¡ME OLVIDÉ DE TI!

 



Veo que me estoy avejentando,
que mis grietas crecen y se profundizan en mis carnes,
que al mismo tiempo
 mis penas van decreciendo a un ritmo
que hasta ahora no había conocido.
Veo que me hago más insensible,
que el dolor ya no duele tanto,
que me hace... ¿qué sé yo?,
que me hace reír o sonreír,
o llorar...
pero no me hace sufrir,
el sufrimiento se ha acartonado
o se ha congelado en la última glaciación,
el sufrimiento y el dolor han huído por un puesto fronterizo,
y es que el dolor me dijo:
 olvida el sufrimiento,
y desde ese día... ¡me olvidé de ti!.

IRÉ...

 




Si tú no estás,
y sino estás tú...
entonces ¿qué hago yo?.
¿Te espero, te sigo, te persigo,
te inundo a besos de ardor y fuego?
o ¿te sigo esperando en el quicio de tu puerta
o sentado en las escaleras de tu casa?
y como si fuera nuestra primera cita...
iré con mi ropa más limpia y cálida,
iré con mi camisa blanca de rayas azules,
iré con mi pantalón vaquero que ya es otra capa de mi piel, 
e iré con los aromas de mi colonia de batalla
iré...y pase lo que pase
allí estaré.

VIVIR POR ESTACIONES (2.016)

 



Hoy, como no, es Domingo y día 25 de Septiembre de 2.016,. Lo que claramente indica que se está acabando el mes, que ya hemos entrado en Otoño, que tiene que seguir lloviendo, que tienen que crecer las setas y los helechos (fieitos, se dice en gallego a los helechos). ¡Coño! que el Otoño es caída de hojas sin contemplaciones, es que crezcan las setas, es que los colores cambien y que todo se vuelva verde, marrón, amarillo y plateado...no sé, el Otoño soy yo o yo soy una parte más del Otoño, pues no hay una estación con lo que me identifique mejor. Sí, porque yo soy húmedo y melancólico, soy triste, soy alegre, soy triste y alegre, soy una belleza suave y de sol tibio, me gusta la luz tranquila y sesgada, la luz que te acaricia los sentidos, me gustan sus colores, sus contrastes y su sobrecogimiento...

Pues sí, me gusta el Otoño y el tema no es de ahora, siempre me gustó el Otoño. Claro que el Otoño de aquí no es el Otoño de mi tierra gallega, aquí es más ligth, es menos radical o sea, es menos pasional. Pero bueno, aquí tengo la luz, la brillantez de ésta luz, tengo su esplendor y su pasión o sea que lo que pierdo por un lado lo gano por el otro. Yo siempre pensé que en el Otoño debía volver a mi tierra gallega, pero siempre coincide con el deber de cumplir otras obligaciones, como currar y seguir currando y siempre seguir currando, y porque en definitva, yo planifico muy poco y muy mal. Y por eso me pasan éstas cosas tan tontas.

No sé, a lo mejor cuando me jubile podré vivir por estaciones, en Otoño en mi Galicia natal. En Invierno en la montaña más alta. En la Primavera, cerca de un río truchero de cualquier valle del norte. Yen el Verano, cerca del Polo Norte...Ahora, busco lo húmedo y lo frío, aunque la claridad me persigue, también necesito lo árido y claro, me gustan los desiertos y los campos de centeno mecidos por el viento. En fin, que me gusta todo o casi todo, pero esa idea estacional de la vida, me gusta más que cualquier cosa.

CON MÁS O CON MENOS

 


























Con más o con menos.
Yo prefiero siempre
 más, 
y con menos sino me queda otro remedio,
Con más, 
hace mucho tiempo que yo quiero más,
nací queriendo más,
viví deseando ser más y esperando mucho más,
soñé con más y cuando soñar estaba prohibido,
cuando tenías que ser menos
y menos que más
y porque no te dejaban pedir más.
Ahora en cambio:
yo quiero más y me va quedando menos.

