CUANDO ESCUCHÉ AL DOCTO ASTRÓNOMO (Walt Whitman). Blog "Azul de mar"

 


CUANDO ESCUCHÉ AL DOCTO ASTRÓNOMO



Cuando escuché al docto astrónomo,
cuando me presentaron en columnas
las pruebas y guarismos,
cuando me mostraron las tablas y diagramas
para medir, sumar y dividir,
cuando escuché al astrónomo discurrir
con gran aplauso de la sala,
qué pronto me sentí inexplicablemente
hastiado,
hasta que me escabullí de mi asiento y
me fui a caminar solo,
en el húmedo y místico aire nocturno,
mirando de rato en rato,
en silencio perfecto a las estrellas.

CONEXIÓN CÓSMICA

 


Hoy...¿cuánto tiempo dormiría?. Entre dos o tres horas como mucho y porque a las 8 a.m. salí de guardia y la noche fue de escándalo pero tirando a lo profundamente malo y peor. Y bueno, ahora revolotean las 12 del mediodía, hora del ángelus y de nuevo estoy entrando en barrena o en bajada criminal y cuasi asesina. Estoy en medio de los sube y baja mañaneros, hace un rato estaba allí arriba y junto a las nubes y ahora, soy carne de rata destrozada en cualquier alcantarilla de la vida (y que me perdonen las ratas). Creo que estoy durmiendo despierto. Un ojo abierto y el otro medio cerrado. O como decía el otro, para dormir bien y de la forma más complaciente...uno se debe meter un dedo en el culo y si es el pulgar mucho mejor, es más grande y además es más agradecido. 

Dos putas horas de mierda y debo estar agradecido (como el pulgar), pues pude dormir menos o no dormir nada y que alguien me hubiera clavado un puñal. También podría dormir como las gallinas cuando lo hacen en el palo del gallinero, haciendo equilibrios y de vez en cuando abriendo los ojos y por si el zorro asesino de gallinas, les atacara en la oscuridad de la noche. Aunque viendo como va el día si llego vivo hasta después de comer (lo que normalmente se llama siesta), pues la cosa ya tendría su gran mérito. Y eso que no hay tour, ni vuelta ciclista, ni giro, ni (como hoy es domingo) documentales de animales todo fieros que acechan por las estepas africanas y en busca de comerse a algún compañero pringado. Al parecer las fieras descansan los domingos y fiestas de guardar.

Por cierto yo no tengo zorro que me ataque, ni zorra tampoco. Pero después de las últimas escaramuzas amorosas, prefiero no tener zorro o zorra que me ataque o que ronde a mi alrededor. Ahora, voto por mi paz interior. Me hice asceta y anacoreta y por lo tanto prefiero vivir en pelotas dentro de una puta cueva húmeda y fría y comiendo lagartijas y culebras. Yo ahora medito y pongo mi alma al servicio de la meditación. 

Como aquél convento o santuario budista situado en lo alto de las hermosas y alucinantes Alpujarras (forman parte del macizo de Sierra Nevada, Granada). Con unas vistas bestiales de necesidad. Con un camino de cabras donde te jugabas la vida para llegar hasta el monasterio de los cojones. Estaba compuesto por cuatro chozas diseminadas sobre un manchón de tierra y una quinta choza (la más grande y más lustrosa), era donde se hacían vivir los curas o monjes budistas. Es decir, tú alquilabas una choza de las de al lado de la nave central, para meditar como un descosido y para encontrar tu yo interior (eso si lo entrabas). 

Pero ellos, los curas budistas, no te ayudaban a encontrar el camino de la meditación transcendental. Ellos, te ponían la choza con maravillosas vistas al valle y a la gran e inmensa montaña de enfrente. Te llamaban para desayunar, comer y cenar y todo esto se hacía en la choza central o principal. Y después te dejaban todo el resto del día para meditar tus mierdas más deprimentes (el que se encontraba deprimido) y el que no, pues a meditar lo que le daba la gana. De hecho, mis pensamientos transcendentales siempre versaban en como escaparme de todo ese tinglado judeomasónico de monjes budistas.

