La situación en la que vivimos me recuerda una escalera de incendios de un gran edificio. Sólo que en vez de bajarla subimos hacia el incendio y debe ser que como humanos nos atrae el fuego y porque además las escaleras de incendios, las nuevas, funcionana por un sistema de ósmosis inversa y entonces cuando tú vas bajando escalones resulta que, en realidad, tú estás subiendo. Yo me pregunto quien toma las decisiones, quien nos dice que aquí hay que recortar, que a ésta persona, hay que bajarle el sueldo o a ésta, hay que despedirla y a ésta, hay que sancionarla. Para intentar saber quien en realidad toma las decisone,s hay que empezar por hacer un seguimiento de la secuencia de la toma de decisiones: primero, vienen unos comentarios sobre otros países europeos, que suelen venir en las noticias de la tele oficial y que según convenga, puede ser de un signo o del contrario. Y me refiero que en casos determinados hace falta sacar a la palestra a Alemania, cuna de la industria y ejemplo del progreso y como se deben hacer las cosas y como ser cuadriculados y nos anuncian que en Alemania debido a la crisis estructural del capitalismo reinante, se han tenido que ajustar los sueldos, o que implantaron una nueva ley, que obliga a los trabajadores a currar más horas o que es necesario, por el bien común, tirarse todos al río. Y con éste argumento cuasi infalible, a nosotros nos la dan con queso, nos aplican los recortes de Alemania pero con propina o sea, nos recortan el doble. En otros casos, sacan de la chistera a Grecia o a Portugal, como ejemplo de lo que es malo y anuncian recortes hasta las patillas o que echaron a cien mil funcionarios y como éstos países son los más malos de ésta película y nosotros no queremos llegar a eso, ¿a que no?. Pues si no queremos llegar a eso, tenemos que recortar más, trabajar más horas y pedir de rodillas que no nos despidan y asunto concluído. !No hay porqué complicarse tanto!. Así de sencillo.
Aparte de los recortes anunciados por éste gobierno, hay los recortes locales, los que cada Autonomía le da por añadir a la lista de recortes y entonces te encuentras que éste complemento que complementaba a un sueldo base basura, pues por arte de bibibirloque, !zas! desaparece, adiós complemento. Como veis éste es el siguiente escalón. En resumen y para que no nos perdernos, ya tenemos tres escalones de la escalera, a saber: Europa o Alemania, que para el caso es exactamente igual, el afanado gobierno de España y los Gobiernos de las Autonomías y todos con derecho a pernada o sea con derecho a tocarnos las pelotas directamente o sea a bajarnos los sueldos.
En mi caso concreto, el siguiente escalafón es la Consejería de Salud de cada Comunidad Autónoma y aqui también sacan un conejo de la chistera. Estos son especialistas en podarte aún más los complementos y es que esto les pone y como les pone. Da una sensación de que les gusta jugar con los complementos deshojando una margarita, si el no te quiero de éste mes te toca en éste complemento determinado, pues hala no te quiero y ya nos quedamos sin otro complemento. Otro escalón más de la escalera de incendios.
De nuevo en mi caso, yo tengo otros jefes, ya se sabe que hay más jefes que indios, y en mi caso se hacen llamar: Gerencia. A los de Gerencia, como no tienen tan amplios poderes, se dedican a jugar dándote pellizquitos. Ëste mes te pellizco en la ingle por ver si de paso te pellizco un huevo, al mes siguiente te pellizco en otro lado, por ejemplo en la almorrana porque a mi me da la gana y así mes tras mes. A estos señores, les gusta poner su pequeño granito de arena y entonces va y resulta que sí, que si tienen iniciativas, pero todas ellas son para joder más al personal subalterno. Se inventan turnos y nos descolocan, idean calendarios donde el año pasa de tener 365 días a tener 350 días y es que además se quedan más que contentos y satisfechos y por supuesto se emocionan con la sensación de poder, el poder de tener el mando. Estos dos últimos puntos lo hacen gratis y sin que suponga ningún ahorro para el país ,bueno gratis ahora, de momento, simplemente lo hacen para marcarse el farol de que ellos mandan y como niños de parvulario, nos señalan el ritmo de los pasos del baile. Un pasito hacia delante y ahora dos pasitos hacia atrás y siguen: de nuevo otro pasito pa delante y veinte hacia atrás y cuando te das cuenta estás de nuevo en la puerta, en la puerta de salida. Porque al fin y al cabo, tú vas sufriendo una sangría de tús derechos laborales, ya no sólo derechos económicos, también laborales. Como se dice popularmente: encima de burro, apaleado. En mi caso, éste es el último escalón de la cadena de mando.
