Y por eso yo sigo aquí.


 De tanto temblar

parezco un volcán.

De tanto hablar

soy como un libro abierto.

De tanto pensar

las ideas se me caen como fruta madura.

De tanto decir quien soy,

estoy en boca de todos

y no son halagos lo que dicen de mí,

son palabras hirientes

que me atraviesan como balas.

Pero matar no me matan

me hieren, me hacen sangrar

y me dejan exhausto,

pero revivo.

Y por eso

yo sigo aquí.

ME CIÑO A LO QUE HAY


 Me pongo mis gafas

escribo dos palabras

deduzco una idea

redondeo la cuadratura de mi saber estar

hago aritmética métrica

y entonces y simplemente...

me ciño a lo que hay.

Bárbara Casaro Matteio, 2 poemas. Blog de "Emma Gunst")

Fotografía de Amber Ortolano



LA MUERTE ES UNA BOTELLA ROTA

Se rompió la botella de vidrio en la heladera,
cristales congelados,
estallaron
en pedacitos.
Tu cuerpo inmóvil y frío
en un cajón.
Como ese vidrio
roto
en la heladera.

Lloro,
por una botella rota,
intento,
que lo material no importe.

Ya no queda tu arroz con leche
que descongelo
para no extrañarte.

Hoy me salió una cana,
no me lo esperaba.
Hay una fórmula para ganarle al tiempo,
me dijiste
pero quedó en suspenso
o en esa heladera
lo que no me enseñaste.


Fotografía de Amber Ortolano

A veces me baño en invierno con agua fría,
junto trocitos de jabón y armo uno,
cubro con espuma todas mis partes,
parezco un algodón blando.
Vuelco los cabellos debajo de la ducha,
cerdas mojadas y despeinadas.
El agua corre por mi nuca
como una mochila cargada de piedras.
A veces termino
no me seco,
corro a la cama de papá y mamá
me enrollo entre sus abrigos.
Mi cama de una plaza,
la de ellos, extensa.
Aunque mojo los hilos del colchón
mamá no me reta, 
se recuesta junto a mí.
Apoyo el desorden sobre su vientre pomposo,
y lloro.
Hay días en que quiero volver a dormir ahí.


No me enseñaste bien, Editorial Rangun, 2021


2 poemas de FRANCISCA CAMELO en TRAS LOS CLAVELES. 35 poetas portuguesas 1970-1999. Blog "Voces del Extremo"


paquidermo

 

primero dijiste

que te recordaba a un elefante:

los elefantes parecen

gigantes intocables

pero después son demasiado dóciles

tarde o temprano los cazan por el marfil

 

me mudé a tu país

(el elefante es capaz de caminar hasta 32 mil km en busca de agua y                                             [comida)

aprendí tu idioma el pan negro la kartoffelsalat

muchas veces creí verte pasar

y no era encima de un caballo¹

 

it reminds me of depression:

fue lo único que salió de tu boca

cuando leíste un poema de amor que hice para ti

 

oh lord,

de mi depresión no supiste nada

(un elefante puede levantar hasta 10.000 kg

y sus patas son pilares verticales

precavidas para sostener cualquier peso)

 

finalmente, tu más noble consejo:

guarda la poesía sólo para los libros

fue entonces cuando me quitaste todo el marfil:

 

los elefantes son dóciles, es un hecho

pero graban en sus ojos rutas migratorias

y no apartan ningún esqueleto del camino:

la memoria del elefante

es lo último en morir.

 

¹ toda la suerte que hay / en el mundo viene a lomos de un caballo, del poema “o cavalo”, de Adelaide Ivánova.



***



inmunidad

 

un calor atípico

invade este cuarto y todos

los objetos que voy

tocando / no me dan

asco no es necesario

limpiarlos / es todo mío todo

orgánico

biológico y sin lactosa

 

suena un jazz de alice

coltrane, algo

que alivia la espera

de las tareas de fuera:

ordenar la estantería

salir para trabajar elegir

un vestido un carmín la sonrisa adecuada

 

hay un código secreto

que es necesario aprender: la

máscara del día

también tiene sus reglas

—¿se puede usar

en una manifestación contra el feminicidio

la misma máscara

de un día feliz?

 

pero por ahora

está apenas mi olor a piel usada

porque ha habido una ola de calor

vendrá otra dentro de poco

y no voy a llamar a nadie más a esta libertad

no la voy a compartir así retumben afuera

cañones llamen a las armas químicas lluevan

soldados mutilados: este júbilo será

sólo mío este cuarto

es inmune al dolor

 

lo repito, este cuarto

es inmune al dolor

 

y en esta secuencia

es cuando se retuercen los dedos de los pies

que como uñas de gato

empujan las sábanas mecánicamente

—lo que daría ford por una línea de montaje así—

y al final, como denuncia,

tal vez un discreto lago triangular:

la apertura exacta de ciento cincuenta grados

 

      (dos piernas)

 

abiertas a todo

menos a la mortalidad.