MIS DERROTAS

 



Que sí,
que yo soy un triunfador,
un pequeño y humilde triunfador que reconoce sus derrotas,
yo sé...cuando he vencido,
yo sé...cuando me he vendido,
yo sé...cuando me vestí de miedo
o cuando me disfracé de mendigo.
Yo reconozco mis victorias,
pero también reconozco mis pérdidas y derrotas, 
reconozco mis carencias
y mis intentos baldíos y vacíos,
y como no, 
reconozco mis queridas impotencias.
Yo he tocado la gloria y he sabido de su grandeza,
he flotado entre sus nubes vaporosas,
me he deslizado por sus toboganes de azul cielo,
he vivido en sus castillos de algodón...
pero reconozco que todo fue transitorio,
que duró lo que dura un estornudo,
que he estado más tiempo mascando mis derrotas,
digiriéndolas, adornándolas, trapicheándolas
y  cambiándoles de sentido,
en fin, haciéndolas más apetitosas y creíbles,
como si las derrotas fueran caramelos
y no unos putos estallidos de veneno dentro de mi cerebro.

DOS SERES...

 



Yo no puedo esperar más,
ni puedo camuflarme con más ganas que antes,
ni vestirme de roca sólida y granítica
ni disfrazarme de faro iluminado.
Yo quiero ser yo mismo,
sin miedos y 
sin huídas,
y si te quieres sumar a mi, 
seremos dos, 
seremos dos seres libres,
sin tapujos ni medias palabras, 
libres de actos y pensamientos,
dos libres pensadores,
dos flores con dos aromas,
y dos seres unidos por un cordón umbilical.

UN PAÍS...

 



Al fin y al cabo pasa una cosa, me da igual un vegano que un vegetariano o un carnívoro que un extraterrestre. Me da igual mientras todos seamos seres vivos y punto y pelota. Hoy voy de simple y directo. Hoy voy al grano directamente y pretendo dar en plena diana. No concibo tantas vueltas, si tú eres vegano pues que te aproveche y si eres carnívoro que te aproveche dos veces y es que la verdad, me da por el culo el tema (hoy me pasa eso, otro día, no). Lo importante es que respiramos veneno, porque otra cosa no puede ser, veneno de Chernobil que se mantiene en suspensión latente y por lo siglos de los siglos y Amén. Veis, al final siempre puede la puta Iglesia, siempre salen los 10 mandamientos y la corte de los ángeles celestiales, siempre sale de lo que mamaste en tu tierna infancia y yo mamé religión por cada uno de mis poros.

Siempre sale lo guarro (por lo de mamar), bueno siempre me sale a mi, a otra personas le salen otras cosas, por ejemplo, le salen sarpullidos cuando se habla del sexo o le salen escozores indomables que lógicamente el médico de turno le recetará unos buenos y potentes antihistamínicos y para que ne se rasque más y para que no siga dando más el coñazo y de paso, que se duerma de una puta vez por todas. O ¿qué pasa?, que los médicos somos tan bondadosos que sólo pensamos en el bien ajeno, pues no, muchas veces pensamos en que no nos den más el coñazo, porque somos tan humanos como los demás y un coñazo es un coñazo aquí y en Roma. Que sí, que hay que liquidarse hipocondríacos y que le vayan a dar el coñazo a su puta madre.

Mirar, yo soy médico o eso creo, pero no soy gilipollas y no me la van a dar con queso, ni me la van a dar con pastillas alucinógenas...me la darán un día, pero no dos y eso lo aseguro jurando sobre una puta biblia. El que quiera vacilarme, primero tendrá que apuntarse a la lista del paro, segundo cobrará una pensión por tener que ponerse de baja y tercero, va a tener que volver a apuntarse a la lista del paro y porque la baja se habrá acabado. Y un país no cambia por el poder de los votos, un país cambia si mejoras las condiciones del día a día...Vamos si les das vaselina y se la pones fina (¡qué vergüenza!, pero así es).