Ahora juguemos a hacerlo del revés. Resulta que a ti no te han pagado lo que toca y como eso te pasa muchas veces, logicamente llamas a tú superior inmediato o al administrativo de turno y le preguntas el porqué no se te ha pagado esto. Lo miran y lo remiran y lo repiensan y por el medio te sueltan en forma de dejadilla, que seguro que tú te has equivocado. Después de echarte las culpas y de caerte un buen rapapolvo, pues porque al parecer no te enteras y tú como si nada, impertérrito y planifando el ataque, así que dada tú insistencia en que son ellos los que se han confundido, van y se molestan un poquito en repasar lo que tú reclamas. Y aquí ya empieza la pelota a pasar, ya empieza a ir de un tejado a otro y tiro porque me toca. Vienen las explicaciones patateras y al final te dicen que sí, que te han tocado y maltratado la nómina, pero que ellos no fueron, que se lo impusieron. ¿quién se lo impuso? ¿quien les obligó a hacerlo?, pues quienes iban a ser, los superiores a ellos. En ésta caso concreto la consejería de salud correspondiente.
Si tú tienes paciencia y te vas a la consejería de salud y le preguntas el motivo, ellos te contestarán que en realidad no fueron ellos, fueron sus superiores y los superiores en mi caso, fueron los responsables de soltar la pasta de la Comunidad Autónoma. Y si le preguntamos a éstos, a los responsables de la Comunidad Autónoma, pues sigue la pelota su curso y por tanto tampoco fueron ellos, fueron sus responsables. Y quienes son sus responsables, pues el Gobierno Español y ya os hago un favor saltándome los Ministerios y sus diversos departamentos.
Y que os voy a decir, cuando le preguntas al Gobierno de España y te dicen que los responsables de ésta política económica están en Bruselas o sea en la Comunidad Económica Europea y si es o se cree un poco simpático el funcionario de turno, te dirá con rintintín que a lo mejor es cosa de Angela Merckel.
Aparte de los recortes anunciados por éste gobierno, hay los recortes locales, los que cada Autonomía le da por añadir a la lista de recortes y entonces te encuentras que éste complemento que complementaba a un sueldo base basura, pues por arte de bibibirloque, !zas! desaparece, adiós complemento. Como veis éste es el siguiente escalón. En resumen y para que no nos perdernos, ya tenemos tres escalones de la escalera, a saber: Europa o Alemania, que para el caso es exactamente igual, el afanado gobierno de España y los Gobiernos de las Autonomías y todos con derecho a pernada o sea con derecho a tocarnos las pelotas directamente o sea a bajarnos los sueldos.
En mi caso concreto, el siguiente escalafón es la Consejería de Salud de cada Comunidad Autónoma y aqui también sacan un conejo de la chistera. Estos son especialistas en podarte aún más los complementos y es que esto les pone y como les pone. Da una sensación de que les gusta jugar con los complementos deshojando una margarita, si el no te quiero de éste mes te toca en éste complemento determinado, pues hala no te quiero y ya nos quedamos sin otro complemento. Otro escalón más de la escalera de incendios.
De nuevo en mi caso, yo tengo otros jefes, ya se sabe que hay más jefes que indios, y en mi caso se hacen llamar: Gerencia. A los de Gerencia, como no tienen tan amplios poderes, se dedican a jugar dándote pellizquitos. Ëste mes te pellizco en la ingle por ver si de paso te pellizco un huevo, al mes siguiente te pellizco en otro lado, por ejemplo en la almorrana porque a mi me da la gana y así mes tras mes. A estos señores, les gusta poner su pequeño granito de arena y entonces va y resulta que sí, que si tienen iniciativas, pero todas ellas son para joder más al personal subalterno. Se inventan turnos y nos descolocan, idean calendarios donde el año pasa de tener 365 días a tener 350 días y es que además se quedan más que contentos y satisfechos y por supuesto se emocionan con la sensación de poder, el poder de tener el mando. Estos dos últimos puntos lo hacen gratis y sin que suponga ningún ahorro para el país ,bueno gratis ahora, de momento, simplemente lo hacen para marcarse el farol de que ellos mandan y como niños de parvulario, nos señalan el ritmo de los pasos del baile. Un pasito hacia delante y ahora dos pasitos hacia atrás y siguen: de nuevo otro pasito pa delante y veinte hacia atrás y cuando te das cuenta estás de nuevo en la puerta, en la puerta de salida. Porque al fin y al cabo, tú vas sufriendo una sangría de tús derechos laborales, ya no sólo derechos económicos, también laborales. Como se dice popularmente: encima de burro, apaleado. En mi caso, éste es el último escalón de la cadena de mando.
