Yo nací de izquierdas y radicalizado, yo nací solidario (aunque siempre se puede mejorar), nací zurdo y contrariado y siempre viví en el borde o en el filo de las cosas, como si al hacer algo y al mismo tiempo, necesitara ver lo que hay al otro lado. Y no por desconfianza, sino y más bien por curiosidad, porque yo quiero conocer y saber lo que me espera si hago esto o lo otro. Nací mirando al mar de Vigo (al océano Atlántico) y aunque no me gusta bañarme en sus aguas frías, tengo que tenerlo a la vista, digamos, que ahí tiene que estar y como mi más fiel compañero,. Nací mirando el mar y moriré mirando al mar, principio y fin de mi vida.
Nací espléndido y derrochador, la pasta me quema los bolsillos y el cutrerío me pone de los nervios. No soporto lo cutre y lo tacaño. No soporto al que se esconde con tal de no pagar a la hora de pagar o al que justo se va al baño a esa hora, porque eso me indica la mezquindad de su podrida mente, me indica que piensa más en lo que ha ahorrado que en lo que se debía gastar y para él y para los demás. Y eso encoge a la mente y la convierte en una garrapiñada. Ser espléndido no tiene nombre, ser espléndido indica que te importa mucho menos lo material, que prefieres el dulce sabor del buen acto, del buen hecho, de lo que se debe hacer, es decir te importa la sensación del alma y esto, los que van de cutres y tacaños, nunca lo entenderán y porque no son capaces de entender que hay mundos paralelos y reales y en los cuales no domina el dinero y lo que realmente domina es el placer de compartir y no el de poseer.
Y bueno que os puedo contar...que de tan espléndido que fui conmigo y con los demás, he pasado épocas de auténtica sequía...tieso y seco y sin nada más que lo puesto. Y después dicen que todo se puede cambiar, pero no saben que hay cosas que nunca se podrán cambiar, como por ejemplo, si has nacido espléndido o tacaño, porque el que es espléndido calculará una o dos veces, pero después se le escapa su vena espléndida y el tacaño te invitará dos veces, pero nunca dejará de calcular lo que se ha gastado o te dirá: yo te he invitado dos veces y ahora tú me tienes que invitar otras dos veces...Y es que no hay solución con quién ha nacido con un puto euro en su cabeza.