HAY BESOS

 



Hay besos,
hay besos de aire, 
hay besos de fuego,
hay besos de noches inciertas
y de largas tardes de aburrimiento.
Hay besos que saben a carne y hueso
o que huelen a muerto o a podrido,
hay traiciones con besos,
hay besos de judas,
hay juramentos no cumplidos, 
hay remordimientos que te comen por dentro...
y  todos..y todos también saben a beso.

MI MUNDO Y YO

 



Tu mundo es algo de mi mundo,
yo formo parte de él,
como tú formas parte del mío,
pero tu mundo no es mi mundo,
mi mundo es más primitivo,
el tuyo es muy complicado,
demasiado barroco y complicado,
demasiado pomposo y ostentoso,
el mío no,
el mío es simple y sencillo
en él estoy yo y mi pequeño mundo
los dos dando vueltas sobre el mismo eje
y en esa nave sólo cabemos dos,
sólo cabemos mi mundo y yo.

UNA ESQUIZOFRENIA GALOPANTE


Lo que realmente nos pasa (entre otras cosas) es que vivimos en una esquizofrenia galopante, pues funcionamos con los dos polos de la película: la vida es un chollo o la vida es un monstruo de dos cabezas que te va a comer. Y la vida no es ningún chollo ni es un monstruo bicéfalo, la vida es lo que es y es a veces difícil y en otras, es tan suave como la ropa lavada con Norit. O sea, yo odio el extrapolar las cosas y odio tanto el negativismo como el positivismo. yo soy más de la filosofía del día a día y mañana ya veremos otro partido distinto al de hoy, pero bueno, siempre planificando un poquito. Los excesos de optimismo y de pesimismo me producen sarpullidos y porque soy alérgico a su polen.

No soporto a los vainas que les das una hostia y se quedan tan tranquilos y porque le ven el lado positivo al asunto y que es (por ejemplo), que tú te hayas desahogado. Pues me pasa que ante un tío así, me hierve la sangre de tal manera que por mi lo forraría a hostias, es decir, lo pondría del revés o de vuelta y media. Claro que el que peca del otro lado, el amorfo insondable que todo lo ve funesto y negro, también me desquicia y ¡de qué manera!. Yo no lo mandaría a una isla desierta porque es capaz de deprimir hasta los pinos y palmeras y porque además, puede caer en la misma isla en donde vivo. Más bien lo mandaría a galeras a remar y para que aprendiera que vivir es muy costoso y que hay que tener una buena actitud vital.

En fin, que no todo el monte es orégano y que si por si acaso florecieran los positivistas y negativistas o sea lo que haría en plan preventivo, sería que  habría que disecarlos, tal y como hacen esos animales humanos que se dedican a disecar a sus congéneres animales. Yo sería de los que me pondría la cabeza de un negativista o positivista en el salón de mi casa y claro y justo, encima de la chimenea, bajo el calor de la lumbre y a luz de la chimenea. Y después contaría la historia: "a éste personaje lo cazé un día que estaba hasta los cojones de oír su discurso amargo como la hiel o dulce como la miel y sin más, le corté la cabeza y ahora ya véis...aquí la tengo colgada".

NO SE PUEDE CONECTAR (Historias del 2.015)



¡Que no se puede conectar!. Dice ésta mierda de aparato llamado portátil. ¿Y donde están los 300 felices megas que me habían jurado y prometido?. Internet y fibra ótica u óptica o mejor dicho, fibra utópica. Nos venden mierdas que van más allá de la velocidad del sonido y pasa que cuando van como putas tortugas...entonces, no es su problema, es problema de saturación de la puñetera fibra. Y no hay solución, pues el Estado pasa del tema y por tanto no hay organismo realmente eficaz y ponen y para hacer el paripé, a una OCU (Organización de Consumidores) que da más pena que gloria. ¿Qué pretenden?, ¿qué nos quejemos ante la ONU o ante la UNICEF?. Pues cuidado, que todo se andará...