Aquello estaba situado, como ya dije, en medio de una montaña perdida en las Alpujarras (Granada). Pues resulta que por éstas montañas anduvieron los musulmanes del reino de Granada cuando fueron vencidos por el reino cristiano de España y tiene muestras musulmanas en cada rincón y en cada esquina. Pero volviendo al monasterio budista. Pues resulta que de ese monasterio granadino había salido un niño budista que era la siguiente reencarnación de Buda (no sé, si era la siguiente o la anterior. Soy muy lerdo en estos temas). Y claro, había fotos por todos lados del susodicho niño prodigio que para ellos se aproximaba a dios. Y fotos del antes (en el monasterio) y del después (cuando ya lo tenían instalado en el Tibet en un choza mucho más confortable que la primera). Por tanto y por si no lo sabíais, existe una gran conexión cósmica entre las hermosas Alpujarras granadinas y el famoso Tibet budista.

Talking Heads / David Byrne - This Must Be The Place (Naive Melody)

The Cure - Friday I'm In Love (Official Video)

The Wallflowers - One Headlight (Official Music Video)

Robbie Williams - Angels (Live 8 2005)

Simple Minds - Don't You Forget About Me

Pretenders - Back On The Chain Gang (Live Aid 1985)

Waiting for the Man - Reed and Bowie

I'll Stand by You ( LIVE ) Chrissie Hynde

David Bowie - Let's Dance (Official Video)

The Beatles - Don't Let Me Down

The Beatles - Let it be

MI CARA

 







Mi cara me dice cosas,

 me hace muecas imposibles,

  me arruga la frente y me frunce el ceño con todo su empeño,

   me abre los ojos y me estira los párpados

    me encoje y me aprieta los labios,

    me enseña los dientes y a veces, las caries,

   me arquea las cejas con delicada sutileza,

  y me dice palabras que nadie oye...


 Mi cara es mi auténtico reflejo,

y yo juego con ella ante el espejo.


Mi cara no es dura, 

ni es blanda,

ni es muda, 

ni es sorda...


Mi cara

es la cara de un tipo que se asombra,

entre otras cosas,

ante la irónica sonrisa de la Mona Lisa. 


 

COSAS Y COSAS


 "El valor de las cosas no está en el tiempo que duran sino en la intensidad con que suceden. Por eso existen momentos inolvidables, cosas inexplicables, y personas incomparables".

YANIS VAROUFAKIS

 

En defensa de Ken Loach

Yanis Varoufakis 

27/02/2021

Así que hemos llegado a esto: Ken Loach está siendo objeto de una campaña de difamación alentada por quienes no se detendrán ante nada para proteger las políticas de apartheid de Israel. El mensaje que se envía a las personajes de buena conciencia es sencillo: si no queréis veros tachados de antisemitas, guardad silencio sobre los crímenes contra la humanidad y los ataques a los derechos humanos en tierra palestina. Nos ponen a los demás sobre aviso: si podemos hacerle esto a Ken Loach, un hombre que ha pasado su vida abogando en favor de las víctimas de la opresión, el racismo y la discriminación, imaginaos lo que os haremos a vosotros. Si os atrevéis a apoyar los derechos humanos de los palestinos, afirmaremos que odiáis a los judíos. 

El arte de difamar el perfil de un izquierdista se ha ido afinando aún más en los últimos tiempos. Cuando me llamó “motorista marxista” el Financial Times, me confesé gustosamente culpable. Llamarme estalinista, como hacen algunos derechistas nada sofisticados, tampoco logra desatar una crisis existencialista en mi alma, pues sé perfectamente bien que yo sería un estupendo candidato al gulag bajo cualquier régimen estalinista. Pero si me llaman misógino o antisemita, el dolor es inmediato.  ¿Por qué? Pues porque conocedor de hasta qué punto estamos todos imbuidos en las sociedades occidentales de patriarcado, antisemitismo y otras formas de racismo, esas acusaciones tocan nervio.

Así pues, resulta una deliciosa ironía que a aquellos de nosotros que hemos hecho los mayores esfuerzos por librar a nuestras almas de la misoginia, el antisemitismo y otras formas de racismo es a quienes más nos duele que nos acusen de estos prejuicios. Somos perfectamente conscientes de la facilidad con la que el antisemitismo puede contagiarse a gente que no es racista en otros aspectos. Entendemos bien su astucia y su fuerza, el hecho, por ejemplo, de que los judíos son el único pueblo acusado a la vez de ser capitalistas y revolucionarios de izquierda. Esta es la razón por la que la acusación estratégica de antisemitismo, cuya finalidad consiste en silenciar y condenar al ostracismo a los que disienten, nos provoca un turbulencia interior. Y esto es que lo que está detrás del desmedido éxito de esas campañas de vilipendio contra amigos míos como Jeremy Corbyn, Bernie Sanders, Brian Eno, Roger Waters y ahora Ken Loach.

