Para mis gatas, para mis putas,
para mis mulatas en las esquinas paseando la minuta,
todo el rato paras vosotras,
nunca me sentí sola porque estábamos juntas.
Para mis gatas, para mis putas,
para mis mulatas en las esquinas paseando la minuta,
todo el rato paras vosotras,
nunca me sentí sola porque estábamos juntas.
Dame siempre placeres rutinarios.
Lo que ocurre una vez, no ocurre nunca.
La luz que ciega, la explosión de dicha,
el asalto en un recodo del camino,
ángeles, cimas, intensidad, adioses,
déjalos para otros más valientes.
Dame pobres placeres repetidos,
no un único diamante en la memoria.
Dame días iguales, no este instante sin tiempo,
terco, distante, azul, inexistente.
Al otro lado de este bosque inmenso me espera el mundo. Todo lo que he visto sólo en mis sueños tiene que esperarme al otro lado de este bosque. Es hora de ponerme en camino, aunque el viaje se lleve varios años de mi vida. De pronto escucho aullar la voz de siempre , la que siempre ha logrado detenerme: "Al lado de este bosque, niña, sólo espera la casa en la que mueres". |
Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...