Ahora juguemos a hacerlo del revés. Resulta que a ti no te han pagado lo que toca y como eso te pasa muchas veces, logicamente llamas a tú superior inmediato o al administrativo de turno y le preguntas el porqué no se te ha pagado esto. Lo miran y lo remiran y lo repiensan y por el medio te sueltan en forma de dejadilla, que seguro que tú te has equivocado. Después de echarte las culpas y de caerte un buen rapapolvo, pues porque al parecer no te enteras y tú como si nada, impertérrito y planifando el ataque, así que dada tú insistencia en que son ellos los que se han confundido, van y se molestan un poquito en repasar lo que tú reclamas. Y aquí ya empieza la pelota a pasar, ya empieza a ir de un tejado a otro y tiro porque me toca. Vienen las explicaciones patateras y al final te dicen que sí, que te han tocado y maltratado la nómina, pero que ellos no fueron, que se lo impusieron. ¿quién se lo impuso? ¿quien les obligó a hacerlo?, pues quienes iban a ser, los superiores a ellos. En ésta caso concreto la consejería de salud correspondiente.
Si tú tienes paciencia y te vas a la consejería de salud y le preguntas el motivo, ellos te contestarán que en realidad no fueron ellos, fueron sus superiores y los superiores en mi caso, fueron los responsables de soltar la pasta de la Comunidad Autónoma. Y si le preguntamos a éstos, a los responsables de la Comunidad Autónoma, pues sigue la pelota su curso y por tanto tampoco fueron ellos, fueron sus responsables. Y quienes son sus responsables, pues el Gobierno Español y ya os hago un favor saltándome los Ministerios y sus diversos departamentos.
Y que os voy a decir, cuando le preguntas al Gobierno de España y te dicen que los responsables de ésta política económica están en Bruselas o sea en la Comunidad Económica Europea y si es o se cree un poco simpático el funcionario de turno, te dirá con rintintín que a lo mejor es cosa de Angela Merckel.
Entonces te vuelves camino de casa, arrastrando los pies, cabizbajo y meditabundo. Yo como soy muy cabezón sigo dando vueltas al asunto: o sea que la pelota empezó en mi nómina y ahora está en el tejado de la casa de Ángela Merckel y como puedo llegar a ella. Por un instante pasa por tú cabeza los tiempos en que todo era más sencillo y te cagas en la puta globalización y hasta te cagas en las antenas parabólicas y en todo lo que se mueva.
Y así pasan los días y tú más jodido que un ocho sin saber nada de la Ángela y de la pelota en su tejado. Hasta que un día de buena mañana, abres tú correo y casualidades del destino van y te envían un correo de Ryanair en los que aparecen ofertas de vuelos y entre ellos vuelos a Bruselas por tres euros. Ésta es la mía, piensas para tús adentros, y te lanzas sin paracaídas a comprar un billete, aunque no lees la letra pequeña, donde explica que tienes que empujar el avión para que arranque y no puedes llevar ni siquiera bolso de mano y es más, tienes que viajar en pelota picada, pues ellos, Ryanair, durante el vuelo sacan el mercadillo ambulante y te van ofreciendo las ofertas de ropa del día. Despues de cambiar una guardia y revisando bien a conciencia tú calendario, ya aterrizas en Bruselas y tú loco de contento. Te pillas un aerobus y caes en el centro, justo delante de las oficinas de la Comunidad Económica. Vas flotando de felicidad y de nerviosismo, pues estás a punto de descifrar el enigma y entras confiado en el edificio. Recorres los amplios pasillos de estilo barroco y preguntas en el primer sitio que encuentras y el primer sitio es el ministerio de Ganadería y te dicen que mejor preguntes en el de Agricultura y en éste que vayas a la Pescadería de enfrente que allí lo saben, seguro. Llegas y con cara de estar hasta los cojones, te comentan que allí no es y que pregunte en el bar de al lado, que por sólo 1 euro te dan número para hacer la cola, para que digan que sólo los españoles nos aprovechamos de dar información privilegiada, a cambio de dinero. Por fin consigo mi número y me pongo a la cola de ruegos y preguntas, aunque aquí, en Bruselas, viene en dos idiomas, para mí desconocidos: el Balón y el Flamenco, pero más o menos te supones que pone eso. Al cabo de una hora, un afable funcionario, me ofrece un asiento delante de su mesa y entonces yo me lanzo sin paracaídas y le hago la famosa pregunta: ¿porqué tenemos nosotros, los trabajadores de a pie, pagar el pato?. Él buscó su mirada en la mía y con sonrisa bonachona y con el aire de perdonarme la vida, me dijo: Que ellos no eran los responsables, !no señor!, en tal caso lo eran los del G-20, o los del G-5 y por el culo te la hinco, y aquí si que me quedé descolocado. Venir hasta aqu,í para decirme que la pelota de mi nómina estaba encima de otro tejado, ahora ya me quedé completamente alucinado. Hice rápidos cálculos mentales y empecé a preguntarme donde se reunirían los del G-20 y pensé en Japón, entonces ya por fin, me di por vencido.
