RABINDRANATH TAGORE


 


Durante muchos años

sin reparar en gastos

he recorrido muchos países

he visto las montañas más altas

y océanos enormes...

y sin embargo descubrí el brillo del rocío

en la hierba a la puerta de mi casa.

"PAUSA" (Mario Benedetti)

 

"De vez en cuando

hay que hacer una pausa

contemplarse a sí mismo

sin la fruición cotidiana

examinar el pasado

rubro por rubro

etapa por etapa

baldosa por baldosa

y no llorarse las mentiras

sino cantarse las verdades".



CUALQUIER DÍA DE ESTOS...

 


Cualquier día de estos

me hago señor mayor,

me quito pelo,

me lo blanqueo,

y me pongo arrugas en la piel...


Cualquier día de estos 

me hago señor mayor

me hago poroso, esponjoso y quejoso.

Ante cualquier tropiezo caeré al suelo

y con suma delicadeza me levantaré de él...


Cualquier día de estos

me cuelgo del palo mayor

y ustedes dirán

¿Y porque se colgaría ese señor mayor?

NO HAY NADA COMO UN AMOR DESMEDIDO

 

No hay nada como un amor desmedido,

deforme nada más nacer, 

bestial, enorme y no conforme,

diferente, sacudido,

doloroso y dolorido,

amante de lo impúdico

pasional, ciego y encendido,

obtuso, agudo, 

hiriente y confundido,

acelerado de pulso,

de corazón palpitante

de sangre caliente y de lava hirviente,

de largas tardes otoñales,

de desayunos en la cama

y disfrutando de la eternidad de las mañanas 

mientras nuestros deseos juegan con nuestros dedos.


JOAQUÍN CAMPS

 A veces inventamos personas

y las inventamos tan bien y tan a nuestra medida

que se hace muy difícil olvidarlas.

Y es muy doloroso.

Es como si mataras algo en tu interior,

porque, en efecto, sólo es allí donde han habitado.




OLVIDOS

 

 

Si hay algo que me atrae

es la mentira a cambio de la nada.

Si hay algo que me apasiona

se llama amor libre.

Si hay algo que me escuece 

es el dolor incoercible.

Si hay algo que me atormenta 

es el olvido

y la punzada del resentimiento.

Si hay algo dentro de mi memoria

es el rocío de la mañana.

Mi memoria es de mosquito

y mis recuerdos son tan selectivos

que hay días

en que tengo miedo

de olvidarme hasta de mi nombre.


VISIONES POR ETAPAS

 


Siendo niño
yo amaba el mundo
me parecía increíble,
bestial, inacabable, ingobernable,
y eternamente infinito...

Conforme fui creciendo
el mundo se me fue arrugando
y en mis peores días
llegué a pensar
que el mundo era una invención de alguien,
de alguien que odiaba al mundo profundamente...
pero al día siguiente
veía mis manos y me decía
quizá pueda hacer algo,
quizá pueda cambiarlo,
quizá y aunque no lo cambie del todo,
pueda cambiar un trozo o una parte...

Y ya de viejo y tal como soy ahora,
al mundo lo veo distinto,
ni ha sido tanto
ni ha sido tampoco,
ahora bien lo que tengo muy claro,
es que para lo que me queda en el convento...
¡me cago dentro!.

LEONARD COHEN

No me considero un pesimista, un pesimista es alguien que está esperando que llueva. Y yo me siento empapado hasta los huesos.

En fin,


 En fin,

es más fácil

capear un temporal

que meterse en el ojo de un huracán

y seguir vivo.

O eso... dicen...

QUINO


 

PERDÓN

 

Hoy mientras me duchaba pensaba...

tendré que escribir a dos o tres personas

y pedirles perdón

y nada de perdón para quedar bien,

sino que sería un perdón profundo y sincero.

Lo siento mucho...le diría

y no espero ni me hace falta respuesta alguna,

es más, casi no la quiero,

pues prefiero el silencio respetuoso

del que sabe aceptar unas disculpas.

Además...no hay nada más que decir,

está todo dicho

y hasta hay demasiado dicho de mal modo

y de peores maneras 

(yo fui el culpable)

y por eso a ese tema le quiero poner remedio.


Al final de la ducha pensaba...

si por lo menos me disculpo

libero parte de mi culpa

y con ello quedaría demostrado

que siempre y ya sea más tarde o más temprano

se puede cambiar en la vida

y por así decirlo,

así demostrar que cada vez eres más persona.


Con todo esto quiero decir,

que muchas veces he dudado de mi humanidad

y si quiero demostrarme a mi mismo

que respiro humanidad por todos mis poros

tengo que escribir sí o sí

a esas dos o tres personas

y poner el perdón sobre la mesa.



NIETZSCHE


 

LA MUERTE ES ILEGAL de BELÉN REYES (blog "Rua das Pretas")

 
 


LA MUERTE ES ILEGAL

 

La muerte es ilegal
Y nadie dice nada
Ni una denuncia, un grito
Ni un poema pancarta
Ni un juez que lo investigue
La vida es una estafa.
Nacemos sin permiso
Y crecemos sin ganas
Si soñamos nos duermen
Si sentimos nos talan
Somos sauces llorones
Arrastrando las lagrimas

Morirse es un delito
Nacer es una estafa
Y todos calladitos
Tragándonos el alma
Envejecer sin ruido
Sin molestar palmarla
A escondidas, solitos
Que los hijos trabajan
Que no pidan permisos
que aquí nunca se aparca
y el parking  vale caro

Solo soy una carga
quiero morirme ya
este fin de semana
cuando libran los hijos
no molestar, sin drama
irme de aquí, vergüenza
de enfermar, dar la lata
no salpicar dolor,
que me laven sin ganas
el culo dos extraños
mientras hablan del barsa.

