
De pequeño debió ser un chaval apocado y atontando (aún más que ahora) y carente de amistades, es más lo veo como objeto predilecto de chanzas de sus compañeros de colegio.Y el harén que escogió de ministros y ministras y a cada cual más prepotente y opusiano, vamos la flor y nata de los fachas. Empezando que yo creo que nunca supe y lo digo en comparación con anteriores gobiernos, los nombres de los ministros, si acaso dos o tres y con éste Gobierno, me los sé todos, todos toditos.

En ese triple mortal que tan bien practica éste Gobierno, es malo pero es bueno y más bueno será con el tiempo y es malo, pero es mucho mejor que lo que hizo el anterior gobierno. Y las medidas que van tomando y decidiendo y ya no hablo las que van en relación con la crisis, que también tienen su tela y entretela, hablo de las medidas que imponen por su propia y sacrosanta ideología. Huele a rancio la reforma jurídica, huele a rancio y machista su ley anti abortista. Huele y sabe a rancio su ley de seguridad ciudadana, además de ser gris, igual que eran los grises de nuestros tiempos.

Mi querido paisano Mariano, yo te pido y te ruego que no me controles, pues éste año llevo todos los avíos que hay que llevar. Llevo mi poco pelo y mi barba de color gris. Llevo lo que me queda de pelo bien engominado. Tengo un traje gris y un cinturón negro de taikondo. La camisa por supuesto que es negra, y negra negrísima. Los zapatos son castellanos de Toledo. La corbata tiene los colores de la bandera de España (tengo otra que combina la bandera española con la senyera, por si voy a Catalunya). Los calzoncillos son largos y llegan hasta los pies, como aquellos calzoncillos de los buenos tiempos y de los que tanto añoras. Y por último tengo cara de amargado y de facha empedernido. Así, que cumplo todos los requisitos, Mariano.