QUÉ PASE EL DÍA

Hoy parece ser que la sesera no me da para mucho y lo sé, porque escribo de una manera un tanto rutinaria. Pero tiene que ser así y porque no todos los días va a ser coser y cantar. Hoy me duele desde los pies a la cabeza y el ibuprofeno me ha hecho cosquillas en el estómago y sé que ha sido el Ibuprofeno y no son esas lindas mariposas que revoltean en tu estómago, cuando está enamorado y porque conozco los síntomas del enamoramiento. Me falta el estar apamplado, el tener como una idea fija a una persona y en que en todos los proyectos que pasan por mi cabeza esa persona esté presente.

De momento, el único presente soy YO. Yo si me veo en el presente y en el futuro, aunque en días como hoy y en los que estoy escarallado, me entran las dudas típicas de cuando te sientes debilitado. Es decir como me siento débil y un poco patético, hoy acepto compañía compasiva y como único criterio. Hoy si entrara alguien por la puerta de mi casa y me dijera que viene a acompañarme, pues eso, que no me opondría y al revés, le haría un sitio en el sofá de mi cuarto de estar y de ser. Y como tampoco estoy para hacer el amor sobre la estufa, nos pondríamos hablar del como funciona la vida.

Hoy ya temblé, ya vomité, ya fuí sacudido por los escalofríos y los dolores corporales y así será mientras ese puto virus de mierda siga en mi torrente sanguíneo. No hay cura para ello, hay alivios de antiinflamatorios y de demás farmacos que dicen que hacen, pero que en realidad no hacen casi nada. Pues hoy sí que lo digo claramente: qué por favor pase el día y a toda hostia.

DESCONFIANZAS

Como podéis ver, la vida humana prosigue a pesar que algún descerebrado le quiere poner la zancadilla. Yo soy de los que pienso que si uno se aburre del factor humano, pues va de culo y como consuelo se agarra a cualquier palo ardiendo. A mi lo humano no me aburre, me aburren los comportamientos humanos que son casi inhumanos, me aburre la desidia, la envidia, el egocentrismo, el pensar que somos superiores a los otros, que todo gira alrededor de nuestro ombligo, que las guerras son un simple resultado de nuestros enfados o sea que las llevamos en los genes guerreros. Y hay quién sólo ve ésta parte de la tortilla y no ve la otra.

Yo me acuerdo de un par de tías que tuve en tiempos lejanos, que eran con los humanos las más hijas de puta de la Tierra y en cambio con los animales, mejor dicho con los Perros, eran todo suavidad y cariño. ¿Y porqué?, pues el humano siempre le podía responder y en cambio el perrito faldero, sólo le podía mover su cola y hacer una cabriola. O sea que una cosa no lleva a la otra y como siempre depende de los motivos que tengas para ser cariñoso con el uno o con el otro o con los dos. De hecho, yo heredé mucha desconfianza hacia las personas que se vuelcan sólo con los animales.

¿Y porqué heredé esa desconfianza?, pues porque ellas me medieron de palos por todos los lados, me dieron de esa manera tan cínica que suponía un beso delante de otros humanos y una buena o varias  hostias cuando los demás se iban y a modo de propina. Para mí siempre tenían la mano levantada y dispuesta para una linda bofetada o para algún improperio que para un niño, como era yo, significara algo humillante y como de aquellas siempre había cosas familiares ocultas y porque así eran las famosos normas de buena educación, pues la verdad es que tenían material de sobra. Yo prefería los improperios, pues yo tenía la cualidad de que todos los verbos, adverbios y adejetivos que me espetaban a la cara, que me resbalara y en cambio, las hostias dejaban una buena marca y unas cuantas lágrimas derramadas.

ESTÚPIDOS Y VEGETALES

Pues hoy es Domingo y no me vestí de Domingo, no estreno nada, no tengo puesto mi mejor traje, pèro si tengo algo nuevo, algo de estreno, algo que me produce dolores por todo el cuerpo y un malestar de coco similar al que produce la fiebre. Por tanto algo debo estar incubando y yo espero que no sea la rabia o el virus de los zombis. Él otro día leí algo que llamó mi atención: resulta que un tipejo piede que firmemos para solicitar que quiten la serie Zoo, sí, esa serie donde los animales se desmadran y se hacen malos y perversos.

Claro, el tío parte de un puto esquema: los animales son buenos y así, lo tendrán que seguir siendo. O sea la maldad es específica de los seres humanos y en cambio los animalillos son todos bondadosos. Bueno pues hoy en día el tío lo tiene muy fácil, que se transplante una cara de perro, un pico de jilguero y que se ponga piel de oso, pero que no pida que firmemos estupideces. Es como si los que somos amantes de lo humano, pidiéramos que no se hagan pelis de asesinos o de zombis o de conductas homófobas.

Si uno quiere un mundo feliz con sus animalitos, pues que se vaya a la selva africana y que ya sé que cada vez queda menos selva, pero eso es culpa de unos cuantos humanos, pero no de todos. Vamos, que a un tío como éste prenda, poco le queda para dictar las normas del comportamiento y quién ose no cumplirlas, pues a Siberia. Bueno, ya sabemos que en la viña de Señor hay de todo, pues acabo de acordarme de aquél otro que pedía que salvemos a los mariscos y pescados de nuestras garras humanas, sí otro de esos que nació medio lechuga y que quiere que todos seamos vegetales. Y el colmo de la estupidez humana ¿cuál es?, pues que tú hayas nacido demente o estúpido o lo hayas adquirido por el camino y que el susodicho tío empeñe en que el resto de los humanos le acompañemos en su estúpidez.

ME ABURRO POR AQUÍ, ME ABURRO POR ALLÁ...

  Me aburro por aquí, me aburro por allá, haciendo esto o lo otro me aburro igualmente. O sea me aburro por los cuatro costados y me siento ...