"Nunca he podido
estar segura de mis
sentimientos;
en cambio, siempre lo
he estado de mis
emociones.
(Así es como deben
producirse los
infartos)".
"Cardiopatía", Cristina Peri Rossi.
Si yo tuviera reflejos
no serían los mismos reflejos de aquellos hermosos atardeceres
que seguro,
has intentado olvidar.
Sería como más temprano
serían como recién levantado y desnudo y sin nada
y porque me daba la gana.
Sería como flotar en la espuma de la mañana
sería como tocar tus largos dedos y huesos
y como rozar el interminable eco de tus besos.
Sería como tragar saliva
dentro del sueño de aquella noche de luna llena.
Sería como cuando te conocí,
era de noche
pero era de día,
era de tarde
pero mientras tú me hablabas
de la ternura de la mañana...
yo escuchaba
el murmullo de las olas
y el eco difuminado de tus palabras.
Y todo se entremezclaba
entre telarañas y algas de aquella playa
que nunca sabré
cual fue.
Algo de todo esto
me sabía a yodo
y algo me olía a ola húmeda y fría
y mientras en la arena mojada
saltaban seres
que apenas conocía...
pero que me llegaron a enternecer.
Era como un esperpento
de espuma, aire y saliva en el amanecer.
¿Sabes?
aquí me tienes
y no soy cobarde
ni tengo miedo
y tengo memoria
y hasta me acuerdo de las esquinas que tenía tu cuerpo
en aquellas tardes de aquél caluroso verano.
¿Sabes?
no soy de aquí,
soy de otro lado,
sé que tengo respuestas que nunca te habrían gustado,
pero si sangras,
perdona por todo lo que no te he dado.
Estoy seguro que tarde o temprano
te habrán cicatrizado.
A mi me duele el alma
por tanto quererte de frente y de lado
y por tus cuatro costados...
Y de nuevo te pido perdón
por no saber
demostrar como se debe querer
antes y después de decir ¡te quiero!...
"Ni siquiera pedimos felicidad,
sino y simplemente pedimos
que no nos duelan las muelas
y que se calme este resquemor que causa tanto dolor".
Harto de buscarte entre mis dedos
y dentro mis sueños
y hasta entre mis dientes y boca.
Harto de ser un zombi
en busca de carne que late y que dice que siente
y que además,
me aturde y me confunde
entre el querer y el sin querer.
Pasado el tiempo, los años y las películas,
esa misma carne
se deshace como arena entre mis dedos
y alguien abre la puerta
y una corriente se lleva los restos
y Amén.
Harto de comer ruedas de molinos
y harto de que te digan como se debe querer.
Yo quiero,
yo quise
y me supongo
que seguiré queriendo más
y mucho más y hasta el infinito
y si de algo me arrepiento
es de no haberme reconocido antes
y haber dicho
¡Esta es mi forma de querer!
El hecho de haber sido
combatientes sin armas,
nos hace ser más débiles
pero mucho menos predecibles.
Además
viva la debilidad
y la sensibilidad,
y lo delicado y lo amable
y lo sencillo
y lo complicado que guste y no disguste,
y lo tranquilo y amodorrado y tierno
y lo que se come con las manos
y se acaricia con los dedos.
Hay que combatir con la suavidad de los gestos,
con la delicadeza de las palabras,
con la mirada amable,
con el pestañeo coqueto y dubitativo
con la ternura del abrazo amigo
y sin esperar nada a cambio...
eso nos hace ser...
más grandes y mucho más inmensos.
Damos una mano
y nos crecen los versos
damos un beso
y el aire se condensa en lluvia fina...
mientras al fondo
el sol se esconde detrás de un molino viejo.
Cuando me siento tierno
me crecen las venas
me arden las ganas
y los sentimientos se me hacen bola de fuego
que regurgitan por la boca de mi estómago.
Y os juro que no me pongo a llorar
porque mi pozo de lágrimas
está seco desde hace mucho tiempo,
pero sino
yo sería un valle de lágrimas
y un lago de historias con nombres de cuento.
Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...