SIEMPRE GANAN Y GANARÁN LOS EGOS

 



No es país para viejos

el mío, mi país, no lo es,

el mío está pasado de años y de historia

al mío, 

se le caen los años como peras maduras que caen del árbol viejo,

está tan viejo el pobre

 que ni siquiera tiene dientes

y respira muy mal

respira a suspiros y a estertores agónicos.


Mi país es de patrias

y patrias por aquí y patrias por allá

y más patrias por el más allá,

mi país es de himnos y de exaltaciones, 

es de romperse camisas 

y de desabrochar los ánimos más exaltados,

mi país es de desfilar ante momias disecadas al sol

y a ritmo de un himno militar que suena a pacotilla de feria.

(Con perdón... como todos los himnos militares).


Mi país es de ruido de sables y botas

y al fondo, se oye una corneta sonar

y es que los colores de las banderas en los desfiles,

enardecen sus venas tan patrióticas,

mi país es patria que está de rebajas,

 además, está de oferta,

se vende al mejor postor,

y se regala a la gran masa ciega y entusiasta 

que le sigue por detrás.


El amor al terruño no tiene límites,

y algunos presumen de ser ciudadanos del mundo,

pero en realidad, 

no ven más allá de su frontera,

les encantan las fronteras y el sentirse superior a algo,

generalmente, a lo que sea.


Pero me temo que al final será verdad, 

que pase lo que pase 

siempre ganan y ganarán los egos...

Ha llegado el invierno


Ha llegado el invierno
y ha llegado con su manto más frío.
Hoy no llueve sobre mojado
porque hoy simplemente, no ha llovido
y sólo el viento ha soplado su gélido aliento
y casi nos deja congelados.
Hoy el grajo vuela bajo
y porque hace un frío del carajo.

TUTE


 

QUIERO SABER



 Quiero saber

si aquello que era antes

ha dejado paso a esto que soy ahora,

si hubo una evolución progresiva en el espacio tiempo

o fue una involución abrupta de caracola.

Quiero saber

si aquello que se movía sólo

era de motu propio

o era alguien que tiraba del hilo

 y me levantaba un brazo

o me hacía dar dos pasos.

AHORA...


 Ahora viajo con Sting a cuestas,

lo llevo dentro de mi bolsillo del alma,

cerca de mi máquina de hacer latidos

y detrás de la fábrica de mis deseos...

EL BICHO...


 El bicho que me corroe

tiene antenas parabólicas

y un morro que nadie se lo pisa,

habla un idioma parecido al arameo

y cuando se ducha

se descama casi entero.

LA RECETA

  


                                   La vida es mucho más sencilla de lo que creemos, el caso es dar con la tecla que pone, "que queremos". Es como una receta de cocina, hay que mezclar los alimentos con los condimentos y según las cantidades de cada uno sale un plato u objetivo distinto. Si haces patatas fritas y le mezclas huevos batidos y un poco de sal, puedes sacar una tortilla cojonuda y si le echas menos huevo te puede salir un revuelto de huevos con patatas. Pues en la vida pasa lo mismo (hoy estoy mesiánico). Si en cambio de un plato de cocina, quieres conseguir ser una persona estable, pues toca poner las condiciones y éstas las tenemos delante de nosotros. Te buscas una relación estable o sea te casas o te arrejuntas con la vecina o con quién sea. Te buscas y consigues un curre estable y mejor que sea fijo. Te compras un coche con tracción a las cuatro ruedas y que tenga estabilidad aerodinámica de sobra y con un motor de mil caballos de esos que molan. Te buscas un psiquiatra que te controle, te dope y que te de estabilidad psicológica y emocional y ¡zas! ya tienes la receta hecha la fórmula mágica de la estabilidad. A partir de ese momento y en ésta sociedad que nos toca padecer, ya eres un hombre con estabilidad pura y resistente.

