La mejor prueba de que no todos los días son iguales, la tengo delante de mis narices: el día de hoy no es igual que el de ayer, son distintos, diferentes y ayer estaba más positivo, más agudo, más afilado y hoy en cambio, estoy como flotando, como esperando a que pase algo...que por supuesto, no va a pasar. La sensación de que va a pasar algo, es como una premonición o como una voz que te habla desde el otro lado...pero casi siempre pasa, que se queda en una simple sensación. Es decir al final, no va a pasar nada jodido que te salpique y que te inunde de mierda. Si te va a pasar algo jodido, pasará y pasará sin previo aviso ni hostias benditas. Las únicas premoniciones que valen son las intuitivas, las que te dicen desconfía o confía en ésta o en la otra persona.
La intuición vale, la premonición es una mierda y asunto zanjado. Me encanta decir las cosas en plan absolutista y con esa seguridad pasmosa que solo tenemos los grandes..., se llama "prepotencia" o lo que es lo mismo, significa ser el puto amo de la película. Pues eso, que me encantan los putos amos de la película y es que me ponen...me ponen desquiciado. No los soporto ni en pintura. Pero quiero aclarar una cosa, ante un prepotente ¿qué haces?, ¿partirle sin más la cara?, ¿romperle los dientes?, ¿comerlo a besos? o ¿subirte más alto que su pedestal y desde ahí decirle unas cuantas palabritas?.
Yo prefiero subirme más alto que él (que su pedestal), porque me gustan las palabras prepotentes lanzadas hacia un prepotente, me gusta humillarlo, me gusta meter su prepotencia por su culo y además, me encanta herir con las palabras a quién se lo merece. Una aguda y dura palabra vale más que una buena manada de hostias, no sé, es más eficaz y es más destructiva. La violencia de las palabras puede ser inmensa y el tema no está en faltar, no hace falta...llega con saber dar en su línea de flotacióny ¡hale!, ¡submarino hundido!.
La intuición vale, la premonición es una mierda y asunto zanjado. Me encanta decir las cosas en plan absolutista y con esa seguridad pasmosa que solo tenemos los grandes..., se llama "prepotencia" o lo que es lo mismo, significa ser el puto amo de la película. Pues eso, que me encantan los putos amos de la película y es que me ponen...me ponen desquiciado. No los soporto ni en pintura. Pero quiero aclarar una cosa, ante un prepotente ¿qué haces?, ¿partirle sin más la cara?, ¿romperle los dientes?, ¿comerlo a besos? o ¿subirte más alto que su pedestal y desde ahí decirle unas cuantas palabritas?.
Yo prefiero subirme más alto que él (que su pedestal), porque me gustan las palabras prepotentes lanzadas hacia un prepotente, me gusta humillarlo, me gusta meter su prepotencia por su culo y además, me encanta herir con las palabras a quién se lo merece. Una aguda y dura palabra vale más que una buena manada de hostias, no sé, es más eficaz y es más destructiva. La violencia de las palabras puede ser inmensa y el tema no está en faltar, no hace falta...llega con saber dar en su línea de flotacióny ¡hale!, ¡submarino hundido!.