YO QUIERO QUE CREZCAS (Poema)

Yo quiero que crezcas,
 que conmigo crezcas y te agigantes,
 yo quiero hacer de ti un tesoro,
un lindo y hermoso tesoro
y un tesoro escondido dentro de mi ombligo
       y que nadie sepa de él,
 y ni yo, ni nada, ni nadie,
ni siquiera las amapolas cuando vuelan
o cuando son mecidas por el viento
   y es que yo quiero que crezcas
y hasta que tus dimensiones cubran la tierra
        y entonces sé que el mundo...,
se teñirá de esculturas de papel y lápiz
   y de aquél día, haremos el más bello día
           y de aquel mar de caricias,
 haremos un océano de sentimientos
    y de un beso,
haremos un millón de besos.

MI CONDENA...(Poema)

Mi condena...mi condena es querer
y es querer demasiado
y ahí no hay cuerdas, ni cadenas
ahí, solo hay hilos mentales
o ríos de pasión desbordantes
y hay mares más allá de los mares
y en donde la tierra no tiene órbitas
ni gira alrededor de nada,
y ella, como yo, simplemente flotamos
y esperamos en el silencio del Universo
y esperamos a que el mundo pare,
y cuando por fin pase una estrella,
nos subiremos a ella
y a otro mundo y a otra historia
y entonces tú y yo...
 seremos dos seres que se quieren
y que a veces. se estremecen.

DE LAS PROFUNDIDADES...

De las profundidades...es que yo vengo de las profundidades, vengo del otro lado, vengo de un submundo que sigue bajo nuestro pies y no sé como pude salir de ese profundo agujero sin fondo, pero he salido y ahora, presumo de ello. Yo puedo presumir de haber conocido lo más deprimente o lo más loco y aún a veces, escucho sus aullidos lastimeros y porque muchos se quedaron dentro del agujero y siguen sufriendo y siguen sufriendo como personas desquiciadas. Y nadie me eligió portavoz de nada y yo además, no represento a los desvariados, pues yo me represento a mi mismo,
pero como he conseguido salir del agujero, es mi deber llamar la atención del resto de los humanos.

Podría empezar a dar gritos desgarradores, pero señores, me gusta más el silencio y porque en silencio es como mejor nos comprendemos. Yo soy escritor de palabras y de pensamientos, pero no soy un vocero de los Infiernos. Yo he visto el otro lado de la cordura y es bonito y es bonito a veces y porque otras veces, he visto tanto sufrimiento, que se hace indescriptible y es que hay más dolor en la locura y más lo hay cuando los que controlan el cotolengo de locos, son unos putos panolís cursis y grimosos. Yo no dejo de ver a un puto Psiquiatra que tuve y que dependía de él para que me dieran el alta del coco y el tío, era de lo más rastrero y rancio, era como lo fue mi padre hace 60 años o como me supongo que fue mi padre y así como de chapado a la antigua.

Y allí dentro hay de todo, hay gente buena y hay gente odiosa y hay gente gilipollas y hasta la médula y hay gente interesante y como lo puedo ser yo. Que nadie piense que un tío por estar loco, que es tío cojonudo y porque no y porque las cosas no van así, claro que si hay cosas comunes y es que esa gente loca tiene la sensibilidad a otro nivel y a veces, lo que tú estás sintiendo y piensas que ese sentimiento desbordante y alucinante es único, y resulta que ya lo han sentido algunos locos hace siglos y es que en ese terreno no hay quién les gane y porque  casi toda su energía vital está dedicada a esos menesteres. A un loco le puedes ganar en cordura, pero nunca le puedes ganar en locura y eso entraña pensamientos y sentimientos alucinantes y fuera de nuestro espacio vital.

