Estoy empezando a pensar que me siento triste y que añoro parte de mis viejos tiempos y todo, porque ahora en mi vejez, no se presentan las mismas circunstancias que antiguamente. Y es que ser viejo, es estar aislado y estar solo y esa soledad dicen que es la que más hace daño y digo dicen, porque de momento a mi esa soledad no me hace ningún daño, es más, disfruto como un loco de ella. Pero yo soy yo y mis circunstancias y como siempre fui de ser extraño y rarito, no voy a cambiar ahora y más cuando a mi no me apetece cambiar. Ahora yo, amo la soledad y la hago mía y además, es mi compañía y por eso no me siento solo. Ahora sí, intuyo la que me va a venir encima y esa misma soledad sé que se convertirá en una daga punzante y asesina y que me atravesará por el medio o que me partirá en dos partes.
Pero mientras tanto, que me quiten lo bailado y mientras dure la fiesta que no se apaguen las luces y la música. Yo puedo intuir, pero no tengo la capacidad de predecir y puedo prepararme para la que se me avecina, pero no puedo cambiar los designios de la historia o de mi propia historia. Eso sí, puede cambiar los muebles de mi casa y poner las lámparas en el puto suelo y plantar un pino en la cocina, pero no puedo cambiar los pilares y lo que sustenta la vieja estructura. Sé que me voy a hacer más viejo y que la soledad corroerá mis entrañas, pero al mismo tiempo no tengo miedo de ello, pues cada etapa de la vida tiene su propio momento y que cuando llegue ese momento, llegará sin más y da igual que esté solo o en compañía.
Yo en esto soy como los putos jipis auténticos y me tomo la muerte como una cosa natural. A mi me gustaría morir como los viejos indios que se iban a morir sobre un palio de maderas y hasta que otro indio les encendía la hoguera y su cuerpo se volatizaba con el humo. Hoy en día, les llaman hornos crematorios, pero no es lo mismo, no es lo mismo que tu mueres enlatado, que libre en la naturaleza. Bueno, me falta una petición más y es que yo quiero morir teniendo buenas vistas o sea quiero morir a borde de un acantilado y tener esa gran visión del horizonte. Yo pido, pero ya sé por propia experiencia que lo que pida se quedará en deseos y a los deseos sé que siempre se los lleva el viento.
Pero mientras tanto, que me quiten lo bailado y mientras dure la fiesta que no se apaguen las luces y la música. Yo puedo intuir, pero no tengo la capacidad de predecir y puedo prepararme para la que se me avecina, pero no puedo cambiar los designios de la historia o de mi propia historia. Eso sí, puede cambiar los muebles de mi casa y poner las lámparas en el puto suelo y plantar un pino en la cocina, pero no puedo cambiar los pilares y lo que sustenta la vieja estructura. Sé que me voy a hacer más viejo y que la soledad corroerá mis entrañas, pero al mismo tiempo no tengo miedo de ello, pues cada etapa de la vida tiene su propio momento y que cuando llegue ese momento, llegará sin más y da igual que esté solo o en compañía.
Yo en esto soy como los putos jipis auténticos y me tomo la muerte como una cosa natural. A mi me gustaría morir como los viejos indios que se iban a morir sobre un palio de maderas y hasta que otro indio les encendía la hoguera y su cuerpo se volatizaba con el humo. Hoy en día, les llaman hornos crematorios, pero no es lo mismo, no es lo mismo que tu mueres enlatado, que libre en la naturaleza. Bueno, me falta una petición más y es que yo quiero morir teniendo buenas vistas o sea quiero morir a borde de un acantilado y tener esa gran visión del horizonte. Yo pido, pero ya sé por propia experiencia que lo que pida se quedará en deseos y a los deseos sé que siempre se los lleva el viento.