
dejadme en paz,
no sigáis inyectándome veneno,
ni me torturéis con vuestras mentiras,
yo soy yo y quiero seguir siéndolo,
quiero la verdad,
la verdad del día a día,
no quiero palparme, ni tocarme,
y seguir la secuencia de mi cuerpo,
sólo quiero ser uno más,
uno más entre vosotros,
uno más en la inmensidad del espacio,
y os juro, que me ocuparé de que el mundo siga dando vueltas,
y de que las flores den pétalos,
y de que la primavera venga después del invierno,
y no soy dios, aunque a veces lo sospecho,
pero os aseguro que no,
que no lo soy,
porque yo dudo, tiemblo y estornudo,
soy humano y eso lo proclamo,
y dudo como dudan los animales,
y lloro con lágrimas de sangre,
y siento, aunque no lo parezca,
y a veces me muero y vuelvo de nuevo,
y estoy vivo... vivo... vivo....
y vivo entre sufrimientos,
o entre los gritos del infierno,
soy así y así lo manifiesto,
y tengo dudas,
dudas de mi existencia,
o soy yo o son otros los que chillan,
pero dejadme en paz,
en paz de dios o de los infiernos,
Yo,
sólo quiero la paz definitiva.