EL PADRE DE MIS HIJOS

 


El padre de mis hijos
es un señor que habla mucho y dice muy poco
que a su vez,
casi todo se lo come él sólo
y que después,
se lo traga y se lo digiere él sólo.

El padre de mis hijos
dice que sabe
y en realidad,
no sabe casi nada,
él piensa que ha sido grande,
y mientras pensaba eso
sus hijos se hicieron adultos.
A día de hoy
él se encoge en un ovillo de huesos y músculos,
y decrece porque padece mal de altura,
incordia porque es su misión es molestar,
molesta porque es un grano en el culo,
y acabará siendo herida abierta
que nunca parará su sangría.

El padre de mis hijos
es de sangre caliente,
respira por sus agallas y poros,
tiene escamas sobre su envejecida piel de pergamino,
y a veces, le dices algo
y él responde con el más absoluto de los silencios.

Creo que al padre de mis hijos
le encanta el silencio...

Y porque no decirlo
al padre de mis hijos
le tengo todo mi respeto
y por eso él y yo
vivimos dentro de una burbuja aislada de ruidos.

DE ENTRADA...

 

De entrada...yo soy amable
de salida...puedo parecer un imbécil,
pero arrepentíos...acólitos de satanás o del diablo,
arrepentíos porque ¡no lo soy!
y aunque me he pasado media vida,
queriendo tener ese título nobiliario
(ser un estúpido satánico),
al final resulta que soy un humano sin cuernos, ni rabo,
que soy un ser que come con los dedos
que beso con los labios descarnados y desangrados,
que ama con el ansia del mismo latido del querer
y sólo tengo un defecto...
a veces caigo rendido a los pies de la diosa impotencia,
y es que no soy tan humano:
cuando puedo volar en picado
y no matarme contra el suelo
y a la vez
cuando puedo sentir como me duele la vida,
y tal y como ahora mismo...
¡me está doliendo!...

HUEVO


 

ÉRAMOS


 

Éramos pocos pero parecíamos muchos,
íbamos sobrados y como pavos reales desmontados.
Éramos invencibles, intocables,
sobrepasados de razones
sobrecargados de emociones
ingobernables y pasionales.

Éramos pocos pero hablábamos mucho
y ladrábamos como perros enfurecidos
y soñábamos en grande y en pluscuamperfecto.

Y ahora,
que ha pasado tanto tiempo
(más de 40 años y con eso se dice todo)
apenas quedan en pie un par de ideales:
solidaridad, pero eso sí, inmensa...
y guerra a muerte
contra la opresión y abuso de cualquier tipo.

Ahora bien
son dos ideales bien incrustados en el encéfalo
y por eso estoy convencido
que con ellos me moriré en paz y armonía.

MINIMALISTA



 

Decir en 3 o 4 palabras
y en plan minimalista
lo que se podría decir en 16,
esa es mi meta y mi obsesión.
En mis sueños es una de mis metas...
...quiero escribir poco
y decir mucho y todo al mismo tiempo...
pero es de lógica suponer
que todos, sin excepción,
queremos decirlo todo
sin apenas mover un dedo.

UN PEDAZO DE NADA (Juan J. Millás)

 


Estamos sucediendo todos los segundos, todos los minutos, todos los días, todas las semanas, todos los meses, todos los años de nuestras vidas. Cada latido de la sangre es un suceso; cada respiración, un acontecimiento; cada parpadeo, una aventura. ¿Cómo averiguar si llegará el siguiente parpadeo, si sobrevendrá la respiración sucesiva, si comparecerá el próximo latido? ¿Quién sabe, cuando se mete en la bañera, si volverá a salir de ella? Se me ocurre esto mientras subo las escaleras porque el ascensor está averiado. El esfuerzo me hace consciente de la condición accidental de la existencia, de la calidad de peripecia de todas las biografías. Entonces suena el móvil. Es un señor que me ofrece gigas sin límites a un precio de risa.

- ¿Quiere usted decir gigabytes? -pregunto.
-Eso es, gigabytes
-Estoy subiendo unas escaleras -le digo.
-Pagará menos de la mitad de lo que paga ahora -insiste.
Cuelgo y continúo mi ascenso pensando ahora en este comercio nuevo, el de los bytes, de los que hablo a veces sin saber nada de ellos, más allá de que constituyen una unidad de almacenamiento. ¿De almacenamiento de qué? De datos, supongo.
Me parece mentira que las compañías telefónicas se hagan millonarias con la venta de esa cosa inmaterial. ¿Dónde adquieren los bytes estas compañías? ¿O los cultivan ellas? ¿Podría yo tener un huerto de bytes como el que tiene un huerto de lechugas?
De modo que una unidad de almacenamiento. ¿Podríamos decir que un byte es un cofre digital, un joyero en el que guardar nuestras riquezas virtuales? Soy capaz de imaginar el tamaño de una botella de un litro, pero ignoro cómo representarme un byte. O un gigabyte, que son mil millones de bytes.
Acabo de llega al sexto piso casi sin darme cuenta, enredado en estos pensamientos. Pero respiro mal. Y ahí es donde caigo en la cuenta de que estoy sucediendo, de que soy un suceso que en cualquier momento puede dejar de suceder. Una ocurrencia que en cualquier momento puede dejar de ocurrir. Una mota de polvo llevada por el aire. Un pedazo minúsculo de nada. Suena otra vez el móvil, pero no lo cojo.

TUTE


 

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...