Volví a Menorca y por dentro seguía el run-run y la desazón se hizo interminable. Así que empecé a idear otras posibilidades: pensé en el teléfono o en mandar un correo y de paso me volví a cagar en la globalización. Noches en vela, días de anorexia, mi poco pelo se ma caía a mechones, poco a poco me iba transformando en on objeto extraño y al final, el psiquiatra de cabecera me dignosticó un TOC (Transtorno Obsesivo Compulsivo) y me frieron a eletroshock y a ver películas de Antonio Banderas. Pasaron los días y yo me fuí recuperando, pero la idea seguía en estado latente. Hasta que un día decidí ponerme en contacto telefónico con el G-20 y por fin lo conseguí. El funcionario del G-20, me dijo que, en respuesta a mi pregunta, ellos no eran los responsables totales, que algo de culpa tenían, pero que ellos sólo obedecían órdenes superiores. Le pregunté que quien estaba por encima del G-20 y me dijo, que sólo estaba Dios. Ésta respuesta yo no me la esperaba y me dejó patidifuso y totalmente descolocado. A continuación la comunicación se cortó o el tío colgó y yo me quedé naufragando en medio de un mar de interrogantes.
Una hora después yo me preguntaba que como coño podía hablar con Dios para que se calmara mi desazón y de inmediato me puse a rezar como un loco. Fué una reacción visceral y reactiva, un acto reflejo, que se llama, pero que tuvo su efecto y Dios se me apareció con sus mejores galas un buen día de un cálido verano, y me dijo : que él o sea Dios, había colaborado un poco, sólo un poco y que le preguntara al Demonio que él si era el verdadero responsable. Yo pensé que me volvía más loco de lo que estaba, no podía ser que por una puta nómina tuviera que llegar tan lejos y dar tantas vueltas. Cuando me despejé un poco, cosa dificil en mí, decidí ponerme a pecar como un loco: diría blasfemias, tendría malos pensamientos, vería las tetas de las tías en plan descarado, iría en chanclas a currar o alguna vez iría en pelota picada, me limparía el culo con las historias clínicas, me pondría a la salida de los colegios de niños, para enseñar mis partes abriendo la gabardina, bueno en fin, sería el más malo de todos los malos y así el Demonio me haría caso y un día se me aparecería, seguro. Después de unos días y noches bestiales, noches de cerrar los puticlub de toda la Isla, de beberme hasta la fábrica del gin y de esnifarme todo lo que fuera blanco, por fin, vi aparecer al demonio. El demonio en realidad era un friki, iba vestido con una camisa de flores y en pantalón corto, con un canuto encendido entre sus labios rasposos y unas gafas de sol negras de Dolce Gabana, que por cierto eran más grandes sus iniciales DG que las mismas gafas y que hacían juego, perfecto, con su cinturón de la misma marca, un hebillón plateado y macarra. Lo primero que hizo al verme, fué pedirme un cigarrillo y se puso, sin más, a liarse el próximo canuto, mientras creo que me miraba a través de sus cristales negros polarizados. Me preguntó con sorna y en plan desganado: ¿que coño quería? y yo le formulé la misma pregunta de siempre y él se puso a mirar hacia el horizonte, como queriendo ordenar sus pensamientos y al cabo de un kit-kat, me contestó lo siguiente: La culpa de todo el tinglado la tenía Dios y Dios sólo tiene un emisario en el mundo y ese es el Papa de turno. resulta que ahora, en éste mismo instante el Papa ha interrumpido su papado y tendré que esperar al resultado de la fumata de costo, que hacen los arzobispos de todo el mundo y según la calidad del costo, ellos eligirán el mejor Papa, pero insisto el elegido lo será en función de la calidad del costo y aquí no entran otros criterios.
