HOY QUIERO DECIRTE CUATRO COSAS

Hoy quiero decirte cuatro cosas:


La 1ª y más importante: el tiempo pasa...

y no he vuelto a sentir tu aliento y si es por dejación de deberes

y porque prefieres ver los amaneceres, entonces lo entiendo,

entiendo que prefieras los amaneceres a tener que hablar conmigo

y además, para nada,

quizás todo sea para constatar nuestro fracaso

quizás las constelaciones predicen nuestro destinos inciertos,

bueno, el tuyo lo tengo muy claro,

volverás de donde habías salido y más acurrucada que antes,

y yo seguiré mis batallas con mi ejército totalmente diezmado

y veo hacia atrás y me doy cuenta que fui grande,

que fui enorme, que fui gigante...


2ª: Ahora soy pequeño y vulnerable

y eso me da ánimos, porque lo grande es demasiado grande

y en cambio lo pequeño se hace entrañable

 y además, te cabe en los bolsillos,

yo prefiero llevar mi propio peso y mi propia mochila

y en fin, soy de buscarme la vida lo mejor que pueda

y además te juro, que lo conseguiré...


3ª: no hay enmiendas a la totalidad,

pues no es posible el volver atrás,

y aquellos campos llenos de Amapolas

se han convertido en llanuras de paja seca y enmohecida

y que el Otoño se está encargando de despachar...


4ª y última: No hay historia sin sangre

y por todas partes corrió nuestra sangre,

y se hicieron ríos y mares de sangre,

pero ha pasado el tiempo

y esa misma sangre se desecó en el desierto que quedó entre los dos,

los días de vino y gloria dieron paso a la aburrida normalidad del día a día,

y como yo no tengo libro de reclamaciones, ni quiero tenerlo,

tengo que exponer mis quejas en éste raro Poema,

¡me cago en todo y me cago en nada!

y que cada uno lo interprete como le da la gana...

NO SOY POETA AL USO

No, no soy Poeta al uso

tampoco lo soy al desuso de la desgana,

simplemente soy Poeta de prosa rara y enmarañada,

no me gusta lo simple y lo fácil

y el simple ¡hola! y el simple ¡buenos días!

lo prefiero complicar con el ¡como te va!

y con el ¡te deseo suerte en el día!

y al llegar la noche me gusta hacer balance

esto lo he hecho bien, esto fatal,

y lo otro lo pude hacer mejor

y siempre dejando la puerta abierta a las obras de mejora,

después trazo cuatro apuntes para el día de mañana

y entonces si puedo darme el ¡buenas noches!,

pero volviendo a lo del Poeta al uso,

tengo que decir que no fui a una escuela de Poetas,

que me hice sólo y con el puto sudor de mi frente,

horas y más horas sentado delante de mi portátil,

días y días aporreando las teclas,

meses y meses haciendo el mismo ejercicio...

pensar y escribir...

y a medida que iba escribiendo

prolongaba la longitud de mis pensamientos,

años y años haciendo callo duro sobre mi Culo,

tardes sentado, mañanas sentado,

días enteros sentado

y si midiera en espacio tiempo,

de 6 años al pie del cañón 

(los que llevo escribiendo)

serían de tiempo de escritura pura y dura, un tercio de ellos,

es decir, 

 me he pasado 2 años escribiendo las 24 horas del día y de la noche,

visto así es una pasada

y visto desde el otro lado,

sigue siendo una pasada,

desde luego yo no voy a crear Escuela,

la Escuela de Bruno el Poeta,

pero dejaré mis apuntes al servicio de esa causa,

me encantaría que la Poesía extendiera sus alas de porcelana

y fuera tan necesaria como el comer

y porque estoy convencido que la poesía como la música, 

amansa a las fieras y pone las cosas en su sitio

y mi sitio está entre todas éstas letras de tinta,

pero bueno lo que estoy seguro y a modo de epitafio...

es que no soy Poeta al uso.

