Y hoy es Domingo y son las 11 de la mañana u 11 a.m.. Y bueno, el día es como otro cualquiera pero tiene el sello dominguero: solecito dominguero, tranquilidad festiva y las campanas de la Iglesia que no paran de reclamar y creo, que reclaman asistencia humana para llenar sus templos. Por lo demás, lo de siempre: darse un paseo dominguero y comprar la prensa dominical. Pues por aquí, no hay muchas noticias nuevas, bueno sí, que por ésta Isla pasó un "cap de fibló", como por aquí le llaman a un tornado y que como ésta Isla es muy pequeña tampoco hace falta un gran tornado para alterar su pequeña tranquilidad, pero yo lo agradezco y agradezco con devoción que haya dos mierdas de acontecimientos al año y que así llamen la atención de los lugareños, pues es una forma más de que los forasteros pasemos desapercibidos.
En realidad, por todos los sitios en los que he vivido ha pasado lo mismo y es que cuando el localismo impera, sale una especie de mentalidad mezquina y estrecha, salen a florecer los egos lugareños y entonces, ese piedra que ves todos los días y que además..., y que además estás hasta los cojones de verla todos los días, pues resulta que de repente, se ha convertido en monumento y de ahí, a que se convierta en algo sagrado queda un paso. Será el monumento que representa nuestra idiosincrasia local.
Pues todo esto que os cuento fue escrito ayer, Domingo. Porque ahora es Lunes y creo que me va a pasar lo de ayer y es que a veces escribir algo requiere un esfuerzo sobrehumano y yo por ahí no paso: o escribo con ganas o no escribo nada y por eso me despido y hasta que las ganas me invadan.
En realidad, por todos los sitios en los que he vivido ha pasado lo mismo y es que cuando el localismo impera, sale una especie de mentalidad mezquina y estrecha, salen a florecer los egos lugareños y entonces, ese piedra que ves todos los días y que además..., y que además estás hasta los cojones de verla todos los días, pues resulta que de repente, se ha convertido en monumento y de ahí, a que se convierta en algo sagrado queda un paso. Será el monumento que representa nuestra idiosincrasia local.
Pues todo esto que os cuento fue escrito ayer, Domingo. Porque ahora es Lunes y creo que me va a pasar lo de ayer y es que a veces escribir algo requiere un esfuerzo sobrehumano y yo por ahí no paso: o escribo con ganas o no escribo nada y por eso me despido y hasta que las ganas me invadan.
