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| MI HELICÓPTERO (Bueno...mío???) Ya me entendéis... |
Y tanto mentar al demonio, que ahora mismo me acaban de dar por culo y sin vaselina. Tiene usted un vuelo programado o sea que de urgente no tiene nada, pero el vuelo con paciente o mejor dicho con 2 pacientes, lo tiene que realizar en el día de hoy día 10/10/2019. Hora de activación a las 15,15....por tanto en el hospital toca estar a las 15,45. El caso es que estos días, en cambio de Avión tenemos Helicóptero. Por tanto vamos de helisuperficie del hospital de Menorca a helisuperficie del Hospital de Palma de Mallorca. Trayecto de 50 minutos y mucho canguelo por mi parte. No es lo mismo volar con alas que volar sin ellas. No sé, yo he visto muchas películas donde el Helicóptero se ponía todo tonto y al final se escarallaba de tal manera, que nunca quedaban supervivientes entre aquél amasijo de hierros. Salvo Rajoy cuando se estampó en aquél Helicóptero y salió ileso e indemne. Yo sé que en esto hay mucha tontería, pues tengo muy claro que si se escaralla cualquiera de los dos (avión o helicóptero) me tendrán que recoger igualmente con cucharilla. Creo que un miligramo de mi cuerpo llega para identificarme como persona con sello propio. Tatus no tengo. Pirsin tampoco. Anillos no llevo. ¿Por mis gafas, seré identificado? o ¿por mis piños?...que dicen soy nuestra segunda huella de identidad.

Un día de estos tendré que ponerme a la faena y hacer mi Testamento. Yo en plenas condiciones físicas y psíquicas (de éstas cabrían muchas dudas) yo lego mis bienes a mis 3 hijos. Que es lo mismo que decir, que no tengo nada material para ellos. Tengo lo escrito, tengo todo lo escrito a lo largo de estos largos 7 años. Y poco más. Os dejo el ánimo vital que mantenía en pie cada día. Os dejo la osadía, el atrevimiento y la cabezonería. Os dejo, la sensibilidad a flor de piel y la inteligencia que se presupone que es menester en un ser humano que realizó estudios avanzados. No la inteligencia emocional, porque yo con la inteligencia emocional tengo tolerancia cero y si tuviera el más mínimo atisbo de inteligencia emocional, me provocaría vómitos en escopetazo y para echar a esa criatura demoníaca. La inteligencia emocional se la dejo para los que tienen que vivir de vender ese cuento tan pastelero...