El día en que todos y todos es todos y que no falte ninguno, dejemos de entrar en el internet, ese mismo día desaparecerá la luz, el petróleo y el mundo se paralizará y porque hoy en día está todo tan globalizado y tan conectado, que si una cosa no funciona todo se desmorona en cadena. Y éste mundo no lo hicimos nosotros, lo hicieron por nosotros pero para que algunos de ellos puedan seguir viviendo mejor que nosotros. No descubro nada nuevo bajo el sol, la historia siempre fue así de dura con la humanidad.

El olor de la gasolina (Juan José Millás)

 

De pequeño había oído hablar muchas veces de la Sierra de Madrid. Algunos de mis compañeros la conocían, y la gente con dinero presumía de tener una casa en Cercedilla. Yo guardaba frente a estos comentarios la perplejidad muda de los niños cuando no entienden una cosa. Una sierra era una herramienta de trabajo. En casa había dos, una para la madera y otra para el hierro. Aprendí a serrar pronto, pues en aquella época hacíamos mucho bricolaje, aunque entonces no se llamaba así. No se llamaba de ningún modo. Si había que arreglar una puerta, cogías la sierra, cortabas por lo sano y punto. Un día mi padre se compró una Vespa. Yo no tardé en descubrirle el tapón del depósito de la gasolina, que se encontraba debajo del asiento. Se parecía a los tapones de las botellas de gaseosa, sólo que al abrirlo salía un olor que a mí me volvía loco. Entonces no sabía que tenía propiedades estupefacientes. Todavía no estoy seguro. En cualquier caso, conmigo operaba de ese modo.
En el verano, después de comer, cuando mis padres se echaban la siesta, yo iba al parking donde estaba aparcada la Vespa y asomaba las narices al depósito. Podía estar horas absorbiendo aquellos efluvios que ponían mi imaginación a cien. No era raro que bajo sus efectos imaginara que teníamos una casa en la Sierra en lugar de dos sierras en casa.
Por alguna razón que ahora no recuerdo, un día nos quedamos solos mi padre y yo. Debía de ser julio o agosto. Yo acababa de darme una dosis de gasolina y estaba en el sofá, con los ojos cerrados, presa de una ensoñación. Entonces vino mi padre y dijo:
-Nos vamos a la Sierra.
-¿Qué?
-Que nos vamos a la sierra tú y yo ahora mismo, a pasar la tarde.
Dicho y hecho. Nos montamos en la moto y después de una hora o así el paisaje dio un brusco cambio y se convirtió en un decorado. Mi padre me paseó por aquel escenario gigantesco, donde había una roca terrible y lejana, llamada La mujer muerta, y me invitó a una Coca-Cola, que en España acababa de ser comercializada. Luego, cuando empezó a atardecer, iniciamos el regreso. En esto, mi padre detuvo la moto en la cuneta y me pidió que me fijara en la luz.
-Fíjate en esta luz. Ahora mismo no es de día ni de noche. Éste es el momento de mayor incertidumbre del día. Puede pasar cualquier cosa.
Nos quedamos quietos, en silencio, conteniendo la respiración, pero no ocurrió nada. El sol cayó unos metros más y el atardecer se convirtió en noche pura y dura.
-Ya ha pasado el peligro -dijo mi padre-. Vamos.
Dio una patada al pedal de arranque, rugió el motor de la Vespa y cuando ya estábamos a punto de montarnos añadió:
-Dentro de muchos años, cuando tú seas una persona mayor y yo ya no esté entre vosotros, tendrás tu propio coche y pasarás por este paisaje más de una vez. Es posible que en alguna ocasión pases a esta misma hora y recuerdes este día en el que tú y yo vinimos juntos a la Sierra. Si es así, detén el automóvil un instante y permanece atento a lo que sucede en el aire: si ves pasar un pájaro negro, ese pájaro negro seré yo.
Me quedé impresionado con el suceso, que en mi memoria quedó asociado a las fantasías provocadas por el olor de la gasolina. Mi padre había dicho: 'Este es el momento de mayor incertidumbre del día'. No sé si fue la primera vez que oí esta palabra, incertidumbre, pero fue la primera vez que me estremeció. Su sabor es idéntico al de esa hora en la que la tarde no es carne ni pescado y puede sucederte cualquier cosa. Su compañera, certidumbre, no es mucho más tranquilizadora.
Olvidé la historia. Pero hace poco regresaba del norte de España en coche y pasé por la Sierra justo en el momento en el que la tarde parecía dudar entre resistir o entregarse a las fuerzas de la noche. Podía, en efecto, suceder cualquier cosa. Detuve el automóvil en el arcén y salí a la carretera con los pelos de punta. Había un silencio que debía de ser el silencio que precedió a los segundos anteriores a la Creación. Entonces, algo se movió a mi izquierda y de repente un pájaro negro atravesó la carretera y se perdió en la oscuridad, que parecía avanzar desde el horizonte. Entré en el coche y lloré como no había llorado cuando murió mi padre. Esta historia es falsa del principio al fin, pero habría sido hermoso que sucediera.