‘¿No es síntoma de antisemitismo su crítica exclusivamente de Israel?’, se nos pregunta a menudo. Dejando aparte la ridiculez de la afirmación de que nos hemos dedicado a criticar exclusivamente a Israel, la crítica de Israel no es y no puede ser nunca crítica de los judíos, exactamente igual que la crítica del Estado griego o del imperialismo norteamericano no es una crítica de los griegos o de los norteamericanos. Lo mismo se aplica a la hora de interrogarse sobre la sensatez de haber creado un Estado específicamente étnico. Cuando gente notable, tal es el caso de héroes míos como Hannah Arendt y Albert Einstein, han cuestionado el proyecto sionista de un estado judío en Palestina, resulta ofensivo afirmar que debatir la existencia de Israel significa ser antisemita. La cuestión no es si Arendt y Einstein llevaban o no llevaban razón. La cuestión es si el cuestionamiento de la sensatez de un estado judío en la tierra de Palestina resulta antisemita o no. Está claro que, si bien los antisemitas se opusieron a la fundación del Estado de Israel, no se sigue de ello que sólo los antisemitas se opusieran a la fundación de un Estado judío en Palestina. 

Por aportar una nota personal, en 2015, mientras desempeñaba el cargo de ministro de Finanzas de Grecia, un diario griego favorable a la troika pensó que podía hacerme de menos representándome con la figura de Shylock. De lo que estos idiotas no se dieron cuenta es de que mancillar mi imagen asemejándome a un judío era y siguen siendo un timbre de honor. Por hablar también en nombre de amigos ya mencionados denigrados como antisemitas, nos sentimos profundamente halagados cuando un antisemita nos mete en el mismo saco que a un pueblo que ha resistido tan valerosamente el racismo durante tanto tiempo. Mientras un solo judío se sienta amenazado por el antisemitismo, nos prenderemos la estrella de David en el pecho, listos y dispuestos a que se nos cuente como judíos en solidaridad, aunque pueda ser que no seamos judíos. Al mismo tiempo, llevamos la enseña palestina como símbolo de solidaridad con un pueblo que vive en un Estado de apartheid construido por los israelíes reaccionarios, lo cual perjudica a mis hermanos y hermanas judíos y árabes, y atiza las llamas del racismo que, irónicamente, forjan siempre una variedad más acerada de antisemitismo.  

Volviendo a Ken Loach, ninguna campaña de calumnias en su contra puede, afortunadamente, tener éxito. No sólo porque la obra y la vida de Ken son prueba del absurdo de la acusación, sino debido también a los valerosos israelíes que corren terribles riesgos al defender el derecho de judíos y no judíos a criticar a Israel. Así, por ejemplo, el grupo de especialistas académicos que ha deconstruido metódicamente la indefendible definición de antisemitismo del IHRA [International Holocaust Remembrance Alliance], que lo equipara a la legítima crítica que comparten muchos israelíes progresistas. O la gente maravillosa que trabaja con la ONG israelí de derechos humanos B’TSELEM para resistirse a las políticas de apartheid de sucesivos gobiernos israelíes. Me siento tan agradecido a ellos como a mi amigo y mentor Ken Loach.
 

 
Co-fundador del Movimiento por la Democracia en Europa (DIEM25), Yanis Varoufakis es diputado y portavoz de este grupo en el Parlamento griego y profesor de economía de la Universidad de Atenas. Es ex-ministro del Gobierno de Syriza, del que dimitió por su oposición al Tercer Memorándum UE-Grecia. Es autor, entre otros, de "El Minotauro Global".

SIEMPRE EL MISMO DÍA

 


Siempre el mismo día,

a la misma hora y en el mismo lugar,

y pase lo que pase

y así, pueda arder el mundo

y así, desaparezca la aurora boreal de la faz de la tierra...

nos veremos ese día.


Y a la misma hora y en el mismo sitio,

 bajo la luz del mismo faro

sentados en la misma piedra

 allí, nos veremos año tras año.


Nos contaremos como nos va

y recordaremos el día en que nos conocimos,

hablaremos de aquellos besos temblorosos

 de aquellas caricias dubitativas, pero al fin, decididas

y del olor de tu pelo y del aroma de mi cuerpo

y como aquél día hicimos planes.


