Claro que cuando a un pescado recién cogido y salido del agua lo tratas de coger con las manos, pues que pasa, que se escurre o como cuando aprietas un puñado de arena con la mano, pues tiende a escurrirse la arena entre los dedos. No son descubrimientos nuevos, son prácticas aprendidas. Pues a las personas les pasa lo mismo, si las aprietas se escurren. Y eso es ley de vida, pues al ser humano no le gusta que lo estrujen, ni que le opriman, ni que lo agobien.
El ser humano presume de ir por libre. Y eso es otra mentira mentirosa, pues de tanto sociabilidad nos vamos volviendo dependientes y no sabemos hacer nada sin que alguien nos ayude. Bueno somos seres sociales y necesitamos el uno del otro, pero la pregunta es, ¿tanto?. Tanto necesitamos a otra persona o tanto necesitamos palabras amigas o tanto necesitamos aunque sea tan solo acompañados. Pero es curioso esto que digo, pues cuando vemos a un pobre viejo o vieja solo o sola, de inmediato pensamos que nosotros no podemos acabar igual o sea solos y tirados como perros.
Pero a lo mejor el viejo está contento y además que también a lo mejor, solo nos fijamos en los viejos necesitados y desvalidos, que por otra parte deberían estar cubiertos socialmente y por una buena asistencia social y no nos fijamos en los que van tirando con sus viejos huesos por la vida. Claro que nosotros funcionamos por impactos y siempre es más impactante un pobre viejo necesitado, que otro que anda a su aire y a su bola. La verdad, es que no sé adonde me lleva lo que yo planteo, quizá sea solo una pequeña reflexión sobre lo dependientes que somos y punto. Quizá sea solo eso.

Pero a lo mejor el viejo está contento y además que también a lo mejor, solo nos fijamos en los viejos necesitados y desvalidos, que por otra parte deberían estar cubiertos socialmente y por una buena asistencia social y no nos fijamos en los que van tirando con sus viejos huesos por la vida. Claro que nosotros funcionamos por impactos y siempre es más impactante un pobre viejo necesitado, que otro que anda a su aire y a su bola. La verdad, es que no sé adonde me lleva lo que yo planteo, quizá sea solo una pequeña reflexión sobre lo dependientes que somos y punto. Quizá sea solo eso.