Si tiras de mí
y lo haces con inusitado entusiasmo,
quizá llegue un día
en que pueda caminar a tu lado,
como buen compañero
como mejor camarada,
como ese ser al que siempre envidié,
fiel y leal
atento y solo pendiente de tu bienestar,
y que mi objetivo tenga tu cara
que mis deseos sean tu carne
y que mis caricias surquen tu piel.
Yo he intentado tirar muchas veces de mí
pero no siempre he podido
a veces, sí
pero en otras muchas
me quedé varado en el rellano.