UN PEQUEÑO CUENTO DE MÉDICO

 



Hoy es Martes y de nuevo estamos ante un día precioso de necesidad o sea, precioso hasta la Médula o el Tuétano de los huesos. Y hoy y como no, vuelvo a estar de guardia de avión localizada o sea, estoy en mi casa esperando la llamada del horror, aunque a éstas alturas de la vida ya no hay horror posible, he visto todo lo que tenía que ver o casi y creo, que muy pocas cosas me pueden asustar en plan médico. Y escribo esto y estoy pensando en mi primera Guardia de médico y en lo cagado que estaba. Me acuerdo que rezaba entre comillas para que no entrara nadie en el Servicio de Urgencias y también me acuerdo de tener en el cuarto de al lado un libro de medicina abierto y así funcionaba...

       - Perdone...tengo que ir al servicio y me metía todo loco en el cuarto de al lado.

Bueno eso y las chuletas o apuntes que llevaba por todos los bolsillos. Y la noche, la noche era un puto infierno y si escuchaba el motor de un coche ya estaba de pie pensando que ese coche me iba a traer clientes médicos y así, pasaba con cualquier ruido que oía y ¡joder! si no hay ruidos por las noches y en consecuencia, yo no pegaba ojo en toda la noche. Al día siguiente salía echo puré pero bastante satisfecho conmigo mismo, pues yo sabía (como todos sabemos) que a base de días y de guardias que iría aprendiendo.

Y así se forja un Médico y cuando tenga nietos les contaré éste cuento, pero mientras tanto, os lo cuento a vosotros y porque a alguien se lo tendré que contar. Pues, ¿qué son los cuentos si no se pueden contar?

SONRÍO....

 



Estoy herido...pero no estoy muerto,
estoy tocado...pero no estoy hundido,
estoy jodido...simplemente estoy jodido,
y porque no decirlo...
              ¡me estoy acostumbrado!.
Me duelen los disparos y los trozos de metralla,
me escuecen los ojos por falta de lágrimas,
y oigo aullidos en las noches de solsticio,
no sé, algo me pasa,
algo que me desintegra en miles de átomos
y que al mismo tiempo me hace sonreír...
....¡es la ironía!, me digo...
y entonces pienso:
      ¡estoy jodido y por eso sonrío!

CRISTINA PERI ROSSI


 

GLORIA FUERTES

 

Louise Glück

 


"En el metro con mi librito
como para protegerme
de este mismo mundo:
no estás sola
decía el poema
en el túnel oscuro".

David Foenkinos


"Al final, cabe preguntarse si la casualidad existe de verdad. ¿Quizá todas las personas con las que nos cruzamos recorren nuestro perímetro con la esperanza incesante de cruzarse con nosotros? Pensándolo bien, es cierto que a menudo parecen jadeantes.

JABONES (David González)

 

Jabones

 



Pensad en ella:
una mina,
de unos treinta,
de ascendencia vasca,
iribarren:
fabrica
jabones
con agua de plata,
agua de lluvia,
esencias
y           una planta
que crece
sin que nadie la siembre:
fabrica
jabones
que luego vendemos
en el mercado de trueque,
porque no hay trabajo hace mucho tiempo
y           comer
es muy complicado:
un paquete de arroz
cuesta lo mismo
que un par de zapatos:
por eso todo el mundo quiere irse:
por eso y porque la represión policial es brutal:
así que pensad en ella:
pensad en Laura
la próxima vez
que os lavéis
las manos:

 


CONSERVAR EL FUEGO (Begoña Abad)

 

Conservar el fuego desde que fue
inventado.
En eso consiste, cada día,
esta tarea de vivir.



LADRONA (Pedro M Martínez). Blog "Glup 2.0"

 




 Ladrona




Soy una ladrona y estoy atenta.

En invierno desvalijo los chalets vacíos de las urbanizaciones de la costa. Microondas, 
televisores, pequeños electrodomésticos que puedo transportar sola y vender después. 
Casi nunca hay dinero, ni joyas, solo silencio y casas amuebladas con mal gusto. 
Y frío, hace mucho frío en esas casas.

Soy una ladrona y soy culta.

También robo libros, es difícil encontrar bibliotecas en estas segundas viviendas, como mucho
hay algún best seller, novelitas de amor o del oeste, revistas del corazón, cosas así. 
Cuando encuentro algo interesante lo leo antes de venderlo en el mercado de la Ronda.

Soy una ladrona y estoy sorprendida.

