
La tarde, la noche,
la tarde noche
y ahora estoy en plena noche
a punto de tocar las campanas al cielo,
estoy muy cerca de las 12,
tan cerca que oigo su primera campanada
y retumba con sus ecos de martillo sobre el duro acero,
y me duelen los tímpanos y el cerebelo,
estoy cansado de mis ruidos y de mis voces,
oigo gritos en plena noche,
oigo voces cuando se acaban los gritos,
oigo historias que nunca debieron ser contadas,
y veo las versiones con subtítulos
que muchas veces ha rebobinado mi cerebro.