Sí..., todo debía ser instantáneo y quieres algo y lo obtienes al momento y deseas algo y estiras la mano y ya lo estás tocando. Pero no, el mundo está muy mal hecho y te enseñan a pedir las cosas, pero...pero...pero tienes que aprender a tener paciencia y por tanto, tienes que aprender a saber esperar y eso es toda una ciencia universal. Y dicen que la paciencia es la madre de la ciencia, pues si es así, me cago en la ciencia y en la madre que la parió. Y es que yo reivindico mi impaciencia y porque no estoy dispuesto a perder el tiempo con largas y penosas esperas y es que el tiempo no se regala y porque además, yo tengo muchas cosas que hacer. Y habrá algunos que dirán a éste tío le carcome la impaciencia y es verdad que me carcome y me come, pero yo ¿qué puedo hacer?.
Claro que a veces mi impaciencia se desata más de lo normal y de lo establecido y me dan ataques de impaciencia y después, viene el ansia, los subidones, las ganas de comer chocolate, las grandes bajadas y sin frenos, los sarpullidos en mis ingles, las ganas de matar a alguien o de comerlo a besos y en ese orden o en el inverso. Mi culo es profundamente inquieto y busca continuamente nuevos sitios donde cobijarse. Y yo sé que la vida debía ser de otra manera, mejor dicho, mi vida, pero si yo nací comiendo aire y viendo el grandioso océano Atlántico ¿que se puede esperar de mi?, que me dedique a contar lindas ovejitas y que pase el tiempo o me dedico a trasquilar ovejitas a toda hostia y así hacerme unos lindos jersey para el Invierno.
Y ahora, que ya estoy añejo y tengo el tiempo contado, no se puede pedir la paciencia que nunca he tenido. Ahora, toca ser más impaciente que nunca y si a alguien hay que llamarle estúpido en su puta cara, se hace y para que se entere de una puta vez. Ahora no hay disculpas para no decir las cosas claritas y nítidas y si un tío es imbécil, se lo dirás dos veces y si hace falta te llevas a un traductor de signos, de símbolos, de lenguas y de lo que haga falta o sino le haces un "tatu" que ponga: "yo soy imbécil".