PREFIERO LO DIRECTO

En realidad yo estoy aquí

y no estoy tan allá como me gusta pensar,

estoy más cuerdo que loco,

tengo mi lógica, mis razonamientos,

tengo mis métodos, mis estrategias,

y mis sibilinas tácticas un tanto retorcidas,

no penséis que voy desnudo por el mundo

y detrás de mi estampa de delicado bruto descuidado,

está mi orden y está muy bien trenzado,

nada lo juego a la suerte del azar,

yo pongo el objetivo y lo marco como tal,

después expongo mis armas y valoro mis defensas

y ahí decido si voy a por todas o voy lento y poquito a poco,

con paciencia (que no la tengo) y sin desfallecer pase lo que pase,

el todo me encanta,

el todo me puede y no me deja ver las partes,

y lo que eran escalones de una larga y tediosa escalera hacia el objetivo

de repente se han convertido en el todo o la nada,

no tengo paciencia,

no tengo un pulso tranquilo y acomodado

y enseguida me enciego de entusiasmo apasionado,

yo amo la compulsión y la sangre de los arrebatos,

 me encanta ese instinto asesino que casi todos tenemos,

adoro lo espontáneo y lo que sale en forma de exabrupto incontrolable,

y así de primeras y así sin previos filtros,

y yo sé muy bien y porque ya lo he probado,

que lo espontáneo puede hacer mucho daño,

pero aún así asumo el riesgo

y prefiero tener que rectificar mi espontaneidad,

antes que adornarla con la futilidad de algunas palabras vacías,

yo prefiero los daños de cara a las puñaladas por la Espalda,

yo quiero saber cuanto antes... 

si tengo que darle un Abrazo amigo

o simplemente tengo que cortar sus Brazos de un único hachazo.

OLORES...

De nuevo tarde noche

y apenas han pasado dos horas y media desde la comida,

Noviembre mes de luz nocturna

y pasamos más tiempo a oscuras que al suave sol otoñal

y es una pena, para mi no hay mejor sol que el otoñal,

es suave, es tibio, es templado,

es tangencial, es amable, es tierno,

es entrañable, es marrón amarillo tirando a verde,

es sol que sale de nuestras entrañas,

es húmedo, es lánguido, es romántico...

y ahora me estoy dando cuenta de que soy un puto romántico,

que me gusta tanto el otoño por ese aire tan tóxico

o por su patena romántica llena de hongos y setas,

y siempre acompañado de olores fuertes y contundentes:

olor a tierra mojada, a musgo húmedo y resbaladizo,

a castañas asadas, a leña quemada,

a ramos de Crisantemos,

a sándalo mezclado con incienso,

olor a mar revuelta, a algas en la orilla, 

a Pinos y a resina derramada en su Corteza,

olor a uva exprimida, olor a cosecha,

a vino, a aguardiente,

a gotas que caen por el Alambique,

olor a dulces sueños de chimenea,

a vueltas sobre tu eje y buscando la mejor postura,

olor a cielo, a nubes,

a lluvia, a charcos,

a gotas que caen de árboles,

olor a vida en estado puro,

a sentimiento, a perdida, 

olor a muerto, a lápida,

aroma de tierra alejada,

de lluvia ácida,

de brumas en la mañana,

de olores del arco iris,

de gotas de lluvia sobre la hierba,

olor de larvas, gusanos y lombrices,

de barro, de lodo,

de botas que pisan el lodo,

olor a tierra madura que fermenta,

que irradia, que traspasa,

y sobre todo...que nos inunda la Pituitaria.

¿O NO?

Algunos le llaman la hora muerta,

la hora que hay después de la comida,

yo le llamaría la hora bruja,

me encanta esa hora digestiva y para mí siempre productiva

y puede ser producto de un acto reflejo,

en mi tierna infancia tenía prohibido no solo bañarme,

sino que también afeitarme

y porque mi padre decía que...

que alguien se había muerto por un corte de digestión,

y eso lo tomabas como una verdad de fe

o daba igual,

porque al final no podías bañarte en el mar

ni afeitarte delante del espejo

y era un tema tabú y que nadie lo pusiera en duda,

mi padre (que en paz descanse) y sus miedos ancestrales,

y supongo que ahora lo mío, es la herencia de un acto de rebeldía,

mi padre tenía otros miedos,

tenía miedo a que se la cayera el pelo

y que al final se quedara calvo como yo

y de ahí venía su manía de cortarse el pelo al cero

y conmigo lo intentó,

es decir, también me llevaba a cortarme el pelo al cero, 

queda claro, que conmigo no funcionó su método...

