No se que pasa pero lo veo todo negro. Si lo veo negro de negro, negro de oscuro. Hace un año aún lo veía gris y al paso de los meses empecé a verlo gris oscuro y al final, pues el gris evolucionó a negro. Y no sólo veo en negro, sino que huelo a rancio, todo me huele a rancio. Me huele a rancio el Rey y su prole de chorizos, sus cacerías, sus gracias, sus palabras, todas son rancias y oxidadas. Me huele a rancio éste Gobierno y empezando por su presidente, Mariano Rajoy y su pinta de seminarista de la Obra.De pequeño debió ser un chaval apocado y atontando (aún más que ahora) y carente de amistades, es más lo veo como objeto predilecto de chanzas de sus compañeros de colegio.Y el harén que escogió de ministros y ministras y a cada cual más prepotente y opusiano, vamos la flor y nata de los fachas. Empezando que yo creo que nunca supe y lo digo en comparación con anteriores gobiernos, los nombres de los ministros, si acaso dos o tres y con éste Gobierno, me los sé todos, todos toditos.
Pero eso dicen los entendidos, que es política de don Mariano y que dados los tiempos que corren y que todas son malas noticias, prefiere repartir entre sus súbditos del Gobierno, éste papel de malo o de maldito. Bueno y supongo que a él no le atrae salir en los medios, pues un hombre rancio y gris y con su traje, pelo y barba gris y esa mirada lánguida y desconfiada, pues eso, que no es el personaje más idóneo para dar noticias malas y a su vez decir, que esas noticias son buenas o sea, no es el tío más idóneo para hacer juegos malabares con las palabras.En ese triple mortal que tan bien practica éste Gobierno, es malo pero es bueno y más bueno será con el tiempo y es malo, pero es mucho mejor que lo que hizo el anterior gobierno. Y las medidas que van tomando y decidiendo y ya no hablo las que van en relación con la crisis, que también tienen su tela y entretela, hablo de las medidas que imponen por su propia y sacrosanta ideología. Huele a rancio la reforma jurídica, huele a rancio y machista su ley anti abortista. Huele y sabe a rancio su ley de seguridad ciudadana, además de ser gris, igual que eran los grises de nuestros tiempos.
En fin huele a rancio todo y el gris se va tiñendo de negro. Negro panorama que tenemos, negros van a ser los tiempos venideros, negro es el pensamiento y más negra va a ser la camisa que utilizan. Tiempos de camisas negras y con la calle tomada por bandas policiales de todo tipo y junto al nuevo cuerpo de seguridad, los Seguratas, que irán delante de todos, cual mercenarios y sin ningún escrúpulo al frente del batallón de maderos. Todo va ser policía y controles, todo y sobre todo, para que no se desmadre el gallinero y todos los derechos para los ricos y para sus perritos falderos, los políticos gobernantes y para el pueblo, la negra sombra que me asombra.Mi querido paisano Mariano, yo te pido y te ruego que no me controles, pues éste año llevo todos los avíos que hay que llevar. Llevo mi poco pelo y mi barba de color gris. Llevo lo que me queda de pelo bien engominado. Tengo un traje gris y un cinturón negro de taikondo. La camisa por supuesto que es negra, y negra negrísima. Los zapatos son castellanos de Toledo. La corbata tiene los colores de la bandera de España (tengo otra que combina la bandera española con la senyera, por si voy a Catalunya). Los calzoncillos son largos y llegan hasta los pies, como aquellos calzoncillos de los buenos tiempos y de los que tanto añoras. Y por último tengo cara de amargado y de facha empedernido. Así, que cumplo todos los requisitos, Mariano.