ANTISOCIAL

El otro día me preguntaron: ¿si yo era un antisocial?. Y fue una buena pregunta sin respuesta y porque me importa un carajo ser social o antisocial y porque no entro en ese juego de normas y reglas y porque estoy hasta los huevos de ver gente socializada y hasta la médula y resulta que después, son unos hijo putas o al revés, también me vale. Lo que yo creo que es realmente importante, es tú humanidad y si de eso vas sobrado o vas falto y porque el ser humano, no sabe de reglas sociales normalizadas y solo sabe de pensamientos, de sentimientos y de creaciones y todo estos conceptos muchas veces se saltan las reglas sociales. Por tanto que nadie me hable de antisociales.

Ahora visto desde el punto de vista de ésta sociedad, si soy un tío antisociable y hasta la bandera. Es más. me enorgullezco de serlo y además, me he pasado toda la vida buscando el ser un antisociable de postín. Lo mío, no es el orden impuesto y en realidad, es el caos dentro de un orden. Me gusta el caos y la teoría del caos, pero reconozco que dentro del caos tiene que haber un cierto orden, un orden de preferencias o un orden los sentimientos y pensamientos y porque no somos dioses. Ojalá yo pudiera vivir sin un cierto orden, ojalá yo pudiera ser guiado por las mareas o por los vientos o por las distintas fases lunares.

O sea que lo mío, es el orden y el caos o el caos y el orden y porque ese orden no altera el producto y porque el producto al fin y al cabo, es seguir viviendo y disfrutando. Yo tengo que tragar con ciertas reglas y normas y acepto algunas y porque mejoran mi funcionamiento particular y social, pero solo hasta ahí, solo hasta ahí acepto su papel. Pero una cosa es ésta y otra cosa, es que la sociedad esté llena de reglas y normas estúpidas y que todos y como corderitos, tenemos que pasar por la piedra.

MI LOCURA

Mi locura, no es la tuya, la mía es mía y nada más que mía. Y me gusta y me entusiasma y cuando viene a visitarme yo como Tarzán acudo a la llamada de la selva y porque me encanta viajar por sus paisajes alucinantes y porque me río de la normalidad y de sus reglas y porque durante un rato me siento un dios en la tierra. Y la verdad es que hay días que me paso dos pueblos y porque todos los días tengo un rato para dedicar a mi locura, pero hay días que ese rato se convierte en casi todo el día. Hubo veces que estuve varios días brotando y una cosa es el vértigo transitorio y otra cosa, es el vértigo contínuo y sin ver los límites. Que tampoco hay que idealizar demasiado la locura y porque como lo hagas, puedes acabar internado en un lindo psiquiátrico rodeado de hermosos pinares.

Yo estuve dos veces internado en un hermoso psiquiátrico rodeado de preciosos pinares y bueno, pues ¿qué me pareció?, pues me pareció todo muy lindo y muy bucólico, pero intuyendo y desde el primer día que cuanta antes saliera de allí, me iría mejor por la vida. Y un consejo: no recomiendo a nadie esa experiencia y por muchas razones y entre ellas está el que estás entre rejas y porque quienes tienen que curarte del coco, están peor que tú y aunque vayan disfrazados de normalizados. Y los cuerdos de éste mundo te comerán el coco y te pondrán reglas para que seas más obediente y para que socialmente no molestes.

Bueno, todo esto lo envuelven convenientemente de un lenguaje semicientífico y te colocan etiquetas por todos lados y tú tío eres un deprimente de mierda y tú tío eres un esquizofrénico que estás muy pirado y al deprimente le damos esto y al esquizofrénico lo sedamos a base de un mezcladillo de diversas drogas o coctail molotov. Y todos seremos putos zombis y lo que nos digan, va a misa y si replicas algo te quitamos los sedantes y no vas a parar de convulsionar. Bueno, te dan unos consejos para descerebrados y tienes que tener orden y tienes que ser bueno por las mañanas y que cuando te metes en cama no te hagas muchas pajas, porque te alteran la líbido y el centro del equilibrio.

JULIO CORTÁZAR