Sólo una vez, de Anne Sexton
La vida siempre nos cuenta nuevas historias
La vida siempre nos cuenta nuevas historias y suele pasar que aparecen de improviso o sin previo aviso o que nunca fueron invitadas y por su puta cara se presentan ante ti. Y bueno y yo admito muchas cosas improvisadas y hasta me gustan que aparezcan de vez en cuando y por su puta cara y por su puto morro. Me gusta lo espontáneo que te hace romper los esquemas de que estás suficientemente preparado para afrontar las peores adversidades y resulta que a la primera de cambio que se presenta de imprevisto, te quedas desnudo y en pelotas. Y eso te pasa por presumir tanto de que eres un marinero con mucho callo en las manos y que has pasado por todas y que has sabido salir de ellas casi sin heridas. Que puede que sea así, pero solo en parte y porque no todo son repeticiones de viejas situaciones que has vivido anteriormente. En la vida siempre te aparece algo nuevo y que en principio y por tu propia experiencia de viejo lobo marinero, te hace pensar en que todo está controlado, pero más adelante podrás comprobar, que no lo estaba y porque por el camino las cosas cambian y no todo tiene el mismo desarrollo, ni por supuesto, el mismo final. Tú te crees un ser poderoso ante las adversidades que se te van presentando, pero la realidad no es así y porque en definitiva nunca hay una repetición igual de un hecho. Y puede que se parezcan los hechos y puede que intuyas por donde puede ir la evolución de las cosas, pero nadie es igual que el otro de aquellos tiempos, ni tú eres el mismo de antes, ni los dos estamos en la misma situación que habíamos vivido.
Son cosas obvias las que digo y parece un razonamiento de un recién nacido, pero lo obvio también sabe esconderse y un día y de buena mañana te estarás dando cuenta que no todo es tan sencillo. Todo y para nuestra desgracia, se va complicando y hasta lo más nimio se puede convertir en un gigante. Claro que esos gigantes tampoco son tan grandes y hasta hay algunos que tienen los pies de barro y por tanto, hay que saber atacarlos por abajo y para desmoronarlos de una puta vez por todas. Yo la verdad es que a veces hago cosas que no sé porque las hago y sin saber el porqué tomo postura, claro que el interrogante se queda dentro de mi cabeza y pueden pasar meses o hasta años y hasta que me doy porque coño ha sido, Siempre hay un motivo dentro de una decisión y el que ayer era tu gran amigo ve el tío y comete una tontería del carajo, pero esa misma tontería es el gatillo que dispara tu arma y entonces y de repente, deja de ser tu amigo. Y no hay odio, por supuesto, ni hay rabia, ni hay venganza por nada y simplemente hay un cruce de cables que a su vez te hace ver, que en parte ese amigo era ficticio.
Y después te llama y al principio le contestas, pero él sigue insistiendo con llamadas y mensajes y tanto llega a insistir que al final te acabas agobiando y ya no le coges sus llamadas. No hay amigos para toda la vida y si los hay es porque se estuvieron cuidando mutuamente, aunque este último argumento tampoco me convence del todo y porque hay personas que se han apoyado en todo pero resulta que una de ellas se ha cansado de la otra. Pues mi ex amigo, no fue capaz de comprenderme y a la primera que puede vuelve a meter una puyita reclamando su puta existencia. Y yo me callo y no por cobarde y sí porque esto que estoy diciendo es super difícil de ser explicado sin herir a la otra persona y porque ante este tipo de decisiones, me valgo más de los sentimientos y sensaciones que me da la otra persona, que por enumerar mis decepciones con él.
Hoy quería acercarme a ti
Hoy quería acercarme a ti
y saber como te va...
Supongo que bien
y porque si salimos de lo nuestro
malheridos y maltrechos
es de imaginar que si yo estoy curado
tú también lo estarás.
En ésta vida hemos sido fuertes
hemos luchado en las peores condiciones
y en cambio han pasado los años
y aquí estamos
tú pensando que la vida podía haber sido de otra forma
y yo pensando que me quedo con ella
y que a pesar de mis agujeros negros
agradezco todo ese viaje llamado, vida
y que a veces, el viaje es sin despedida
y porque no tiene más explicación.
