SEGUIREMOS LUCHANDO

Yo cuando me metí en asuntos politiqueros y de querer resolver el mundo, siempre pregunt´é y desde el primer día, porque muchos tenían la necesidad de tener ídolos sociales  y personales. Siempre me pregunté, ¿el porqué de esa necesidad?. Porque estamos sólos, porque nadie nos comprende, porque somos unos putos desgraciados o porque somos gilipollas. ¿Qué necesidad tenemos de tener mitos? y ¿porque siempre necesitamos adorar a alguien?. Quizá porque hayamos nacido disléxicos o tartajas o sordos congénitos o mismamente cheposos con o sin aparente joroja o ¿porque somos gilipollas?. Al parecer los humanos no creemos en lo que creemoso sea creemos pero no tanto o hacemos que creemos y en realidad creemos una mierda, pero eso sí, virgencita mía dáme un cuerpo o un estado o un país que nos ilumine.

Al final del final, yo pienso o tiendo a pensar que me arrepiento de mis antiguas usanzas y creencias y porque todo fue producto de un falso paso o de que estaba alucinado en aquellos tiempos. Porque yo soy todo un señor de izquierdas y no soy de esa izquierda renegada y arrepentida y porque me gusta todo lo que habla del pueblo y además, me entusiasmo cuando se habla de solidaridad, fraternidad y rebeldía. Pero eso sí, tengo que reconocer que soy un león enjaulado, que soy de izquierdas y de izquierdas sin componendas y sin de lavados de cara, que estoy más solo que la una, pero eso sí, siempre orgulloso de mis pensamientos e ideales.

Lo que quiero decir es que estoy hasta los huevos de tanto payaso que se disfraza de Che Guevara o que se pone el puto y asqueroso chandal del Chavez o del Maduro. No soporto la sutileza pestilente del poder y los malos olores del estiércol en pleno verano y siempre digo lo mismo: que pena de nuestros ideales, pues ahora andan en chandal y buscando los favores del gran capitalista y como siempre pasa, haciéndose los disimulados. Pues nada, ¡que seguiremos luchando!.

HOY ESTOY BRAVO

Hoy, si estoy bravo. Estoy como ese toro que quiere salir al ruedo y para enguiñar de una puta vez a ese payaso que lleva un traje de luces, pero, pero..., pero señores, todo tiene su engaño y antes y en concreto dos días antes de que nuestro querido Toro pueda salir al ruedo, torturan al susodicho y con el fin de que pierda su fuerza y su bravío. O que os pensabáis, ¿que a algunos toros se le doblaban las rodillas porque estaban cansados? o ¿porque tenían un mal día?, o ¿porque su psiquiatra no le hizo ni caso?. Al Toro lo escarallan vivo y para que el del traje de luces se luzca con sus pases magistrales. Y lo que tiene más cojones, es que aún encima se le llame MAESTRO.

Y como vivimos en un país de machotes y tan de machotes, que hasta se nos ocurrió hacernos un Imperio donde nunca se pone el sol, y que yo me sigo preguntando ¿para qué?. Pues debe ser para sentir una sensación de poderío que te cagas y yo soy español y yo soy el amo del puto mundo. Y tengo que suponer que eso pone. Somos y soy de sangre española y a veces me da vergüenza y me da vergüenza, porque los españoles en general se sienten orgullosos de sus desmanes y además, que la Madre Iglesia los haya bendecido. La Iglesia, la puta Iglesia, la que nos jodió nuestra existencia, la que nos dijo: hijos no preocuparos por la sangre derramada, porque es sangre necesaria para conservar nuestros atributos.

Sí, hoy me cago en la Iglesia, en los circos de los toros y además y que quede constancia en acta, en todo lo que se menea. Y porque estoy harto, harto de todo el día metiendo caña y estopa, harto de que me brinden argumentos, harto de sangre inútil y harto de ésta payasada social. Y es que nunca me gustaron los toros y antes de que existieran los animalistas y antes de salir de las catacumbas los comedores de hierbas finas y no tan finas y antes de mi existencia o sea, cuando yo era un Calamar en el mar Adriático.

