos se revuelcan en los lodazales...y como veis todo sigue igual que antes...que tampoco pasaba nada porque hubiera mejorado la cosa, pero ya sabemos que el que manda sobre nosotros (que algunos le llaman, Dios) no es que sea demasiado espléndido y además, cuando te da algo, después te quita mucho más de lo que te ha dado y por tanto hace como los Bancos y te cobra los intereses que el mismo se inventa.

Y todo sigue igual menos Yo, porque yo cambio y me transformo y creo que todo a mi alrededor le pasa lo mismo, pero aún así y todo, lo percibimos casi igual y por eso cuando te dicen: "no has cambiado en nada" es que está mintiendo como un bellaco. Por suerte, todos cambiamos pero está claro, que quedan y se mantienen los rasgos que te definen y que te han definido y por eso casi siempre distingues a una persona aunque hayan pasado 40 o 50 años.

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...