A veces no hay palabras para expresar lo que quieres,
pero si hay gestos que denotan lo que estás sintiendo.
Yo ahora mismo tengo el pulso acelerado,
sudo por casi todos mis poros,
busco algo que huela a ti
y como no lo encuentro,
te escribo y para que sepas
que nunca me he olvidado de ti.
Cuando yo era niño
Cuando yo era niño
era un buen chaval,
agradable, simpático
sin malicia y sin pericia,
y por eso mismo y poco a poco,
me fui pasando al lado oscuro,
me volví huraño y silencioso,
parco de palabras pero abundante de ideas
que las cuidaba y mimaba como flores de mi jardín.
Era un ser solitario
que desconfiaba hasta de mi propia sombra
y porque cuando me expresaba
me caían hostias por doquier.
Pronto aprendí a deslizarme entre las sombras de la noche
a esconderme bajo la parra de la viña,
a desaparecer con aquella vieja bici destartalada
que conocía todos los senderos de mis huidas,
dos pedaladas y de repente entraba en mi propia dimensión.
«En memoria de una casa cerrada», de Jorge Teillier. A 29 años de su partida
CUANDO YO NO ERA POETA / Jorge Teillier
El fin en si mismo
El fin en si mismo,
es haber existido,
es haber estado en miles de batallas y luchas
que para ti eran importantes
es haber tenido amigos y grandes amores
que como todo en la vida, se fueron desgastando
es saber quién has sido y lo que ahora eres
y recontar cuantas personas has dejado tiradas
cuantas engañaste a conciencia
cuantas quisiste con todo el alma
y cuantas se murieron en éste recorrido llamado, vida.
Yo sé que el fin del todo, es la muerte,
y sé que de cada vez lo tengo más cercano,
lo tengo a dos pasos
o a la vuelta de la esquina
o en la siguiente calle o manzana
y ante esa idea que tengo muy clara
no me entran ganas de llorar
ni de desgarrar mis vestiduras
y porque simplemente asumo
que no me voy a reencarnar ni a resucitar,
la muerte es el fin para todos.
El fin en si mismo,
es haber existido,
es haber estado en miles de batallas y luchas
que para ti eran importantes
es haber tenido amigos y grandes amores
que como todo en la vida, se fueron desgastando
es saber quién has sido y lo que ahora eres
y recontar a cuantas personas has dejado tiradas
a cuantas engañaste a conciencia
a cuantas quisiste con todo el alma
y cuantas se murieron en éste recorrido llamado, vida.
Yo el fin del todo, que es la muerte,
de cada vez lo tengo más cercano,
lo tengo a dos pasos
o a la vuelta de la esquina
o en la siguiente calle o manzana
y ante esa idea que tengo muy clara
no me entran ganas de llorar
ni de desgarrar mis vestiduras
y porque simplemente asumo
que no me voy a reencarnar ni a resucitar,
la muerte es el fin para todos.
Como si yo no fuera el culpable de mi existencia
Como si yo no fuera el culpable de mi existencia
como si yo no fuera el responsable de salir al mundo
y de hacer lo que he hecho
como si fuera otro el culpable
otro que lleva mi cuerpo y mi cerebro
con el mismo nombre y con los mismos ojos verdes
no tan utópico como lo soy ahora,
más agresivo, más defensivo,
más desconfiado de todo lo que me rodeaba,
más visceral, más pasional desorientado,
más de sangre caliente
y por tanto, menos reflexivo.
Ahora yo prefiero andar por el mundo
con un sedante en un bolsillo
o que alguien me calme el ardor de mi sangre
y que de vez en cuando me recuerde,
que antes de mi existencia
hubo millones y millones de seres vivos.
VIVIMOS...
Vivimos bajo el yugo
del que posee las balas
Todas las reacciones
TODO SE COLOCA EN SU SITIO
Yo, si viviera en otra tribu
Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...
