UN VÍDEO

Y viene en el facebook: "Hazle un vídeo a un amigo para darle las gracias". Primero, que antes que un vídeo a un amigo, si hace falta le hago una paja o le escribo un libro o simplemente le doy la enhorabuena por el no se qué. Un vídeo ¿de qué?, un vídeo de como voy al curre y de como me cambio de ropa o un vídeo de porno duro. Segundo, que odio casi todos los vídeos, salvando, claro está, los que tengan calidad tanto en la filmación como en la interpretación y de esos ¿cuantos hay?, dos o tres a lo sumo.

Supongo que en el fondo el tema está, en que yo me ruborizo ante la cámara o me pongo nervioso y eso se nota y como se nota. ¡Joder! pero a un amigo que le felicitas o le das las gracias por algo a través de mandarle un vídeo, eso no es un amigo, ni hostias benditas. Eso no se le hace a un amigo. Esto es como cuando te encuentras con una pareja amiga que hace tiempo que no ves. Y te cuentan  y ya con excesivos detalles, que estuvieran en Yanquilandia y que hasta se casaron en las Vegas y hasta ahí te dices, pues allá ellos si son felices así.

Pero..., pero...pero para más inri te invitan a cenar a su casa y con la amenaza de que después de la cena te van a enseñar las fotos y los vídeos de su mierda de viaje. Y entonces en tu cabeza se pone en marcha la máquina de las disculpas y no puedo ir por esto y por lo otro... Y si no cuela, ya piensas que ese día por la tarde vas a tener una espléndida diarrea o que vas a tener fiebre de 50º y que estás a punto de morir. Porque todo hay que decirlo, yo caí una o dos veces en la trampa, pero aseguro que ya me quedé vacunado o esca
ldado de por vida.

¡Y UNA MIERDA PARA ELLOS!

Si rascas siempre sale algo, en cambio si no rascas no te enteras de lo que hay debajo. Claro que no se trata de pasarte la vida rascando y a todo lo que se menea, porque rascar en exceso denota desconfianza. o sea hay que rascar con motivo, pero para eso tenemos nuestro sexto sentido, para intuir de quién te puedes fiar. El sexto sentido, es el intuitivo, el que aunque no tengas motivos materiales para desconfiar de alguien, si se te enciende el piloto del sexto sentido, ¡es que hay peligro!.

Y es prudente que cuando sea así, que no puedas demostrar con hechos irrefutables que esa persona es una mierda de persona, que dejes pasar un tiempo. Un tiempo de observación y de prudencia y esperando a que meta el gazapo, pues más tarde o más temprano meterá la pata y una vez que la mete, es solo cuestión de tirar del hilo. Entonces y solo entonces, aparecen cantidad de motivos objetivos  y por tanto, que todo dios ve delante de sus ojos. Y como somos humanos, una vez destapada esa persona, nos envilecemos dándole caña.

Cuantos grandes defensores de alguien en concreto y que era un capullo de estúpido, he visto a lo largo de mi vida y en cambio al mes siguiente, ese que era un dios en la tierra, pasó a ser un deleznable. Del amor al odio, se dice, que hay un paso y a veces ese paso es demasiado contradictorio, pues es un paso brutal. Claro que estos defensores de los que parecen héroes, son peores que esos falsos héroes, porque después dan un salto en el vacío y siempre dicen que ellos que ya previamente desconfiaban del tío. ¡Y una mierda para ellos!.

PARTE DEL MOBILIARIO

Hoy es día 22 de Noviembre y como pasa el tiempo, pues ya casi estamos en Navidades y con ellas vienen los regresos a casa y las fiestas familiares. Yo la verdad es que hubo un tiempo y fueron largos años, en que prefería tener que currar en las Navidades y porque en realidad me daban vértigo esas fiestas tan familiares. mejor dicho me daba vértigo todo lo que sonara a familia. Yo odiaba al concepto de familia y como siempre hice a lo largo de mi vida, doté de contenido a ese odio y busqué causas y motivos para cimentarlo.

