Vale...

 


Vale...

me gusta gritar.


Reconozco que me gusta gritar

y en plan loco y despavorido.


Y me gusta y me encanta

que las batallas campales

que alguna vez hemos tenido

digo que las prefiero en diferido.


Prefiero el entre tiempo lánguido e indefinido

de los días neutros

que al mal tiempo desatado

y con demasiadas malas historias en el cielo.


Prefiero las nubes bajas de la mañana

que al sol en lo alto del mediodía...


Prefiero las verdades crueles y crudas

que las mentiras piadosas

que suenan a ecos y mentiras.

QUÉDATE

 

Quédate con quién quieras,

pero que no sea demasiado grande

y porque siempre te cubrirá con su maldita sombra.


Pero que tampoco sea demasiado pequeño

y se haga hormiga con alas,

pues volará en cuanto el viento cambie

y le venga de popa y a toda vela.


Quédate entre nosotros,

quédate entre los mortales,

quédate entre seres humildes 

y claramente, delimitados,

quédate con seres que soñamos cosas alucinantes

y que nos dormimos entre laureles

y  que nos despertamos con un pie en el agua

que llovió ésta noche.


Dicen que nos auto compensamos,

que damos y a cambio, queremos algo,

(seamos así, realistas)

que queremos y no nos gusta que nos quieran

porque más vale pájaro en mano

que ciento volando.


De tú a tú...

yo te quiero

y si tú me quieres

nos seguiremos queriendo.


No hay tanta prisa

para querer como se debe querer.

Ariana Harwicz


 

El artista ha de empezar su obra con el mismo ánimo que un criminal cuando comete un crimen, dice Degas. Cuando empiezo a escribir, el mundo se convierte en mi enemigo, dice Kertész.

- Ariana Harwicz

ANNE SEXTON


 

RABINDRANATH TAGORE

 

Durante muchos años

sin reparar en gastos

he recorrido muchos países

he visto las montañas más altas

y océanos enormes...

y sin embargo descubrí el brillo del rocío

en la hierba a la puerta de mi casa.

Leopoldo María Panero



Qué es la magia, preguntas
en una habitación a oscuras.
Qué es la nada, preguntas,
saliendo de la habitación.
Y qué es un hombre saliendo de la nada
y volviendo solo a la habitación.

‘Ars Magna’ de Leopoldo María Panero

70. «El cuento de Kafka y la muñeca», de Paul Auster

PAUL AUSTER

 


Francesca Battista / Nieve




Yo no esperaba
el pasado
entre las ramas desnudas
de los árboles en la ciudad.

Sobre piedras mucho más viejas que yo
caminé
a través de días
que ya no existen.

Olor a ragú
entre las casas rojas
del ghetto.

Píntalas de blanco.

Dime,
partiendo desde el principio,
adónde vamos.

Francesca Battista (Módena, Italia, 1983)

B-52 (J.J. MILLÁS)

 


B-52 (J.J. MILLÁS)
Una mariposa macho tiene menos envergadura que un B-52, pero es capaz de recorrer decenas de kilómetros, desafiando toda clase de obstáculos, para copular con una mariposa hembra. El B-52, por su parte, recorre miles de kilómetros sin otro objeto que el de amputar los brazos a un crío de 11 años. La mariposa macho perece de amor tras la cópula, mientras que el B-52 regresa sin un rasguño al punto de partida, donde da un trago y vuelve a la carga. No sabemos cuántas mariposas revientan cuando bombardeamos un mercado árabe, pero uno de los últimos proyectiles arrancó de cuajo las alas al pequeño Alí Smain, cuyos muñones se deberían exhibir desde mañana mismo junto a esa imagen en la que los 183 diputados del PP se aplaudían a sí mismos, con una excitación sexual incomprensible, después de haber votado en bloque un sí a la guerra.
Al poco del apareamiento, el abdomen de la mariposa hembra se abre y riega el campo de huevos fecundados. Al poco del arrebato venéreo de los populares, los abdómenes de los B-52 se abrieron y comenzaron a descargar sobre las casas de adobe una lluvia de fuego. La mariposa es el sueño de la oruga como el B-52 es el sueño de Aznar. Cada gusano sueña según sus complejos y la realidad es el resultado de esos sueños. Por cierto, que una cosa envidiable de la mariposa es que puede volar durante la cópula multiplicando así el placer de todos sus sentidos. Si a usted y a mí, pobres mortales ápteros, nos parece que flotamos en el aire al follar, imagínese lo que sería salir por la ventana durante el acoplamiento y tener un orgasmo en la vertical de Bagdad o de Manhattan.
También los B-52 se aparean en pleno vuelo. Quizá lo haya visto usted en la tele y tal vez se le hayan puesto los pelos de punta, como a mí, por la precisión con la que la verga de uno de los dos pájaros metálicos penetra en la abertura húmeda del otro. Sólo que en lugar de descargar sobre él unos gramos de dulce semen, lo llena de gasóleo hasta las cejas para prolongar su vuelo criminal. En este caso, se trata de un acoplamiento incestuoso, contra natura. De hecho, se lo hacen con la nave nodriza, o sea, con la que les amamanta, que es como si se lo hicieran con su puta madre.

SÁBADO

Sábado, primer sábado después de mi cumpleaños que fue el día 5 de febrero y ese día el mundo tuvo la mala suerte de saber que en una esquin...