                                    Sí ya sé y ya sé que eso no existe y que puedes tener todo y más y en cambio estar más perdido que un pulpo en un garaje. Pero que coño, la base es esa, esa es la base de todo que no venden para ser estables, ellos dicen que solo hay que poner los ingredientes e irlos mezclando hasta dar con la cantidad de cada uno de ellos. Se podría hacer un libro de recetas de los estados del ánimo y su correspondencia con la inteligencia emocional. Por ejemplo, quiero estar contento, pues de ingredientes pongo: uno, relajarme en luna piscina de agua calentita y sin alaridos de niños. Dos, quedar con los amigos, que no amigotes, pues para eso está el bar de todos los días y no la piscina. Tres, reírme con el gas de la risa. Cuarto, lo de privar es opcional y según te vaya la mandanga o sea según te siente, pues ya sabemos que hay personas que cuando privan se transforman y a veces les da por llorar y eso va en contra de sentirse contento.

                                 En fin, hay los ingredientes necesarios para estar contento, sólo hay que saber utilizar cada uno de sus ingredientes y darle a cada uno su tiempo y su medida justa. Claro que eso es lo más difícil, saber el tiempo adecuado que tiene cada uno. Recuerdo que cuando era un chaval jugaba ya a éste juego y mezclaba: playa, sombras, fútbol, bicicleta, baile de guateque y sangría y de ahí salía un rebujadito de cosas alucinantes. Ahora bien, si te pasabas de sangría acababas borracho como un piojo y el tema era ese, dar con el punto justo de cada cosa. Cuando lo conseguías, cuando dabas con las medidas justas, ya no era que estuvieras contento, sino que eras el tío más feliz del mundo y puede, que del universo entero.
A mí en el fondo del todo, me importa un pito tanta estabilidad de mierda, por lo menos esa estabilidad tan de plástico y tan de formal y porque siempre he preferido a la utopía y a su inestabilidad. Y lo del trabajo fijo...depende de que trabajo fijo sea. Y lo de casarse o hacer pareja...pues también depende de como sea el tema. Entonces al final, uno es estable o inestable dependiendo del viento que haga y de la fase lunar. Y punto y pelota.

ANTES Y AHORA

 


Y aunque sea un hecho inexplicable,

lo que realmente duele se acaba entumeciendo

y al final, 

se acaba perdiendo por las cloacas de la ciudad.


Tan inexplicable fue el hecho de antes

como lo es ahora,

sólo que ahora duele más

y antes, se sabía que iba a doler

y perdona que te diga...

una cosa es saber que...

y otra muy distinta es

que te retuerzan las tripas y sin saber porqué.

LA LLUVIA

 

 

No hay mucho más que decir,

el tiempo y su pesar, van a pasar igualmente,

las palabras seguirán produciendo el mismo dolor o más,

las ausencias seguirán siendo vacíos sin aire y sin gas,

el jazmín seguirá regalando aromas en las noches de verano,

la enredadera del patio seguirá ascendiendo hacia el espacio sideral,

el limonero seguirá dando inmensos limones gordos y amarillentos,

el día dará paso a la noche

y ésta a su vez, dará paso al día,

y todo seguirá en orden dentro del caos en que hemos vivido,

tú, te levantarás todas las mañanas y dirás

¡joder! que bonito está el día

y yo, mientras tanto,

estaré regando mis plantas

y pensando en el porqué no llueve más

y porque lo bueno que hay en todos nosotros

no puede crecer sin agua de lluvia.


Sabes...al final...

la lluvia es la que nos salvará

de todas nuestras malas historias.

"El mar", John Banville

 


"Cuando vuelvo la vista atrás me doy cuenta de que la mayor parte de mis energías se dedicaron siempre a la simple búsqueda de cobijo, de comodidad, de, sí, lo admito, un rincón acogedor. Comprenderlo se me hace sorprendente, por no decir escandaloso. Antes me veía como una especie de bucanero, enfrentándome a todo el que se me ponía a tiro con un alfanje entre los dientes, pero ahora me veo obligado a reconocer que me engañaba. Esconderme, protegerme, guarecerme, eso es todo lo que realmente he querido siempre, amadrigarme en un lugar de calor uterino y quedarme allí encogido, oculto de la indiferente mirada del sol y de la severa erosión del aire. Por eso el pasado supone para mí un refugio, allí voy de buena gana, me froto las manos y me sacudo el frío presente y el frío futuro. Y no obstante, ¿Cuál es la verdadera existencia del pasado? Después de todo, no es más que lo que fue el presente una vez el presente ya ha pasado, no más que eso.

