YO NO...

 

Yo no estructuro nada.

Yo no distingo entre el bien y el mal.

Yo no ordeno del 0 al 10.

Yo no te digo

tú vas primero

y el último de la fila serás tú o seré yo.

Yo no te impongo ese orden,

el orden lo imponen los astros y los asteroides,

el orden tiene planetas y satélites

y un cielo que no entra en el cielo de mi boca.


DESPUÉS DEL TEMPORAL

Dicen que después del temporal viene la calma apacible y viene la reina de las calmas. Y por tanto yo debía estar en modo calma, pues ha pasado por delante de mi todo un temporal de emociones, algunas son las habituales que hay alrededor de la muerte de alguien cercano (y en éste caso, fueron dos personas) y otras son más raras o menos reconocidas por mis antenas sensibleras... por ejemplo, el miedo a que esté llegando tu hora y porque como decía el otro, de cada vez los disparos y las bajas son más cercanas. Y ¿qué podemos hacer ante ello?...pues muy poco, podemos dejar que el tiempo transcurra y porque tiene que transcurrir de por sí, podemos tapar los mayores desaguisados que hayamos cometido (los que puedas, tampoco te hagas el mártir sacrificado, pues a veces las cosas no tienen arreglo) y sobre todo, podemos disfrutar de la paz después de las tormentas y dejar que fluya esa paz...Ahora bien, sin caer en la placidez tontuna del que flota porque es su filosofía de vida. Lo que sí podemos hacer es mejorar en nuestras relaciones diarias y hacernos más comunicativos y más amables con el entorno y con los demás, pero insisto...sin que eso nos lleve a darnos todos por el culo y hacer un tren...pues estoy convencido que para ello hay que seguir siendo selectivos, cuidadosos y nunca dejar de ser cariñosos. Qué vamos a ver, que de repente no nos pongamos todos en fase trascendental y de exaltación de la amistad y porque morir vamos a morir igual y por muy amigos que seamos también moriremos igualmente. Nadie se va a salvar de la quema...

Que sí...que hay que aprender y mucho de los que se han ido. Él (mi compañero de trabajo)... tuvo una muerte repentina y eso en parte, lo envidio y en cambio Ella (mi amiga)... tuvo una muerte larga y agónica y que supo llevar con la mayor dignidad del mundo y eso sobre todo, lo admiro y lo honro y hasta me saco el sombrero. Quiero decir que para mi no hay mayor honra en ésta vida que saber morir con dignidad y Ella, ya en vida me lo había demostrado, pero cuando tuvo a la muerte de cara, me lo acabó por confirmar. Hay gente o personas que saben morir con dignidad y no con dignidad doblegada tipo cristiana, sino que saben morir con la cabeza bien alta y mirando a los ojos de los que le rodean y porque no hay nada que ocultar y si hay, dará igual y porque morirá igualmente con toda su dignidad integra. Pocos o pocas pueden decir esto, pero además pasa que nunca lo van a decir y porque su dignidad se mueve dentro de su amable silencio y se llevarán ese secreto a la tumba...pues ellos son de otros mimbres y no tienen necesidad de halagos y carantoñas innecesarios y les llega con la carga emocional más espartana y más básica y con un simple beso y un simple adiós... cargan su mochila emocional para su próximo viaje. La sencillez de todos su actos, les precede y les honra. Y la Humildad y el saber estar y no podía faltar, su gran Humanidad.

Pero así es la vida y unos mueren de repente (y yo me pido eso) y otros mueren largamente y su agonía se hace dura, duradera y por desgracia, sumamente dolorosa. Pero nadie tiene el poder escoger su tipo de muerte, (salvo claro está, el que se suicida) y a los demás nos toca esperar primero...el momento, segundo... la forma de muerte y tercero...el como y su tiempo de evolución. Y el porqué...queda sin contestar, pues lo evidente no se contesta, ya que una vez que hemos nacido ya sabemos que hemos de morir igualmente. Y esa es ley de vida y no se hable más...Pero igualmente a mi me gustaría morir dignamente...


ESPANTAPÁJAROS


De verdad os lo digo...

 Ésta especie de humanidad en la que vivimos y además nos rodea...apesta a cuerpo y mente podrida. Más de un millón de personas presentando condolencias a Maradona, aparte de todo el resto de declaraciones y manifestaciones que se dedicaron a ensalzar su figura hasta casi y sin casi adoración. O sea que el fútbol levanta pasiones y no las levanta que haya hambre en la tierra o que la injusticia sea un hecho demasiado frecuente. 