Y así pasan los días y tú más jodido que un ocho sin saber nada de la Ángela y de la pelota en su tejado. Hasta que un día de buena mañana, abres tú correo y casualidades del destino van y te envían un correo de Ryanair en los que aparecen ofertas de vuelos y entre ellos vuelos a Bruselas por tres euros. Ésta es la mía, piensas para tús adentros, y te lanzas sin paracaídas a comprar un billete, aunque no lees la letra pequeña, donde explica que tienes que empujar el avión para que arranque y no puedes llevar ni siquiera bolso de mano y es más, tienes que viajar en pelota picada, pues ellos, Ryanair, durante el vuelo sacan el mercadillo ambulante y te van ofreciendo las ofertas de ropa del día. Despues de cambiar una guardia y revisando bien a conciencia tú calendario, ya aterrizas en Bruselas y tú loco de contento. Te pillas un aerobus y caes en el centro, justo delante de las oficinas de la Comunidad Económica. Vas flotando de felicidad y de nerviosismo, pues estás a punto de descifrar el enigma y entras confiado en el edificio. Recorres los amplios pasillos de estilo barroco y preguntas en el primer sitio que encuentras y el primer sitio es el ministerio de Ganadería y te dicen que mejor preguntes en el de Agricultura y en éste que vayas a la Pescadería de enfrente que allí lo saben, seguro. Llegas y con cara de estar hasta los cojones, te comentan que allí no es y que pregunte en el bar de al lado, que por sólo 1 euro te dan número para hacer la cola, para que digan que sólo los españoles nos aprovechamos de dar información privilegiada, a cambio de dinero. Por fin consigo mi número y me pongo a la cola de ruegos y preguntas, aunque aquí, en Bruselas, viene en dos idiomas, para mí desconocidos: el Balón y el Flamenco, pero más o menos te supones que pone eso. Al cabo de una hora, un afable funcionario, me ofrece un asiento delante de su mesa y entonces yo me lanzo sin paracaídas y le hago la famosa pregunta: ¿porqué tenemos nosotros, los trabajadores de a pie, pagar el pato?. Él buscó su mirada en la mía y con sonrisa bonachona y con el aire de perdonarme la vida, me dijo: Que ellos no eran los responsables, !no señor!, en tal caso lo eran los del G-20, o los del G-5 y por el culo te la hinco, y aquí si que me quedé descolocado. Venir hasta aqu,í para decirme que la pelota de mi nómina estaba encima de otro tejado, ahora ya me quedé completamente alucinado. Hice rápidos cálculos mentales y empecé a preguntarme donde se reunirían los del G-20 y pensé en Japón, entonces ya por fin, me di por vencido.
Volví a Menorca y por dentro seguía el run-run y la desazón se hizo interminable. Así que empecé a idear otras posibilidades: pensé en el teléfono o en mandar un correo y de paso me volví a cagar en la globalización. Noches en vela, días de anorexia, mi poco pelo se ma caía a mechones, poco a poco me iba transformando en on objeto extraño y al final, el psiquiatra de cabecera me dignosticó un TOC (Transtorno Obsesivo Compulsivo) y me frieron a eletroshock y a ver películas de Antonio Banderas. Pasaron los días y yo me fuí recuperando, pero la idea seguía en estado latente. Hasta que un día decidí ponerme en contacto telefónico con el G-20 y por fin lo conseguí. El funcionario del G-20, me dijo que, en respuesta a mi pregunta, ellos no eran los responsables totales, que algo de culpa tenían, pero que ellos sólo obedecían órdenes superiores. Le pregunté que quien estaba por encima del G-20 y me dijo, que sólo estaba Dios. Ésta respuesta yo no me la esperaba y me dejó patidifuso y totalmente descolocado. A continuación la comunicación se cortó o el tío colgó y yo me quedé naufragando en medio de un mar de interrogantes.