En un adosado de los de ventanas azules, los últimos que construyeron junto a la playa del 
faro, entre otras cosas ayer encontré un ordenador portátil, un bello objeto tecnológico 
Estos aparatos se venden bien. Por curiosidad lo encendí y jugué con su teclado negro - una
ha hecho cursillos de Word y Excel en el módulo y sabe- , rebusqué entre los 
programas, escogí fotografías. El dueño debía ser trabajador, el trasto estaba lleno de fotos de 
casas, de perros, de niños, de la costa al amanecer, por la tarde, las luces de la noche y un 
archivo: Ella. Lo abrí. Una foto. Era yo forzando una ventana, se me distinguía perfectamente. En otra rompiendo un cristal, tan cerca que se me veía el color de los ojos. Otra escalando un 
balcón, de espaldas. No entendía nada, había muchas más, ese cabrón me conocía, 
me había seguido muchos días. Me fui de allí, rápida, de vuelta a Barcelona tiré el ordenador 
al agua en el puerto.

Un coche se ha estacionado frente a mi casa y ahí está, lleva tres horas parado con las luces 
apagadas. Seguro que él sabe que estoy aquí. ¿Quién será?

Soy una ladrona y estoy asustada.

COGER LAS COSAS

Si yo tuviera forma de gancho
cogería las cosas por la raíz,
pero como no la tengo,
ni creo que la vaya a tener,
tendré que coger las cosas
por donde ellas se dejen coger.

TODO LO QUE SE ACABA TIENE UN PRECIPICIO



Si regresara a aquél amanecer
quizá te hubiera dicho
me quedo contigo
y no ocurriría lo que nos pasó.

Lo de nunca es tarde
lo dejo para quién se lo crea,
siempre es tarde cuando vas con retraso
y tan tarde es... 
que está empezando a anochecer.

¿Volver a empezar?
¿qué significa volver a empezar?
se puede traducir por ejemplo al italiano,
o al francés o inglés.

¿Se puede volver a empezar lo que está acabado?,
me temo que no,
todo lo que se acaba tiene un precipicio
y todo lo que empieza tiene una única meta
y esa meta es... ¡hasta que todo se acabe!.

IVÁN TUBAU


 

Nos teñiremos pelos, almas y corazones.

Juraremos amor eterno si es preciso

para ser algo más felices un instante. 

Ni la mejor mentira, amor, es la verdad.

 



MAR MEDITERRÁNEO (Sophia de Mello)

 

 

“Los que avanzan de frente hacia la mar 
y en ella entierran como un agudo acero 
la negra proa de sus barcos 
viven de luz de luna y poco pan".






ERICH HARTMANN


 

¿Y QUE ME QUEDA?

 



¿Y que me queda?
¿me quedas tú?
¿me quedo yo?
¿nos quedamos los dos?
o simplemente me adapto a mi alrededor
y me mimetizo en ésta jungla de objetos perdidos,
pues sinceramente 
es lo que ahora somos
objetos que tuvieron su valor 
y su antiguo peso específico,
que fuimos y que ya no somos,
que en fin, ¡que pudimos!
y si ya no somos es porque nos dejamos ir
y de ahí a la rendición y al sometimiento al vacío
hay una minúscula secuencia,
y entonces y en consecuencia
yo me rindo
tú te rindes
y la cobardía será nuestra letanía de cada día...

¿¿¿¿PORQUÉ????

 



Así no era,
era de otra forma,
éramos molinos gigantes,
y cuando queríamos volar, 
¡volábamos!
y cuando queríamos dar vueltas alrededor de nosotros mismos, 
movíamos las aspas y removíamos sentimientos,
y así, levantábamos vuelo y hacia no sé sabe donde...
y es que todo era fácil, 
reír era un simple movimiento de labios, 
y sonreír era un rictus permanente,
no sé..., yo te quería
y tú me preguntabas 
¿qué como se puede querer tanto?
y ahora yo te pregunto:
¿¿¿¿Porqué?????

DUENDECILLOS

 


No hay días sin que me hablen voces,
no hay noches de puro descanso 
y tardes de bailar tangos a la luz de un faro,
en cambio...
hay ruidos, muchos ruidos,
y hay sueños convertidos en pesadillas,
y hay dudas que se clavan en las cervicales,
y hay duendes que permanecen impasibles,
que parece que duermen,
pero que en realidad, están sobreexcitados,
y es que viven de mantener despiertos cuerpos dormidos,
es su fin y es su historia,
oyen un sonido y se alteran alborotados,
notan la brisa marina y despliegan velas...
y gritan todos al mismo tiempo: 
¡a toda máquina!.
Son como pequeños y diminutos humanos, 
son duendecillos que se meten entre neuronas,
son parte de sipnasis o de puentes intercelulares,
o parte de las membranas celulares...
en fin, 
son pequeñas historias que flotan y te incordian, 
son pesadillas que se clavan como alfileres,
y son...
la parte más oscura que tiene la vida.