Adonde vas chico, que diría el otro. ¿Pensabas que dentro de esos millones de cuerpos humanos había más humanidad?...¿eso pensabas?. No señor, hay un balón de fútbol que ocupa el 90% de su cerebro. Y como a un ídolo de masas se le perdona todo y porque además es un dios en la tierra, pues todas sus miserias humanas (que fueron muchas) se les concede el indulto y la amnistía. Era machito pero jugaba al fútbol como los dioses. Era maltratador pero seguía jugando al fútbol como si fuera dios. Era cocainómano, pero en su caso no importaba (habría que ver si lo fueras tú). Era alcohólico pero como era como un dios resultaba ser gracioso.

A un dios todo se le perdona. A un ser humano normal de esos que andan todos los días por su casa, se les acribilla y se les condena al máximo ostracismo y en la cueva más alejada. Que si drogadicto, que si mala persona, que si es un delincuente, que sino se desintoxica habrá que encerrarlo en prisión. Que si es un peligro público. Que si se ha colgado del alcohol y otras drogas, ha sido por puro y puto vicio y no como Maradona que estaba colgado por ser un dios humano y claro, ya se sabe que los dioses humanos tienen sus propias debilidades y que a un dios todas se le perdonan.

El ejemplo de Maradona refleja una lucha dialéctica entre dos formas de pensar totalmente diferentes y contradictorias de como funciona y como debe funcionar el mundo y la humanidad. Si queremos seguir adorando a ídolos con pies de oro pero con mente del tamaño de un nuez, pues eso, eso es una alternativa. Y la otra, es la de liberarse de semejantes yugos. No es el hecho de la muerte de Maradona al que yo le quiero dar importancia y es el hecho de que una vez más, se está adorando a un espantapájaros.

QUE NO ME SUEÑES


Que no me sueñes

que no me sueñes porque me duele.

Cada sueño tuyo que habla de mí

es un dardo envenenado.

Cada vez que me pasas por las estrecheces de tu mente

aplastas mi esqueleto como una boa constrictor...

Tú, no lo sabes

pero en la distancia

me sigues haciendo daño

y cada palabra escrita que lleva tu huella

es una agresión a mi inteligencia

y una herida abierta en mi pobre alma inmunda,

me agredes, me alteras,

me descompones y no me das más opciones...

yo me revuelvo con más fuerza, si cabe

y contraataco por el flanco más débil,

yo también sé aprovechar los resquicios que dejan las mentes perversas,

me cuelo en ellas y no pregunto por nadie

y cuidado 

porque cuando me instalo en cualquier esquina que me dé cobijo

no respondo de como serán las consecuencias.

(Siempre digo lo mismo y después, no pasa nada).

VIVO DE SUEÑOS

 


Vivo de sueños,

pero no vivo de sueños rotos.

En mi infancia soñaba de cuerpo entero

y ahora sueño que mi cuerpo ya no es mío y es de otro,

ahora soy más de mantener en pie mis pequeñas aspiraciones

y que nadie me las toque

y antes, era de crear olas gigantes.

Ahora voy vestido de orgullo y humildad

y antes me disfrazaba

de vendedor de sueños imposibles.

Ahora no vendo nada

pero tampoco compro

y en tal caso regalo lo que puedo,

soy espléndido y de ángulo abierto,

te ofrezco y te doy lo que puedo,

un beso, una caricia

una flor, una planta, un verso

 un yo te quiero

o te doy las buenas noches

y mientras mi brazo rodea la curva de tu cintura..

ÁNGEL MANUEL GÓMEZ ESPADA (Blog "Rua das Pretas")

 


Hace veinte años el futuro era metalúrgico.
Desde luego, no era esta ciudad,
estas calles amarillas que fotografío,
estos cafés de debate y mercadillo.
Ni esta casa donde habito,
patrocinada por las repúblicas independientes de Ikea;
ni mi madre en una silla de ruedas,
viuda y con dos piernas como columnas jónicas;
ni mi hermano en el paro,
cosido a una incertidumbre
patrocinada por el Banco Santander;
ni los amigos tan lejos,
en los extrarradios de Europa.
Por supuesto, no entraba dentro de los planes
de aquel futuro siderúrgico y profiláctico
este trabajo que me abochorna y aletarga,
que se come mis memorias de domingo;
ni esta mascarilla que me proporciona
el oxígeno suficiente para seguir ejerciendo
el difícil arte del sueño;
ni una hermosa ahijada en Lyon
que enciende cualquier primavera
y que crece durante llamadas telefónicas.
Algunas certidumbres sí que estaban:
Lisboa, París, Roma, Pekín
y el dulce reencuentro con la nieve,
siempre bienvenida.
Pero de alguna manera tú sí estabas.
Comenzabas a mostrarte en aquella nebulosa,
a convertirte en lo que acabaste siendo:
esa melodía a la que uno siempre regresa,
como regresamos a Mozart o a Pessoa,
y que nos obliga a sentirnos cómodos
y en armonía con la vida,
por muy cenicienta que se nos presente,
agazapada entre nieblas y dudas.
Porque la vida es Luciano cantando Nessun Dorma
y no lo que asoma por los telediarios.
Es tu pure, o Principessa, Nella tua freda stanza,
y no caídas en las bolsas europeas,
cadáveres en Siria o Palestina,
matanzas en Boston o en Connecticut.
La vida es tu mano mostrándome el futuro,
semilla y certidumbre.

