Mis penas no son de éste mundo,
son tan grandes que no caben dentro de mi,
o quizá me traspasen como balas de titanio
y en realidad, estoy muerto dentro de mi cuerpo
y hablo porque emito sonidos dentro de mi,
y escribo porque alguien mueve mis hilos
y veo porque mis ojos quieren ver,
pero en definitiva yo no sé lo que tengo que hacer:
si me apeno...oigo una voz interior que me dice...
hay que ser fuerte y ser luchador,
hay que levantar cabeza
y transformar cada pena en algo mucho mejor,
pero eso no quita que haya días
en que me encanta naufragar en los mares de mis penas
y sentirme hundido y fracasado
y porque a veces la vida tiene otra visión
y es que no todo va a ser volar a través del espacio
y aquí, como en todo,
primero hay que saber saborear las mieles de la derrota
y así algún día podré reconocer mis victorias.
son tan grandes que no caben dentro de mi,
o quizá me traspasen como balas de titanio
y en realidad, estoy muerto dentro de mi cuerpo
y hablo porque emito sonidos dentro de mi,
y escribo porque alguien mueve mis hilos
y veo porque mis ojos quieren ver,
pero en definitiva yo no sé lo que tengo que hacer:
si me apeno...oigo una voz interior que me dice...
hay que ser fuerte y ser luchador,
hay que levantar cabeza
y transformar cada pena en algo mucho mejor,
pero eso no quita que haya días
en que me encanta naufragar en los mares de mis penas
y sentirme hundido y fracasado
y porque a veces la vida tiene otra visión
y es que no todo va a ser volar a través del espacio
y aquí, como en todo,
primero hay que saber saborear las mieles de la derrota
y así algún día podré reconocer mis victorias.