NO LLEGAMOS A MARTE

Vamos a ver nena

y digo nena... 

porque tu nombre se lo llevó una ráfaga de enloquecido viento,

yo sé que tenías nombre y apellidos,

que era un precioso nombre,

que tus apellidos no eran comunes,

que andabas con dos piernas,

que masticabas sonriendo

que mirabas con infinita ternura,

que los dedos de tus manos eran largos y finos

que tu pelo eran relucientes espigas de oro y trigo

que tu cielo era parecido al mío,

estaban la Luna, Saturno y sus anillos

y Marte, para no equivocarme,

decías algo y en silencio me mirabas, 

yo te respondía 

aquí no hay quién viva

y yo pensaba en Marte

y las vueltas que tendríamos que dar...

 al final, nena

no llegamos a Marte

ni a ninguna otra parte.

TERAPIA DE NADA

Primero tengo que dar un grito,

un grito de desesperación,

después debo coger aire a fondo

con tranquilidad y parsimonia,

sintiendo el aire dentro de mis Pulmones

y notar como se expande mi caja torácica,

siguiente paso es

estirar mis miembros hasta su apoteosis final,

que hagan crac los huesos,

que chasqueen las articulaciones hasta el delirio

que se disloquen los cartilagos en cascada,

que se dilaten los intestinos,

que se ericen los pelos,

que se perdonen los errores,

que nos amemos unos a otros,

que nos desviemos de todo y en todo,

que viva el sexo duro

que el amor es imposible

y que no hay perdón en la rendición.

¡¡¡PIÉRDETE!!!

A ti...que meas colonia y cagas flores como Coliflores,

a ti...guapa de cara y fea de alma,

a ti...que piensas que irradias

y en realidad, emanas toxicidad,

a ti...princesa con labios de mierda

 te voy a dedicar ocho letras

        ¡¡¡piérdete!!!

y aléjate de mi mente...

MIÉRCOLES 26 DE JUNIO

Miércoles 26 de Junio.

                       
 Nada nuevo a bordo. Viento noroeste (fuerza 3). Noche cerrada con bruma espesa. Cena tranquila con larga sobremesa bien regada de un buen aguardiente gallego. Ayer por la tarde hubo movimientos extraños, el barco se movió sin rumbo fijo durante un par de horas, eso nos dijo el Capitán. Nadie sabe el porqué. Deben ser fenómenos extraños en la tercera fase. Llevamos rumbo a Singapur, pero antes aún nos quedan  un par de paradas en tierra: la primera en Mumbai (India)  y la segunda en Colombo (Sri Lanka) y después por fin, llegaremos a nuestro destino. Salimos del puerto de Vigo (Galicia-España) hace 14 días y estamos de mar y barco hasta la misma bandera. Pero ya queda menos, apenas 3 días y después a conquistar Singapur o mejor, que él nos conquiste a nosotros (yo me dejo querer).

                      Ayer vimos Desfiles y Cormoranes, fue precioso porque además coincidió con la hora punta de la puesta de sol. Hay personas a bordo que pueden resultar ser interesantes, algunas que no todas. Ayer en la cena congenié con un tipo que era irlandés de pura cepa, católico hasta la médula, caótico en la práctica del día a día (eso me dijo) y eficaz cuando la conversación se enredaba más de lo necesario (eso lo comprobé). Después con el aguardiente todo se fue haciendo más confuso, tipo nebulosa, pero al mismo tiempo, las conversaciones se fueron llenando de risas y chistes y anécdotas absurdas. Hoy menuda resaca tenía y el irlandés no apareció hasta última hora de la mañana y con cara de poco amigos. Supongo que lo fundió la resaca, él solito  se bebió lo de tres de nosotros. Menudas tragaderas tiene el irlandés.

                     A bordo hay de todo, de todo tipo de personas, de todo tipo de tripulación, de todo tipo de entretenimientos y de todo tipo de bailes y variadas payasadas. Para mi todo esto es un coñazo. No me gustan las fiestas, no me gustan los bailes. Odio las conversaciones y cenas de etiqueta. Pero bueno, es lo que hay. Además, no es cuestión de encerrarse en el Camarote con una botella de aguardiente y borrachera va y borrachera viene y así, hasta llegar hasta Singapur. Un día vale, dos un poco menos y tres, ya no. Prohibido y guardado bajo cerrojo. Y porque en ésta vida o te espabilas o te espabilan y yo prefiero espabilarme yo solito. 

Las mañanas tienen un pase, entre que desayunas, entre que te das un paseo alrededor del barco y el mar y no sé porqué suele estar más bonita de mañana (bueno, salvo a la hora del atardecer). La tarde es lo peor que llevo, la tarde se hace cansina, tediosa y aburrida. La mayoría de los pasajeros se van a la piscina del barco y el que no sé baña aposenta su culo en el chiringuito de la piscina y venga a cocerse a gin tonics y cervezas. Después con la melopea es cuando deciden mojarse los huevos. Yo leo, me encanta leer. Y también escribo, lo de escribir es mi pasión turca y sin darme cuenta la puesta de sol se acerca. Y yo no me pierdo una, no vaya a ser que me quede sin ver su rayo verde. Además el mar se tiñe de oro y plata y parece una alfombra de agua.
Bueno, pues para ser mi primer día del diario de a bordo, creo que no ha estado tan mal. ¡Seguiremos escribiendo! y por supuesto ¡disfrutando!...

LA PUNTA DE UN ICEBERG

 Ahora todo es más difícil los reflejos van pidiendo un descanso los tendones se relajan y contraen menos y peor que antes la vista pide aux...