APRENDÍ

 

En realidad...yo no fuí tan lejos.

De alguna manera

yo siempre estuve aquí

siempre estuve cerca y alrededor de mí,

cogido por mi cintura

agarrado al viejo árbol que me cobija

sintiendo su corazón palpitante

acariciando su epidermis

escribiendo poemas bajo su sombra

recorriendo mi vida con viejas canciones

bailando desnudo con el mar bajo mis pies,

gritando ¡amor mío!

y cuando aún no sabía

lo que era el amor.

Pero eso aprendí

y aprendí a desear antes que a sentir.


ANÉCDOTA (Antonio Muñoz Molina)


📗Dice la viuda de Borges, María Kodama, que durante uno de los viajes transoceánicos que hicieron, ella iba distrayendo el tedio de las horas en avión con un walkman en el que sonaban canciones de los Beatles, y que Borges, sintiendo curiosidad por aquella música que para él debía de ser más exótica que las sagas islandesas, le pidió que le prestara los auriculares. El autor del Aleph permaneció un rato moviendo la cabeza como si asintiera, escuchando por primera y seguramente por última vez en su vida She loves you y Help y Love me do y A hard days night, primero con la expresión de estupor con que un hombre del siglo XIX que viajara en la máquina del tiempo de Wells escucharía la música de finales del siglo XX, y luego con un aire de creciente interés, de deferencia, de gradual aprobación. Cuando la cinta llegó al final y saltó el mecanismo del walkman Borges se quedó quieto, sin quitarse los auriculares todavía, sonriendo con aquella mirada de ciego que ve luces amarillas y sombras, y María Kodama le preguntó qué le había parecido aquella música.
-Trivial, pero maravillosa -dijo Borges
.

YA QUISIERA YO


Ya quisiera yo querer sin más,
 simplemente querer
  y no dejar éste peso insondable dentro de mi alma.
Ya quisiera yo querer libremente,
 querer claro y sin tapujos
  nada de malas sombras
y de oscuros presagios y profundos miedos...
libremente como te pienso en mi mente:
desnuda, 
 viva,
  vestida,
   dormida,
    sonriente,
     enfadada,
      tierna,
con hambre de tres lunas,
limpia,
 sucia,
  atormentada,
   rebelde,
    rebotada,
     amargada,
    risueña,
  simpática,
 con o sin legañas...
Ya quisiera yo verte así,
 libre, 
  enorme,
   grande, 
    inmensa,
   tierna y a la vez, dura.

¿QUÉ IMPORTA?


Esta foto quizá sea un montaje...
pero sería un montaje de un bonito sueño. 
Y entonces ¿qué importa?
si es un sueño vestido de elefante y de niña o niño
y esa mano sutil y profundamente cariñosa
sobre la zona renal del paquidermo
y él tan tranquilo sentado
y mirando el panorama
que por otro lado,
parece no tener muchos alicientes,
un puto descampado de una ciudad cualquiera,
y al fondo, un edificio todo deslustrado
que da más pena que gloria,
eso sí,
 monstruosamente grande,
más feo que el arquitecto que lo parió
y más triste que el taburete
donde se sienta la niña o niño.

COMO COMPRENDER


 Como comprender 

que lo que no tiene sentido

es como alguien que desaparece del mapa

y no te ha dejado ni las coordenadas.

Es como cuando alguien te dice:

te quiero

y cuando le vas a dar un beso

pasa una corriente de aire

y te ves solo frente al espejo.

Hay personas que se evaporan,

que fluyen y se deslizan por todos los rincones de tu vida

pero llegado un día

dejan de estar...

y dejan huella

porque la han dejado marcada en la arena

y dejan sombras

porque su lado oscuro siempre fue demasiado sombrío.

MI PIEL

 

Estoy casi seguro

que lo más importante

es la piel que nos envuelve.

Lo que más nos debe importar 

es no tener fisuras,

ni heridas, ni cortes, ni golpes

y que toda esa piel arrugada y cansada

mantenga su textura.

Mi piel sabe a beso

y huele a barrica de roble viejo.