JACINTO BENAVENTE


 

Jaime Gil de Biedma


 

Piedad Bonnett


 

Yo de viajar sé poco...


Yo de viajar sé poco...
sé más de andar escondido entre las ramas de un árbol,
sé de hacer poco ruido con mis pisadas,
sé de escribir mucho y decir muy poco,
sé de hablar en susurros y en pocas palabras,
sé de soñar despierto y de soñar dormido,
sé mucho de risas y de penas variadas
y sé de lloros que no han servido para nada.
Antes de todo esto...
he sido astronauta sin moverme del sitio
he sido guerrillero en la sierra de Gredos
también he sido...
pobre y parco de gestos
y he sido y soy...
un convencido adorador del silencio.
He estado en muchos sitios a la vez,
he viajado poco o muy poco,
pero mi mente y mi alma
han estado en todas partes
y en cada sitio han dejado su muesca y sello.
En fin,
he viajado muy poco
pero he estado en cada esquina del mundo
y aún ahora,
sigo esperando a que llegue el próximo tren.

Kahlil Gibran


 “Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños".


TUTE


 

SILENCIO



El roce no hace al silencio.
El silencio se hace
de muchas horas largas,
del día a día y de la mañana a la noche,
de esa paciencia infinita que hay que tener,
de ese instante en que se apaga una vela
y se enciende una luz,
de ese movimiento que flota como una caricia en el aire,
de ese enmudecer dentro de una boca cerrada y muda,
de ese soñar con monstruos que no tienen nombre
y de esa infinita quietud de las estatuas de mármol.

OTRO TIEMPO VENDRÁ (ÁNGEL GONZÁLEZ)


Otro tiempo vendrá distinto a éste.
Y alguien dirá:
«Hablaste mal. Debiste haber contado
otras historias:
violines estirándose indolentes
en una noche densa de perfumes,
bellas palabras calificativas
para expresar amor ilimitado,
amor al fin sobre las cosas
todas».
Pero hoy,
cuando es la luz del alba
como la espuma sucia
de un día anticipadamente inútil,
estoy aquí,
insomne, fatigado, velando
mis armas derrotadas,
y canto
todo lo que perdí: por lo que muero.

MI MUNDO...

 

 Hay una inmensa pradera en mi mundo perfecto...
hay un largo río que cruza mi destino...
Hay mares...hay muchos mares,
hay océanos en calma
y hay océanos dulcemente sosegados por los años.
Hay olas de voces profundas y oscuras
hay otras que acarician la vida,
hay sonidos de truenos
pero sobre todo hay silencio...
hay el mismo silencio que se funde en la noche.
Hay muchos mundos dentro de otros,
hay sueños que se tornan infinitos,
hay recuerdos que crecen incontroladamente
hay luces que emiten destellos,
hay árboles que se cubren de nieve
y a veces pienso
que hay vida después de la muerte...



Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...