otro de sus miedos era conducir un coche,

de hecho no tuvo coche ni nunca estuvo tentado de ello,

él iba caminando a todo o a casi todo

o sino cogía el bus y medio día se le iba en el transporte,

pero él en eso era erre que erre

y el pobre su murió sin conducir un coche

y el último miedo suyo que ahora recuerde era el frío y la Rocío,

era de abrigarse antes y en plan preventivo

y al caer la noche decía: viene el Rocío

y enseguida se metía en casa...

a mi Padre le encantaba tener charlas en la Bodega,

hacía vino que según él no emborrachaba

y por los pocos grados que tenía,

pero sí que los tenía...y una taza y unas palabras

y otra taza y otras palabras...

por el medio un picoteo bien bañado en más tazas de vino,

total (él y sus amigos) al final, todos se achispaban

y por mi parte y en ese preciso momento, tocaba retirada,

no fuera a ser que empezaran las gracias borrachas

de cualquiera de ellos hacia mi persona,

las gracias borrachas tienen un punto faltón

que de niño no alcanzas a entender y a comprender del todo,

y porque esas personas en su normalidad  no eran dadas a las bromas,

pero borrachas sí lo eran...

total que yo me iba encantado para mi cama,

me apoyaba en el alféizar de la ventana

y me ponía a ver la Luna y las estrellas

y de música de fondo tenía las hermosas olas del mar

y cuantos viajes realicé desde aquella ventana,

era mi querida ventana mágica:

desde allí crucé mares y océanos,

navegué ríos amazónicos,

atravesé desiertos y descansando en frondosos Oasis,

subía las más altas montañas nevadas,

volaba a ras de suelo y por encima de las nubes

a veces añoro tanto aquella ventana mágica...

lo más cerca que estuve de ella,

fue en un Septiembre de hace 9 o 10 años,

estaba en una casa pegada al mar

 lo último que oía antes de dormir

y lo primero que escuchaba al despertar,

 era al mar...

claro que éste era el mar Mediterráneo

y el de mi infancia, era el Océano Atlántico,

pero esa diferencias son pequeñas minucias

que ante el maravilloso sonido del mar carecen de toda importancia...

¿o no?

MARTES 6 DE NOVIEMBRE

Martes 6 de Noviembre,

éste ordenador portátil se enlentece a pasos agigantados

 supongo que estará de virus hasta la coronilla

y como no cambie mi actual estrategia

un día de estos entrará en Parada CardioRespiratoria (PCR)

 soy médico pero no soy informático,

soy persona y no soy máquina,

soy humano que no humanoide,

aunque a veces me pregunte si en realidad merece la pena,

¿merece la pena ser humano?,

te dan un premio o un Nobel por ello,

me temo que no, que no te dan nada,

ni siquiera te mandarán una felicitación navideña,

lo humano no cotiza el Bolsa, ni es una inversión bursátil,

lo humano y como dirían los psiquiatras y psicólogos,

entre dentro del mundo de la inteligencia emocional,

que como ya dije otras veces,

 esa una patochada inventada por ellos,

no me refiero a lo humano (estaría bueno),

sino a la inteligencia emocional...

con lo humano se nace y cada uno tiene su propia cuota,

después ya depende de uno mismo que la desarrolles más

o la escondas detrás de tus prejuicios,

tú escoges, tú decides, tú te arriesgas en tus decisiones,

y te proyectas hacia un lado o hacia otro,

vamos a ver, todos decidimos,

y hay que saber asumir sus consecuencias y efectos colaterales,

y sino aciertas, pues te jodes

y si aciertas, resulta que eres un humano con mucha suerte

y con un par de pelotas,

pero si te quedas en el lado zem de la película,

te mandarán ir al psiquiatra y para atontarte más de lo que estás,

él te dirá: tienes que madurar tu lado afectivo

y para eso tenemos éstas pastillas alucinantes,

 se llaman estabilizadoras del ánimo

y yo me pregunto una cosa:

¿el ánimo se puede estabilizar a base de pastillas?,

bueno, ellos dicen que sí y yo digo que no,

por suerte mi ánimo está más que estabilizado,

está apuntalado con pilares de cemento armado

y su estructura está a prueba de bombas,

por tanto, sino sabemos más del tema... digámoslo claro

y la inteligencia emocional es un cuento chino,

y es una estrategia para vendernos más pastillas

 y hacernos más dependientes de ellas y de nuestros psiquiatras.

JULIO CORTÁZAR