La muerte es ilegal
Y nadie dice nada


NOSOTROS, EL PAISAJE de LILA BISCIA (blog de Emma Gunst)

 


NOSOTROS, EL PAISAJE



café negro sin azúcar
yo con leche, en general edulcorante
por la tarde
más café, a veces cerveza.
alquilamos un auto
buscamos la playa, tocamos
el agua con una mano.
en algunos lugares el mar
tiene el suelo de piedras
como los lagos de allá
acá
en el sur
pero sin los caracoles adheridos
a las rocas.
el mirador
está apenas a unos metros sobre el mar
cerca de los faroles domésticos
de las casas blancas de vecinas
que cuelgan la ropa en las ventanas,
sus voces con acento andaluz.
el viento, los lentes de sol
su pelo más largo que el mío
tres o cuatro pueblos siguiendo
la ruta costera. un paisaje
en erupción volcánica,
de qué tiempo
si eso importa.
nos sacamos la ropa en el baño
fotografiamos adentro de la ducha
una felicidad pequeña, persistente
adherida como la arena
interminable durante un rato.

ME CAÍ DEL MUNDO Y NI SÉ POR DÓNDE SE ENTRA (Eduardo Galeano)

 

 

Para mayores de 50 años...
Por.
Eduardo Galeano.
Periodista y Escritor uruguayo.
Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco..
No hace tanto, con mi mujer, lavábamos los pañales de los críos, los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita, los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar...
Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda, incluyendo los pañales...
¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables...!
Si, ya lo sé...
A nuestra generación siempre le costó tirar...
¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables...!
Y así anduvimos por las calles guardando los mocos en el pañuelo de tela del bolsillo...
Yo no digo que eso era mejor...
Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra...
Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto...
Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses, el monitor de la computadora todas las navidades o el televisor cada año...
Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida...
Es más!
Se compraban para la vida de los que venían después...
La gente heredaba relojes de pared, bicicletas, cámaras fotográficas, juegos de copas, vajillas y hasta palanganas...
El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad...
Tiramos absolutamente todo...
Ya no hay zapatero que remiende un zapato, ni colchonero que carde la lana de un colchón y lo deje como nuevo, ni afiladores por la calle para los cuchillos, ni sastre que haga composturas...
De 'por ahí' vengo yo, de cuando todo eso existía y nada se tiraba...
Y no es que haya sido mejor...
Es que no es fácil para un pobre tipo al que lo educaron con el 'guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo', pasarse al 'compre y tire que ya se viene el modelo nuevo...
Hay que cambiar el auto cada 3 años porque si no, eres un arruinado...
Aunque el coche esté en buen estado...
Y hay que vivir endeudado eternamente para pagar el nuevo!!!!
Pero por Dios....
Mi cabeza no resiste tanto...
Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que, además, cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real...
Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre...
Me educaron para guardar todo...
Lo que servía y lo que no...
Porque algún día las cosas podían volver a servir...
Si, ya lo sé, tuvimos un gran problema:
Nunca nos explicaron qué cosas nos podían servir y qué cosas no...
Y en el afán de guardar (porque éramos de hacer caso a las tradiciones) guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas del jardín de infantes, el primer cabello que le cortaron en la peluquería...
¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo?
¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente, no se valoran y se vuelven desechables con la misma facilidad con la que se consiguieron?
En casa teníamos un mueble con cuatro cajones.
El primer cajón era para los manteles y los trapos de cocina, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto...
Y guardábamos...
¡¡Guardábamos hasta las tapas de los refrescos, los corchos de las botellas, las llavecitas que traían las latas de sardinas...
¡Y las pilas...!
Las pilas pasaban del congelador al techo de la casa....
Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío para que vivieran un poco más....
No nos resignábamos a que se terminara su vida útil en un par de usos...
Las cosas no eran desechables....
Eran guardables....
¡Los diarios!
Servían para todo...
Para hacer plantillas para las botas de goma, para poner en el piso los días de lluvia, para limpiar vidrios, para envolver.
¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de carne o desenvolviendo los huevos que meticulosamente había envuelto en un periódico el almacenero del barrio.
Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer adornos de navidad...
Y las páginas de los calendarios para hacer cuadros...
Y los goteros de las medicinas por si algún medicamento no traía el cuentagotas...
Y los fósforos usados porque podíamos reutilizarlos estando encendida otra vela...
Y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos...
Enderezábamos los clavos para reutilizarlos después...
Y los mazos de naipes se reutilizaban aunque faltara alguna, con la inscripción a mano en una sota de espada que decía 'éste es un 4 de bastos'....
Los cajones guardaban pedazos izquierdos de broches de la ropa y el ganchito de metal...con el tiempo, aparecía algún pedazo derecho que esperaba a su otra mitad para convertirse otra vez en un broche completo...
Nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos...
Y hoy, sin embargo, deciden 'matarlos' apenas aparentan dejar de servir...
Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas...
Las latas de duraznos se volvieron macetas, portalápices y hasta teléfonos.
Las primeras botellas de plástico se transformaron en adornos de dudosa belleza y los corchos esperaban pacientemente en un cajón hasta encontrarse con una botella...
Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos...
Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables...
Que también el matrimonio y hasta la amistad son descartables...
Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas...
Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero...
De la moral que se desecha si de ganar dinero se trata...
No lo voy a hacer...
No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne...
No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte en cuanto confunden el nombre de dos de sus nietos, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos en cuanto a uno de ellos se le cae la barriga, o le sale alguna arruga...
Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares...
De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente entregar a mi señora como parte de pago de otra con menos kilómetros y alguna función nueva...
Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo de que ella me gane de mano y sea yo el entregado....
Por.
Eduardo Galeano.
Periodista y Escritor uruguayo.

JULIO CORTÁZAR