Claro de aquellas no sabíamos que...

que nuestro único plan

iba ser vernos el mismo día

y a la misma hora y en el mismo sitio

y año tras año...y bajo la luz del mismo faro.

TODO ES SOL, SAL Y ESCAMAS

 


,

Yo sí te pido que me bajes una estrella

 azul,

y que mi azul del cielo sea más azul que 

el cielo de tu boca,

y que mi sombra no cobije a la tuya,

 que la tuya ande libre

y que sea un verso suelto.


Porque en realidad... 

yo me siento debajo de una higuera

y veo al cielo de distinta manera

a veces pasan cigüeñas derramando inconsolables lágrimas

y otras veces se levanta el viento en las salinas

y el polvo que ya era polvo antes que barro,

empezará a cubrir los matojos silvestres que eran verdes

y que ahora serán verdes, violetas, amarillos y rojos,

porque todo madura y se transforma bajo el sol de secano

y en éstas maravillosas marismas

todo es sol, sal y escamas.

YO TE DIRÉ...

 



Yo te diré de que pasta y material estamos hechos:

 por dentro somos de alambre, músculo y nervio

 por fuera, nos rodean capas de sudor y miedo

 y de vez en cuando, nos ilumina una idea radiante

 que nos atraviesa como un rayo delirante...

  después, volvemos a echar el caparazón

y de nuevo...

 estamos a vueltas con nuestro ego.

TAL VEZ...

 


Tal vez lleguemos a un acuerdo.


Tal vez...


Tal vez te diga que no o que sí o que puede

o ahora no y que otro día puede que tampoco

o tal vez... no te diga nada,

ni te balbucee nada,

ni que me fije en la oscuridad de tu mirada.


Tal vez no te desprecie,

ni te repudie, 

ni te condene,

ni te juzgue bajo la luz de algún oscuro protocolo.


Tal vez un día llueva sobre mojado

y te vuelva a admirar como te admiré en el pasado.


Quizá un día te reconozca dentro otro cuerpo,

con tu mirada vaciada de recuerdos, 

con  tus deseos resecos por exceso de celo

y con tus andares de abeja reina en busca de otro reinado...

BUENO...

 


Bueno...está bien...

yo soy de paja y carne
y tú eres de puro acero duro y frío.

Yo ardo si me prendes fuego,

en cambio tú enfrías el aire que yo he calentado,

tú suenas a filo cortante y desafiante,

en cambio yo...

yo ardo tan despacio

que combustiono en un estado permanente de ansiedad galopante.

Hasta hay algunos que creen,
que estoy viejo, decrépito y decadente...
y lo estoy y lo estoy como el viejo pino verde de la esquina,

que simplemente decrece y se entumece,
pero tú... hoja de mi navaja
sólo reluces al caer la nieve
en una gélida noche de luna llena.

¿QUIERES SER POETA?



¿Quieres ser poeta?

pues cómprate una silla, una mesa

papel, lápiz y una buena luz de flexo

y sin más, ponte a escribir.


Al principio (como me pasó a mí)

dirás tonterías a espuertas

y escribirás cosas que nadie entenderá

o que antes de llegar a entenderlas,

se rendirán agotados y extenuados...


Después te vas haciendo más concreto,

más resumido, menos rollo,

menos barroco y más espontáneo.


Y en la etapa en que ahora estoy,

intento explicarme con las menos palabras posibles,

intento ser una síntesis del todo en medio de la nada

y sobre todo y por encima de todo...

escribo todos los días

y sea lo que sea.


TENGO...



Tengo escamas en los dedos
de tanto luchar.
Tengo telarañas en el techo
que algún día tendré que limpiar.
Tengo dudas como aceitunas
que no dejan de gritar.
Tengo miedos que se cuelan en mis sueños
y que alteran mi equilibrio emocional.

TÁURIDAS (Antonella Anedda). Blog "Otra iglesia es imposible"
























Cuando desde la mañana nos rendimos al calor
esperando la noche
con las bombas que lavan las calles
y el asfalto que humea de vapor,
cuando la vida no es una trama
sino un balbuceo de digresiones,
aflora en el letargo una imagen de agua
entrevista en el campo entre helechos y ortigas,
estirada como una sábana con broches de ramas
y un cuenco de piedras verde-hielo.
De golpe entonces esa tregua consuela
hasta los escépticos como nosotros, como cuando un invierno
asomados por casualidad a un balcón hemos visto
el enjambre de las Táuridas hendir de pronto el cielo oscuro.

Antonella Anedda 

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...