Era de noche

 

Era de noche

hacía frío

la nieve crujía bajo mis zapatos

un gato dormía en un tejado

una chimenea echaba humo

el rocío atravesaba mi abrigo

mis pasos retumbaban en el silencio de la noche.

Era invierno

hacía frío

yo te seguía agazapado entre las sombras,

algo intuías

pues tus pasos a veces, se aceleraban

y se sosegaban al sentirse seguros.

Me acuerdo de aquella noche

pero no me acuerdo de aquél día

quizá fuera porque el día había sido anodino

y en cambio en la noche

hacía frío

y era de noche.















Lunes 15 de enero


Lunes 15 de enero y justo en el puto medio del mes. Yo no he buscado que hoy fuera día 15 y porque en realidad me dan igual 8 que 18. Pero bueno, si la casualidad se ha aparecido y como si fuera un milagro, pues démosle cuerda pues no voy a ser yo el que ague la fiesta. Enero, mes raro. Primer mes del nuevo año. Mes corto y es que las navidades se comen una parte del mes y cuando te empiezas a dar cuenta, el mes de enero casi ha pasado. Yo, en el mes de enero pido muy pocas cosas, no las pido ni con los Reyes Magos de Oriente y que en teoría nos llenan de regalos, pues pasadas esas fechas de Reyes, ya casi no pido nada o pido muy poco o espero hasta el mes de febrero, pues el 5 es el día de mi cumpleaños y sea día debía pedirme el mundo y en realidad, vuelvo a pedir muy poco. Soy minimalista. Necesito muy poquitas cosas y éste 5 de febrero me voy a pedir que el duende vuelva o se quede conmigo. Quiero escribir pequeñas cosas, pero que toquen la fibra de cada uno. Me gustaría ser más sensible que nunca y por ejemplo, se pone a llover y me pongo a llorar o empieza a nevar y entonces me vuelvo a acordar de tí y seas quién seas. Ahora, ya no reclamo lo físico y de cada vez tengo menos ganas de tocar o de besar y me llega con pensar que toco o que beso apasionadamente. Ahora mi lema es "La imaginación al poder" y con ese lema voy tirando por la vida, a veces ando a tumbos y otras veces, soy un cohete que se quedado sin mecha.

Me gusta la velocidad del sonido, pero no la física y es que de cada vez voy más despacio en el coche y porque me encanta ir paladeando todo lo que veo desde el coche. Y ya sé que corro el peligro de salirme un día de la carretera y por ir conduciendo tan empanado. Llevo unos cuantos años (como 10), que me siento hipersensible a todo el paisaje que me rodea y veo un hermoso árbol y me enamoro de él y veo una preciosa playa (y eso ya me pasaba antes) y me quedaría a vivir en ella. Todo me pone y me enamora. Y ¿que os puedo contar de los olores y sabores?, pues como llevo 10 años o casi sin fumar, todo me sabe y me huele a gloria bendita.

Por fin, he podido degustar los sabores y olores ligeros. Precisamente, los ligeros y suaves, son los mejores. Antes cuando fumaba como una chimenea, todo lo relacionado con este tema, tenía que ser demasiado fuerte e intenso y porque por el medio me estaba perdiendo la mayoría de olores y sabores. Ahora por ejemplo, estoy añorando el sabor de un beso apasionado, intenso, breve, suave, tierno, amable, lascivo, húmedo y entrañable. También el tacto de una caricia en cualquier parte de mi cuerpo. Mis receptores siguen tan vivos como antes y transmiten de una manera prodigiosa...pero bueno tengo mis rincones escondidos dentro de mi cerebro, donde conservo el sabor de los besos y el tacto de las caricias.
















No nieva todos los días,


 No nieva todos los días,

y menos mal que solo nieva, algunos días.

En verano y primavera, no nieva

y en otoño llueve más que nieva.

Mi hora preferida para que nieve

es entre las 6 y las 8 de la tarde,

cuando el sol de se va escondiendo,

cuando asoma la luna desnuda,

cuando el mar entra en estado calma,

cuando hablamos de nosotros y nos tocamos,

cuando susurramos y nos miramos,

cuando la noche se va vistiendo de gala,

mientras los copos adornan el decorado.

Yo no soy de mucha nieve,

pero cuando la hay

me gusta (como el amor) intensa y breve.




















 No nieva todos los días,

y menos mal que solo nieva, algunos días.

En verano y primavera, no nieva

y en otoño llueve más que nieva.

Mi hora preferida para que nieve

es entre las 6 y las 8 de la tarde,

cuando el sol de se va escondiendo,

cuando asoma la luna desnuda,

cuando el mar entra en estado calma,

cuando hablamos de nosotros y nos tocamos,

cuando susurramos y nos miramos,

cuando la noche se va vistiendo de gala,

mientras los copos adornan el decorado.

Yo no soy de mucha nieve,

pero cuando la hay

me gusta intensa y breve.


Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...