Tampoco es tan difícil buscarle las cosquillas a la familia y en mi caso aún menos. Porque mi familia ya nació desestructurada y mi madre era una madre atípica, pero lo era porque nunca supo ser madre. Y de ahí para abajo todos nos fuimos contagiando del mismo virus y por tanto, tampoco supimos ser hijos y menos supimos ser hermanos. Por tanto durante aquellos años mi única familia era mi madre y en navidades nos tocaba celebrarlas los dos solos.

Y no pasaría nada, pues yo tampoco necesito una manada o una tribu para celebrar algo, pero lo que pasaba era, que en el transcurso de la cena o comida y medida que iba subiendo el vino y el champán, mi madre entraba en trance y empezaba a dar el coñazo con mi hermano, que en realidad era su chichi y porque me hizo esto... y porque me hizo lo otro... y aquello se convertía en un monólogo lastimero. Pero creo que lo que más me dolía, es que yo estaba allí con ella cenando y escuchando y ni siquiera se enteraba de que yo estaba allí. Era la sensación de sentirse parte del mobiliario.

CABREOS

Sí señores, hoy es Domingo y por tanto debía ser un día sagrado, ya sabéis, un día dedicado a la reflexión metafísica y a rascarse los huevos. Pues no señor y como siempre por llevar la contraria, he salido de guardia a las 8 de la mañana y ya me tuve que poner a currar en mi casa y hasta la 1 de la tarde, que es éste mismo momento en que ahora estoy escribiendo. Podía estar cabreado y maldiciendo a la vida y a sus quehaceres, pero hace tiempo que dejé de cabrearme por cosas superfluas, ahora sólo me cabreo cuando a mi me sale de los huevos.

Ya no busco motivos para el cabreo, ahora sólo dejo que la testosterona actúe por su cuenta y le doy vía libre y yo noto que empieza a hervir esa hormona tan masculina, cuando los huevos se hinchan y se ponen como pelotas de baloncesto. Y no sé si será por la hormona propiamente dicha o por la hinchazón de mis cojones que por ello me resulta sumamente incómodo, pero me cabreo más que nunca. He probado a pincharme los huevos cuando están hinchados, pero coño, ¡duele!.

También usé el método de ponerlos en agua fría y con abundante hielo, pero se quedan fríos y duros y no se encogen ni un pelo. Quedan fórmulas magistrales en el tintero, queda con probar el pillármelos con la puerta de casa o del coche. Queda el prenderles fuego o el hacerles un planchado magistral o meterlos en el horno o simplemente cocerlos.Ya os contaré más adelante que experiencia es la más recomendable y porque sino ahora
estoy pensando que la última solución de todas, sería el capármelos con dos piedras y claro, sin pillarme los dedos.

EL FACTOR EXPERIENCIA

De nuevo, ¡Buenos días!. Me estoy dando cuenta que por mi parte casi siempre son buenos días, después ya sabéis mi teoría que dice: "que muchas veces viene un capullo y te jode el día". Porque abundan y florecen como las flores en primavera, y es más y para nuestra desgracia, hay días en que los capullos como también vuelan, pues por eso no sé puede ver el sol, ni la luna, ni las estrellas y se forma un firmamento repleto de capullos estelares y astrales. Hay más capullos que hormigas, hay más capullos que estrellas del cielo.

E  igual que se hacen batidas de caza cuando determinados animales abundan en exceso, pues se debía dar un tiempo al año, por ejemplo un mes o dos, para cargarse capullos a destajo. Digamos que para conservar el equilibrio ecológico, sería necesario e imprescindible. Un mes en el que podrías salir de casa en una mano con la escopeta o metralleta cargada o con granadas de mano y en la otra, con un detector de capullos o sea con un GPS vía satélite perteneciente a la Nasa.

Mejor de la Nasa, porque así casi nunca fallas en sus localizaciones, su tecnología es la más puntera de la Tierra y además llevan mucho tiempo mandando capullos al espacio. El factor experiencia, que le llaman. Bueno ahora están probando su tecnología nueva y superavanzada con los Drones, Drones que al salir de casa puedes echar a volar y entonces ellos, serán tus ojos y tus chivatos. Y el siguiente paso será 3que además de localizarlos se los carguen directamente y tu como una PlayStation sólo tienes que apretar el gatillo o el mando del puto aparato.
.

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...