Una hora después yo me preguntaba que como coño podía hablar con Dios para que se calmara mi desazón y de inmediato me puse a rezar como un loco. Fué una reacción visceral y reactiva, un acto reflejo, que se llama, pero que tuvo su efecto y Dios se me apareció con sus mejores galas un buen día de un cálido verano, y me dijo : que él o sea Dios, había colaborado un poco, sólo un poco y que le preguntara al Demonio que él si era el verdadero responsable. Yo pensé que me volvía más loco de lo que estaba, no podía ser que por una puta nómina tuviera que llegar tan lejos y dar tantas vueltas. Cuando me despejé un poco, cosa dificil en mí, decidí ponerme a pecar como un loco: diría blasfemias, tendría malos pensamientos, vería las tetas de las tías en plan descarado, iría en chanclas a currar o alguna vez iría en pelota picada, me limparía el culo con las historias clínicas, me pondría a la salida de los colegios de niños, para enseñar mis partes abriendo la gabardina, bueno en fin, sería el más malo de todos los malos y así el Demonio me haría caso y un día se me aparecería, seguro. Después de unos días y noches bestiales, noches de cerrar los puticlub de toda la Isla, de beberme hasta la fábrica del gin y de esnifarme todo lo que fuera blanco, por fin, vi aparecer al demonio. El demonio en realidad era un friki, iba vestido con una camisa de flores y en pantalón corto, con un canuto encendido entre sus labios rasposos y unas gafas de sol negras de Dolce Gabana, que por cierto eran más grandes sus iniciales DG que las mismas gafas y que hacían juego, perfecto, con su cinturón de la misma marca, un hebillón plateado y macarra. Lo primero que hizo al verme, fué pedirme un cigarrillo y se puso, sin más, a liarse el próximo canuto, mientras creo que me miraba a través de sus cristales negros polarizados. Me preguntó con sorna y en plan desganado: ¿que coño quería? y yo le formulé la misma pregunta de siempre y él se puso a mirar hacia el horizonte, como queriendo ordenar sus pensamientos y al cabo de un kit-kat, me contestó lo siguiente: La culpa de todo el tinglado la tenía Dios y Dios sólo tiene un emisario en el mundo y ese es el Papa de turno. resulta que ahora, en éste mismo instante el Papa ha interrumpido su papado y tendré que esperar al resultado de la fumata de costo, que hacen los arzobispos de todo el mundo y según la calidad del costo, ellos eligirán el mejor Papa, pero insisto el elegido lo será en función de la calidad del costo y aquí no entran otros criterios.
Mientras tanto yo tendré que amoldarme a que la duda siga sin resolverse. pero de momento voy hilando poco a poco los hilos sueltos y me conformo con saber que todo éste tinglado es debido a Dios y por tanto, no descubrí nada nuevo, pues todo acaba donde todo empieza y así completo el círculo. Empezé con mi nómina y acabé en los brazos del Señor, como debe ser, el Señor, principio y fin de las cosas. !que más puedo pedir!.
En conclusión, desde hace mucho tiempo, tenemos instalados en los edificios escaleras de incendios y las tenemos, como dice el nombre, para escapar del fuego. Pues resulta que esas mismas escaleras, ahora sirven para subir en cambio de bajar, pues su funcionamiento por ósmosis inversa, como ya expliqué anteriormente, las hacen ser máquinas perfectamente mecanizadas y están hechas, para que vayamos derechitos y en rigurosa fila india al fuego del infierno, al fin y al cabo, ellos piensan en plan pragmático: o montamos otra guerra mundial y nos liquidamos unos cuantos millones de gusanos, o les ofertamos los hornos crematorios, para que vayamos todos como corderitos. Claro que ésta, es una muerte más lenta y más agónica, pero para eso estamos, para que ellos disfruten viendo como ardemos en las calderas del infierno. Amén.
En conclusión, desde hace mucho tiempo, tenemos instalados en los edificios escaleras de incendios y las tenemos, como dice el nombre, para escapar del fuego. Pues resulta que esas mismas escaleras, ahora sirven para subir en cambio de bajar, pues su funcionamiento por ósmosis inversa, como ya expliqué anteriormente, las hacen ser máquinas perfectamente mecanizadas y están hechas, para que vayamos derechitos y en rigurosa fila india al fuego del infierno, al fin y al cabo, ellos piensan en plan pragmático: o montamos otra guerra mundial y nos liquidamos unos cuantos millones de gusanos, o les ofertamos los hornos crematorios, para que vayamos todos como corderitos. Claro que ésta, es una muerte más lenta y más agónica, pero para eso estamos, para que ellos disfruten viendo como ardemos en las calderas del infierno. Amén.