UN GRAMO DE SILENCIO

 


Es mejor estar callado,

es mejor caminar entre la espesura del vacío de la nada,

shiiiissss...

.¡silencio!...me digo,

y en ese mismo momento me acordé

de como te pesaba un gramo de silencio.

TENDRÉ

 


Hoy olfateé al viento,

esperaba que me llegara tu aroma,

y al final, no me llegó...

tendré que acostumbrarme al olor de la nada,

tendré que desaprender de mi memoria la pócima mágica de tu aroma,

y hacerme agnóstico y ateo.

COSAS Y COSAS MÍAS Y DE OTROS

 

En estado de alarma estoy yo. Yo sí que estoy en estado de alarma perpetuo y con o sin coronavirus. Pero tranquilos, no me he pasado al lado más negro y oscuro de la película. No voy de negacionista por la vida, ahora bien tampoco voy de positivista y todo vale y todo es cojonudo y todo lo que diga el gobierno es acto de fe y amén. Primero, soy médico y como médico opino y trabajo, eso sí, a destajo. Y como médico intento estar al margen de los colegios médicos y eso lo hago por principios y porque me sale de mis adentros (por no mencionar otra cosa fácil de suponer y porque en realidad, me suda la polla). No quiero ser corporativista en pecado mortal y tengo que decir y a voz en grito, que la mayoría de mis compañeros médicos me importan una puta mierda. No les deseo ningún mal, pero tampoco les deseo que aposenten sus culos en el nirvana.

Ni chicha ni limoná, diría el otro. Pero vamos a ver, yo me mojo y sigo opinando que la mayoría de mis compañeros no valen dos peniques y medio. Algunos sí y esos algunos valen mucho más que mucho, pues aparte de trabajar y hacerlo mejor que algunos muchos, tienen que lidiar contra la ideología dominante en la medicina. Que tiene demasiado mucho de facherío de clase médica pudiente y demasiada mierda de derecha. Domina en ellos, la derechona más cruel y se puede entender muy bien porque domina. Porque la derecha defiende los privilegios de la clase médica y sobre esos derechos de clase se montan sus propios colegios médicos y tiro y me toca y después me vuelve a tocar...y entonces hay algunos médicos que se meten a sindicalistas de su clase.

Y nunca mejor dicho, se hacen sindicalistas de clase médica. Al final, resulta que unos son primos de los otros o cuñados que se van intercambiando los distintos puestos  que a ellos les petan de sus santos cojones. Un día, eres sindicalista de clase médica y al otro, te haces gerente de un hospital público y si te dejan tiempo y no te dicen nada, te metes en el colegio médico, como presidente o como secretario general de esa gentuza (¡viva la clase médica y pudiente!). Ellos siempre tienen tiempo y porque hacen muy poco de lo que dicen que hacen. Pero hablando son los mejores entre sus congéneres. Se llenan la boca de babas y de diagnósticos y tratamientos que solo entienden ellos y alguno de nosotros y porque no nos queda otro remedio. La medicina es un mundo aparte, pero si en ese mundo dominan los capullos, entonces la hemos jodido. 

Y habrá mafias y favores y perdones y siempre a cambio de algo. Si les sigues el juego, todo te irá muy bien (tienes padrinos y mafia que puedecontodo). Pero sino, es muy difícil sobrevivir en medio de esa selva que ellos solitos se han montado (con todos sus privilegios, claro). Son doctores, aunque no lo sean, pero ostentan el título igualmente y que nadie ose toserle en su cara. Todos o muchos son doctores honoris causa que han sacrificado media vida y en aras de nuestra salvación de pobres humanos. Que les den por el culo a ellos y a todo lo que representan. Vale, son mafia sin metralletas y no son seguidores de Al Capone, pero poco les falta. Son médicos y en médicos se debían quedar (sin más añadidos de clase). Como yo me tengo que quedar en cada día que sufro en mis carnes. Bueno, todo esto fue una especie de desahogo, que llevo toda la vida pensando en ello y que hoy y algún otro día, me ha dado el punto de cagarme en toda la clase médica. Que me perdonen los buenos médicos y los que se han dejado media vida en el tema. Que son muchos y sino son muchos, os juro que me da igual. Y es que para lo que me queda en el convento..me cago dentro y además, me limpio el culo con papel de fumar.

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...