MOMENTOS (Poema)

Si yo también sufro,

y eso que parezco de acero,

pues soy fuerte y soy sólido,

pero en el fondo soy de algodón,

de fino y curioso algodón,

y los elementos me afectan,

y si llueve, me mojo y me encojo,

y si sale el sol, yo soy como un girasol,

y giro y giro hasta que el sol es mío,

soy lagarto o soy lagartija,

y un poco de sol me enternece,

y mucho sol me quema las venas,

y quiero el sol, como quiero a la luna,

y adoro los momentos dichosos,

o los momentos felices,

o ese momento en que te conocí,


y te vi y me enamoré de ti.

EL DON DE LA PALABRA (Poema)

No soporto a las palabras afiladas,

esas que primero te hieren y que después te estallan,

o las palabras que no parecen nada

y en realidad son dardos envenenados

y las que se cubren de un velo suave y tierno,

y son flechas que te atraviesan

y que después te matan.

Y puedo parecer pusilánime y sensible,

pero las palabras son potentes armas,

y que si están bien cargadas de veneno

te pueden hacer demasiado daño.

El don de la palabra,

el don de la palabra no es único, pero casi,

es de unos pocos y es de unos cuantos,

y una palabra bien dada y en su momento,

es como dar una estocada,

y en el centro y para dentro,

y después a esperar,


a esperar que el otro se desplome.

UN VERANO FRESCO

Ya son la 1 de la mañana de un día cualquiera de verano, pero de un día de mis vacaciones y eso ya es de por sí, un hecho muy importante. Es como un hecho histórico, bueno para mí lo es y eso es lo que importa. Estoy en Chiclana (Cádiz) y hace un verano fresquito, calor por el día pero sin quemarse y por las noches refresca bastante. Pues yo pensaba que todo el mundo estaba contento con un verano fresquito y de feliz durmiente y resulta que no, que algunos se quejan de no se puede estar en las terrazas por las noches y por la fresca que pega con el viento del Poniente.

Hasta ahora todo el mundo se quejaba del viento contrario, el viento del Levante y porque es un viento muy seco y porque viene del desierto, del desierto africano y claro, da un calor insoportable. Y como siempre pasa, uno se queja de lo que no tiene, pero estoy seguro que en éste caso uno se queja de todo. Y si hace Poniente, porque no hace Levante y al revés también vale. La cuestión de fondo, es quejarse. En cambio de disfrutar de éste calor suave y fresquito, uno se queja porque no puede estar en las terrazas.


Y yo digo, que me importan las terrazas, si yo puedo dormir a pierna suelta. Yo quería un verano fresquito y por eso estaba dispuesto hasta ir al Norte de España y resulta que por penurias económicas y por otros factores que ahora no voy a mencionar, al final tuve que anular mis planes y me tuve que dirigir al Sur de España y con sumo gusto. Y aún encima tuve la suerte de encontrarme con esa caricia suave y refrescante que solo te da el viento de Poniente. Pues nada que por mi, que se jodan todos los terraceros y vivan los que nos conservamos frescos.

MIERDA

Dos brazos, dos piernas, dos verdades y dos verdades universales. Una que el mundo es una mierda y la otra es que nosotros somos los que la removemos. Y no hay disculpas y que la culpa es del otro o de los gobernantes de turno, la culpa es nuestra. Yo veo cosas  que a lo mejor no ve el resto y veo campos llenos de bolsas de plástico y veo desagües ilegales y que por cierto van al mar o al río directamente. Y veo basura y veo ríos densos de tanta mierda y mares que parecen sopa con champiñones.

Y es triste y es deleznable. Y aquí no hay por favores, aquí debía haber penas de muerte y quién eche un plástico al campo que se lo coma y sin patatas fritas. Porque a éstas alturas de la película, nadie produce una pequeña bolsa de basura, genera un saco y un saco de mierda plastificada. Generamos varios mundos de mierda y esa mierda se condensa en inmensas capas de ozono y todo se nubla y todo se muere. La parte oscura de la vida es esa, la mierda que se condensa.

Pero bueno, somos ratas y nos encanta andar por las alcantarillas de la mierda. Nos gusta la oscuridad siniestra y que las moscas nos revoloteen como si fueran lindas mariposas. Nos gusta el plástico y sus derivados y para resolver o más bien para atenuar nuestra mala conciencia, nos dedicamos a reciclar la mierda. Y no sería más fácil, digo yo, dejar de fabricar mierda plastificada y así otro gallo cantaría.

LA PUNTA DE UN ICEBERG

 Ahora todo es más difícil los reflejos van pidiendo un descanso los tendones se relajan y contraen menos y peor que antes la vista pide aux...