SUBMUNDO

Que hay un submundo en el Mundo, eso lo sabemos todos, aunque a veces preferimos no saberlo y nos hacemos el longui. Que hay explotación, que hay esclavitudes, que hay sistemas de razas, de religiones y demás lindezas..., pero parece que lo que no queremos saber es que al lado y en el mismo pueblo o ciudad, hay igualmente gente o personas explotadas, maltratadas, vilependiadas y asesinadas  al sin morir. No nos gusta suponer que el vecino puede ser un explotador de personas o mismo, un racista de mierda. ¡Eso no!, ¡eso pasa en otros sitios más lejanos!, ¡qué escándalo! y en el fondo nos callamos y asentimos, porque no queremos alterar nuestro más cercano medio social y medioambiental. Somos europeos y llevamos las estrellas en el pecho y entonces ¿como va a ser posible eso?.

Pues nada, que sigamos igual de cegatos, pero eso no quita que yo diga que hay un submundo debajo de nuestros pies. O ¿que pasa?, que el violador de turno, siempre y siempre será africano o mejicano o el que roba o choriza o el que asesina. En el fondo nos parecemos a los yanquis más de lo que imaginamos, nos parecemos en el desprecio hacia los pobres o hacia esos seres inferiores que son los inmigrantes y que me perdonen algunos de los yanquis, ya que sé que entre la masa de todos, siempre hay honrosas excepciones. Pero yo no estoy aquí para hablar de las excepciones, estoy para hablar de esa cantidad de hijos de puta (y que me perdonen las putas) que se hacen pasar por seres humanos y todo, porque van a comprar el periódico y el pan por las mañanas.

Pues no señor, yo ya estoy harto de tanta hipocresía social y porque hoy ardo por dentro y claro, hoy sólo me faltaba saber de un vecino que se trajo una sudamericana a la Isla y lo peor del caso, es que antes ya tenía antecedentes o sea que ya se había traído otra y aquí no pasa nada. Es decir, yo voy a Méjico o a Perú y voy presumiendo de lo que tengo y me traigo a una pobre mujer muerta de hambre y todos tan contentos. Y os juro que no es por envidia, pues yo no envidio lo que suena a explotación y a vileza, yo sólo envidio lo que es sano, lo que habla de verdaderos sentimientos y nunca jamás envidiaré a los seres del submundo. Pero ellos ahí están y están a nuestro lado.

LAS PALABRAS SON MIS ARMAS

Yo no tengo armas de ningún tipo, ni de fuego, ni blancas, ni de colores. Mis armas son mis manos y las palabras, sí, disparo balas de palabras y si hacen daño o no, había que preguntárselo a quién van dirigidas, porque una vez que hago el disparo, me importa un carajo el como se queda el interfecto y si se muere de un infarto masivo, pues bienvenido al mundo de los muertos y si se queda medio vivo, porque vivo del todo es imposible, pues señores, para eso están los Hospitales, para ponerles un tubo por la boca y que les salga por el culo. Me río yo de esas pobres víctimas de tebeo y es que hasta me escarallo de la risa, porque cuando en su anterior momento los tenías enfrente, así todos farrocunes y con la camisa desabrochada hasta su puto ombligo de chulo, no temblaban, ni balbuceaban, sólo desafiaban.

Pues pasa, que ahora mi pensamiento es,¡qué se jodan! y que por lo menos cambien de look y de colonia. ¡Hostia! si vas de bravucón por la vida, por lo menos peinate los pelos del torso y usa un desodorante que elimine tu olor a poza negra. Para ir de chulo por la vida, lo primero hay que comprarse unas botas camperas de tomo y lomo y que sus pasos suenen a macho. Lo segundo, es dejarse unas patillas hasta la altura del culo y que no acaben en punta, sino que al final, se ensanchen. Lo tercero, es llevar unos pantalones vaqueros que marquen el paquete y si le ponen relleno, mejor. Cuarto, la camisa que sea de algodón vasto y crujiente, es decir, que si le tocas notas la aspereza de una lija y por supuesto, que esté desabrochada hasta el ombligo, pues hay que mostrar todo ese amasijo de pelos hombrunos.

Parece que estoy describiendo a un tío de una película cualquiera de vaqueros, pero no, yo describo al hombre de Cromagnon, al mismo que fue nuestro tatatatatatatarabuelo y que mira que la jodió, pues algunos han heredado su facha. Y parece mentira que en pleno siglo XXI haya éste tipo de orangutanes, pero sí los hay, como hay impresentables que se van a Sudamérica o a América del Sur a buscar hembras que casi se mueren de hambre y claro, llega el chulito hispano y sin más extiende su dedo y dice: me quedo con ésta o con éste ejemplar tan guapo.