NO SÉ QUE ESTÁ ANTES


Estoy en mi estado natural,

libre, comprimido, absuelto,

perdonado, contradictorio, imcomprendido,

y me quiero

y no sé como quererme,

y me digo y  a veces me escucho,

pero sigo sin saber como quererme,

no sé si debo yo dar el primer paso

o esperar a que esa voz interior

se digne a hablar conmigo,

en realidad, no sé que está antes

¿el huevo o la gallina?

EL PUENTE de Amalia Bautista


Si me dicen que estás al otro lado

de un puente, por extraño que parezca

que estés al otro lado y que me esperes,

yo cruzaré ese puente.

Dime cuál es el puente que separa

tu vida de la mía,

en qué hora negra, en qué ciudad lluviosa,

en qué mundo sin luz está ese puente,

y yo lo cruzaré.


LA VIDA SIGUE (Karmelo C. Iribarren)


La vida sigue –dicen–,
pero no siempre es verdad.
A veces la vida no sigue.
A veces solo pasan los días.

TODO ES RELATIVO


Podría volar

pero no quiero.

Estoy harto de volar sin paracaídas

y de caer desde lo más alto

hasta lo más bajo del inframundo.

Estoy cansado

de hacer vuelos rasantes

y de rasgar mi piel contra el suelo

y para por fin, aterrizar 

donde nunca nadie ha querido aterrizar.

Podría volar,

pero me niego a volar,

ahora prefiero andar con los pies en el suelo

y arrastrar mis miserias como cadenas de hierro,

ahora veo y observo mis debilidades

y no me escuecen tanto mis heridas,

ahora lo pienso todo más,

y pongo a ese todo dentro de mi relatividad.

Por tanto,

quizá algún día pueda volar,

pero también puede

que ya esté más muerto que vivo 

y porque en el fondo,

¡todo es relativo!.

¿Andar o volar?

total...¡qué más da!

WISLAWA SZYMBORSKA

"Personalmente, no creo que haya ningún infierno más allá de esta vida.

En cambio,
sí creo que hay una gran variedad de infiernos que las personas crean para sí mismos o para otros".

ABRAZOS (Eduardo Galeano)


Nosotros
tenemos la alegría de nuestros errores,
tropezones que muestran la pasión
de andar y el amor al camino,
tenemos la alegría de nuestras derrotas
porque la lucha por la justicia y la belleza
vale la pena también cuando se pierde.
Y sobre todo tenemos la alegría de nuestras esperanzas
en plena moda del desencanto, cuando el desencanto se ha convertido
en artículo de consumo masivo y universal.
Nosotros
seguimos creyendo
en los asombrosos poderes del abrazo humano.

LOS OJOS MÁS TRISTES (Eduardo Galeano)


Albert Einstein se siente como si su propia mano hubiera apretado el botón. Él no hizo la bomba atómica, pero la bomba atómica no hubiera sido posible sin sus descubrimientos. Ahora Einstein quisiera haber sido otro, haberse dedicado al inofensivo oficio de reparar cañerías o levantar paredes en vez de andar averiguando secretos de la vida, que otros usan para aniquilarla.
Cuando era niño, un profesor le dijo:
-Nunca llegarás a nada.
Papando moscas, con cara de estar en la luna, él se preguntaba cómo sería la luz vista por alguien que pudiera cabalgar un rayo. Cuando se hizo hombre, encontró la respuesta, que resultó ser la teoría general de la relatividad. Recibió un premio Nóbel y mereció varios más, por las respuestas que desde entonces ha encontrado para otras preguntas, nacidas del misterioso vínculo entre las sonatas de Mozart y el teorema de Pitágoras o nacidas de los desafiantes arabescos que dibuja, en el aire, el humo de su larguísima pipa.
Einstein creía que la ciencia era una manera de revelar la belleza del universo. El más célebre de los sabios tiene los más tristes ojos de la historia humana.

EN REALIDAD...

 

En realidad lo peor de todo

es quedarse estancado en medio de un páramo,

atrapado en una selva de interrogantes,

quedarse entre despierto y somnoliento,

y teniendo como horizonte más lejano

las uñas de tus pies.

Quedarte revolviéndote,

reconcomiéndote,

oradándote,

desmembrándote

y descomponiéndote en partículas invisibles a la vista del que puede ver... 

VUELVE A INTENTARLO (Karmelo C. Iribarren)


Esas mañanas de domingo,
en invierno,
a primera hora:
las calles recién regadas,
el aire fresco,
limpio,
el olor a cruasán de las cafeterías,
la locura
de los pájaros…
Como si la vida
te dijese:
mira, aquí me tienes,
vuelve a intentarlo.

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...