 

AUTOBIOGRAFÍA (Luis Rosales)




Como el náufrago metódico que contase las olas
que faltan para morir,
y las contase, y las volviese a contar, para evitar
errores, hasta la última
hasta aquella que tiene la estatura de un niño
y le besa y le cubre la frente,
así he vivido yo con una vaga prudencia de
caballo de cartón en el baño,
sabiendo que jamás me he equivocado en nada,
sino en las cosas que más quería.



Julia Gutiérrez. Blog "Azul de Mar".


Yo no sirvo para poner floreros
en la mesa ni coser dobladillos
porque ciertas reglas lo dicten,
no sé cocinar ni recordar
que a las dos cierra la panadería,
no sé estar atenta en una conversación
sobre lo que ha subido el agua,
tampoco hacer planes para echarle migas
a los patos del estanque los domingos.

Yo me fumo los días y escribo poemas,
no quiero relojes ajenos que me recuerden
que llego tarde a mi propia vida,
voy manteniendo el equilibrio
entre el arranque de ira y la paciencia
en el atasco que conduce al hastío
de ser adulta camino del trabajo.

A mí no me gusta madrugar
me gustan las madrugadas,
me dejo los paraguas en los bares,
me apunto al penúltimo whisky de la noche
mientras dejo fluir mis emociones
y a veces me quedo en punto muerto
en el momento más crítico.

Yo sé estar sola pero también
echar de menos que me recuerden
que se me olvidan las llaves.
No sé mantener la esperanza
ante la certeza de una puerta cerrada
ni sé retener a nadie a mi lado:
los rehenes no me gustan
ni los rompecorazones.

Algunos días mi cabeza es un globo de helio
enganchado en una nube
pero todos los días silbo canciones en el coche
manteniendo el tipo ante las imposturas
consciente del precio de la vida
siendo fundamentalmente mía
dentro de mi desastre.

Bosque ( Ángel González). Blog "Azul de Mar"


 

Cruzas por el crepúsculo. 
El aire 
tienes que separarlo casi con las manos 
de tan denso, de tan impenetrable. 
Andas. No dejan huellas 
tus pies. Cientos de árboles 
contienen el aliento sobre tu 
cabeza. Un pájaro no sabe 
que estás allí, y lanza su silbido 
largo al otro lado del paisaje. 
El mundo cambia de color: es como el eco 
del mundo. Eco distante 
que tú estremeces, traspasando 
las últimas fronteras de la tarde.

Ana María Matute


“El mundo hay que fabricárselo uno mismo,

hay que crear peldaños que te suban,

que te saquen del pozo.

Hay que inventar la vida

porque acaba siendo verdad”.

HACERSE GENTE


A veces, se hace agradable
hacerse gente
y diluirse en mares de brazos y piernas
y comer en grupo
y sentarse
a disfrutar de ser un número más.

Aunque siempre se intente
ser más que mera cantidad
tener miles de cerebros remotos y medio locos
andar con millones de pies sobre el suelo,
ser un cuerpo que se funde con el otro,
caminar codo a codo,
y ser marea y ser océano.


COMO SI FUERA...

Como si fuera por un cuento mal contado
o por una pesadilla mal digerida...
a veces me despierto en medio de la noche
y con el estómago en el cielo de mi boca
y todo me arde en mis oquedades y mucosas,
todo me hiere,
todo me estorba,
todo me sangra a borbotones,
todo me resulta ácido, duro y desconcertante...
Mientras tanto
algo punzante perfora mis cuerdas vocales
y un agudo grito sale por mis orificios,
entonces me doy cuenta
que algo está saliendo por mi boca...
Y al final, me da pena
porque era lo último que de ti quedaba.

ESTA MAÑANA...


 Esta mañana me hincharon tanto los cojones que se me pusieron como globos y entonces y debido a ello, salí volando y hasta me dio tiempo de tomar ésta instantánea de mi Isla favorita. Creo que su nombre es MENORCA y es el primer sitio de España por donde sale el sol (joderos envidiosos...)

FUERA YO CAPAZ (Batania)


Fuera yo capaz
de amarte en picado
sin quererte mía;
fuera solo un peine
que pasa por tu pelo
y no lo retiene.

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...