LAS COSAS Y COSAS

Cuando las cosas duelen de esa manera tan punzante, la solución no está en aplazamientos y ya veremos mejor mañana. La sangre llama a la sangre y si hay que meter el dedo en la llaga, se mete y hasta el fondo y si te duele aún más, pues te jodes. Al fin y al cabo, el dolor es sólo un signo de aviso, de aviso de que hay algo debajo de la superficie, de que hay algo escondido, que hay mierda debajo de las bonitas flores. Y yo estoy en ese preciso momento, en ese momento de espera para poder descubrir toda la mierda y por mi ya no esperaba más tiempo, pero como las cosas no siempre dependen sólo de tí, me toca esperar a que aparezca la otra persona.

Uy!! tengo tsunamis por dentro, tengo vómitos de ira, tengo convulsiones de agobio, en fin, que tengo, un asunto vital y personal por resolver, pero os juro que de hoy no pasa. Yo creo que a veces los cabreos son la mejor forma de irse por la tangente, es decir, yo me cabreo primero y ya soy el centro de atención, ya los demás intentarán consolarme y no te pongas así...que todo tiene solución en la vida y demás pamplinas que siempre se dicen y que más que tranquilizarte, te alteran más y más: Pero ahora lo mío es distinto y es distinto, porque tengo programado mi cabreo, pero eso sí, no respondo de las formas, pues un cabreo es un cabreo y no tiene normas, ni sabe de buenas educaciones.

Y bueno, además no tengo quién después me consuele. Por suerte o mala suerte no tengo a nadie que aguante mis cabreos o mis paranoias, pues yo soy como Juan Palomo: yo me lo guiso y yo me lo como. Ahora sí, que nadie se lance sin paracaídas, que yo estoy sólo porque quiero y no porque me hayan dejado en la estacada. Estoy sólo y a mucha honra, estoy sólo porque me lo he ganado con el sudor de mi frente, porque el tema está en eso, en estar sólo pero sabiendo y queriendo estar sólo y eso, no se consigue en dos días, eso se consigue en casi 60 años de vida.

¿INDEFINIDO?

Dejar que las ideas fluyan, eso es muy bonito, pero que hacer ¿cuando no fluyen?, pues esperar a que fluyan, pero teniendo una postura activa, es decir, seguir currando para que fluyan y eso, en mi caso, lo consigo escribiendo. El tema de las Musas no es tan sencillo, no es esperar sentado a sus apariciones, porque muchas veces no se presentan como putos milagros, muchas veces se presentan en el medio de un texto o de una palabra o de una frase y si tú no estás ahí, en pleno frente de batalla y dando el callo, las ideas se evaporan y pasan a formar parte del medio ambiente. La lucha, la puta lucha, la lucha de todos los días y la de todas horas. A mí de chaval me dijeron que la vida es luchar, pero que después las cosas vienen rodadas y ¿cuando viene ese después?.

Rodadas y como si fueran ruedas de molinos y lo que único que rula por ésta vida son los malos rollos. Esos sí que ruedan y ruedan como bolas de nieve. En el manual de instruciones de la vida ponía que: con paciencia se hace el camino y yo me pregunto ¿donde está la paciencia cuando se necesita?. Y lo digo, porque hoy aún no estoy definido, no sé si adoptar mi papel de hombre tranquilo y capaz o directamente, vestirme de guerrero sanguinario. Es uno de esos días en que te levantas, indefinido y sé que esto dura apenas unos minutos, porque después ya se encarga la vida de espabilarme.

No hay mucho espacio para la quietud del alma. Hay sólo momentos atemporales o sea que significan tiempo pero sin tiempo y por tanto no duran ni un sólo segundo. Sí y porque afuera está la guerra, afuera y dentro de casa, las batallas no paran y las tripas saltan y los río de sangre se hacen más grandes. Uno no se escapa así de fácil, una no se escapa de las miserias del día a día, pero tampoco y eso es un consuelo, se escapa de las alegrías. Vivimos en un estado de compensación constante y dáme un beso que yo te mataré a disgustos...