GESTIONES Y FILOSOFÍAS



Yo soy de los que pienso esto que voy a decir ahora: que por mucho que nos dediquemos a gestionar bien y mucho mejor nuestras puñeteras emociones, no todo va a salir bien y porque entre otras cosas esa buena gestión depende de nuestra buena voluntad ( es decir, de las ganas que tengamos de cambiar), que es como llamaban antes a la puñetera gestión de las emociones y le llamaban Voluntad y que ya puestos, me suena mucho mejor Voluntad que Gestión y es que la palabra Gestión no deja de sonarme a economía de mercado y a bolsa bursátil. Que tampoco quiero decir lo contrario o sea, que dejemos de gestionar nuestras emociones. ¡Joder! gestionemos y pongamos toda la voluntad necesaria para ello, de todas formas la palabra Gestión ha triunfado y porque nos las han metido en la puta mollera y a fuego lento.

La maquinaria funciona y en estos putos tiempos de internet y demás mierdas, cuando se pone de moda una cosa después se extiende como una mancha de aceite y en éste puñetero caso, ya somos todos gestores de nuestras emociones. Mirar como es de peligrosa la cosa, que un día se puso un tío yanqui a correr por todo México y con una tribu autóctona y corredora y al día siguiente, estaba corriendo gente por todo el mundo y lo peor del tema, es que aún siguen corriendo y es más, hasta el tipo yanqui corredor se permitió una licencia filosófica: "la filosofía de la vida corriendo", porque al parecer no se ve igual y puestos en el hipotético caso de que alguien no te deja correr (mira, que tiene que ser malo), simplemente lo matas y a tomar por culo.

Veis como va el tema, éste es un buen y típico ejemplo de una buena gestión de las emociones: si no te deja correr, lo matas y punto y pelota. Como aquél pirado que siempre corría, que mandó un correo a una Revista de corredores y donde el pobrecito le preguntaba a la puta redacción de aquella especie de revista ¿que como iba a correr después de la noche de Bodas?. Claro que ahí hubo un click dentro de mi, pues ahí entendí que el cerebro no tiene nada que ver con el correr y ¡menos mal! me dije...porque en ese momento me iba a comprar unas zapatillas corredoras y venga a correr como un correcaminos o como un yanqui que se fue a México y en busca de su Cerebro. 
PD: por cierto...nunca lo encontró.

EL VIENTO Y LA PAZ


El viento, el viento mi gran aliado y hoy hubo viento y la luz con el viento se hace especial y entonces me supongo, que yo también brillaré de otra forma y manera y por eso en el día de hoy, me siento un ser especial. Pero bueno y todo hay que decirlo, yo en general me encuentro especial muchos días de mi vida y con o sin viento y con o sin Luna (que es otra de mis debilidades), con o sin mis insomnios y mis pesadillas. Por ejemplo hoy, hoy estoy entumecido por mi falta de descanso, pero ya sabemos lo que nos dice al respecto el el refranero popular: "que la procesión va por dentro" y por dentro, soy todo un volcán en erupción constante y es que no me apago ni con un baño de agua fría, primero porque no me meto ni de coña en agua fría y segundo, porque me siento incombustible y  tal y como si llevara puesto un traje ignífugo.

Pues ahora el Viento se ha calmado pero a mi me ha dejado todo excitado y es que ahora no quiero calma y además odio la tranquilidad. Ahora quiero guerras, asesinatos, revueltas, batallas, barricadas y manifestaciones violentas. Como en mis tiempos en Santiago de Compostela y que después de una aburrida Asamblea de estudiantes, sentaba como dios una bonita y agresiva manifestación y venga palos y venga carreras y venga a gritar consignas y exabruptos a todo trapo y al final y como no podía ser de otra manera, dormías como una puta Marmota. Pero claro, ahora vivo en un pueblecito sumamente pacífico y nadie se alborota ni dice nada de más ni de menos, bueno YO..., pero ahora yo valoro un huevo y la yema del otro, como decirlo, mi clandestinidad o sea, el pasar desapercibido dentro de mi Pueblo.

Yo ya dije mis cosas y en su momento, pero ahora adoro la tranquilidad vecinal y mira que médico más buena persona y que majo y que simpático...y yo pienso para mis adentros: no lo seré tanto, ni de coña lo seré tanto, pero me da igual y porque mi primer y último fin, es el que me dejen en paz.

JULIO CORTÁZAR