EGOÍSMO

Yo pienso que entiendo muchas cosas, pero en el fondo entiendo muy poco. No sé, me siento liberal en éste aspecto, pero como lo liberal no quiere decir nada, al final el producto resultante es igual a uno o a dos y eso uno o dos es producto de copiar en el examen. Mi sapiencia pienso que es amplia y que podía serlo más, pero me siento con el suficiente sedimento de sapiencia para ir tirando por la vida. Y esa maldita frase de: "siempre puede ser más", es una dejadilla que se emplea para quedar bien o sea, para demostrar que eres un tío honesto y modesto, porque en realidad no sirve para nada más. Es como lo de yo te dejo, pero te dejo pensando que a lo mejor más adelante quizá podemos volver y ¡un huevo de paloma!, esa posibilidad nunca existe, pero se usa para enternecer un poco esas situaciones.

Y esas situaciones son jodidas y como son jodidas no caben las pamplinas. Uno deja a alguien porque se lo reclama su fuero interior y porque ese fuero sabe perfectamente cuando se jodió ese amor y en amor, hay el sí o el no y no el ya veremos o el reflexionemos durante un tiempo. Cuando uno llega a la conclusión de que necesita un tiempo de separación, es porque por dentro algo se ha roto y destrozado y el amor no es como una lavadora estropeada y que llamas al técnico y te la arregla. En el amor lo roto no tiene reparación, pero como somos humanos y somos unos desgraciados, nos gusta pensar en estupideces que adornan el momento.

Parezco un consolador en pleno brote de rebeldía. Mira que ponerme a dar consejos amorosos y como si fuera un experto en éstas lides. Bueno, a lo que yo iba que cuando juegas con fuego te meas en la cama y el amor es fuego y mi conclusión: es que no se puede, ni se debe jugar con él. Y al pan, pan y al vino, vino y no vale, el que te dejo, pero te querré siempre, porque ese siempre se encoge con el tiempo y se queda en un simple mes. Además el que deja una relación de esa manera tan cauta, es porque en el fondo él tiene sus propias inseguridades y por eso, necesita por si acaso, que la puerta se quede abierta, lo que significa, que lo hace por el mismo,en definitiva, por su puto egoísmo.


MANÍAS

Pues nada, otro día precioso otoñal y mientras siga así yo encantado de la vida, pero tengo que insistir que con un poquito de frío más, yo sería el hombre más feliz del mundo. A éste otoño maravilloso otoño le falta ese puntito y que sería el suficiente para tener que encender mi estufa de leña. Creo que esto ya lo he dicho varias veces, pero si lo he dicho es porque todos los días lo pienso. Cada uno tiene sus putas manías, cada uno busca sus posturas más cómodas, cada uno se la suda de distinta manera y no hay que celebrar ningún congreso para quesea votada por mayoría. En las manías no existen las mayorías y porque sino dejarían de ser manías. Por cierto las manías no dotan de un sello muy especial y en parte ayudan a conformar nuestra propia personalidad.

Por eso a las manías hay que darles su importancia y porque al fin y al cabo, participan en nuestra identificación como personas individuales. Si mi manía de encender la estufa de leña la tuviera todo dios, pues sencillamente dejaría de ser una manía mía y pasaría a ser una costumbre social y al ser una costumbre social, ya estaría contemplada en los programas de los Partidos políticos y al final, una simple manía mía se convertiría en un acto más de las ferias y congresos políticos, vamos que desde el Parlamento se impondría un puto horario de mierda y se enciende en tal fecha y se apaga, en la otra y de tal hora a tal hora.

No señor, a las manías hay que dejarlas en su lugar y sitio. Yo como todo el mundo tengo un largo rosario de manías (o eso me supongo), que en algunas puedo ceder un poco, pero que en otras, tendrían que pasar por encima de mi cadáver. Hombre tampoco me pongo en plan pejiguera, como esos que te dicen que el tubo de pasta de dientes tiene que ser apretado desde su fondo  y que se desquician si alguien no cumple con la norma. Yo me desquicio por cosas más importantes, por ejemplo me desquicio con los imbéciles que andan sueltos, con los estúpidos que se las dan de chulos, pero sobre todo, me desquicio con los descerebrados que pretenden inculcarnos las normas de conviviencia.

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...