Me duele la boca y por decir lo mismo, o nos espabilamos o nos acabarán comiendo. Oí y por casualidad a la prepotente de la Cospedal analizando las elecciones y siguen igual y como sino pasara nada. Han perdido 2 millones de votos y como si nada, pues es una simple minucia para ellos o es como una pelusa en su chaqueta, se sacude y asunto solucionado. Claro que si siguen en su empeño y con esas dosis de prepotencia desbordante, llegará un día en que no le vote ni la derecha propiamente dicha. Por eso digo, que si siguen por éste camino, yo en el fondo me alegro.Los del PSOE no han hecho lo mismo, pero casi y han decidido lavarse un poquito la cara, pero tampoco demasiado. Pues vamos a ver, ese partido tiene un gran peso político y por tanto una gran responsabilidad con los ciudadanos y por tanto y porque también dios lo quiso así, tienen la responsabilidad del poder o sea que son la otra cara de la moneda o eso quieren que pensemos, pues en realidad son la misma cara del PP pero más suave. Pero bueno se quitaron de encima al Rubalcaba y que por cierto, ya iba siendo hora, ¡menudo plasta inútil! y haber a quien ponen ahora.
Yo sinceramente conozco a gente del PSOE y pienso que de izquierdas le queda el sombrero y como mucho. Pero ellos también siguen a su bola y con una buena dosis de desprecio para los que realmente somos de izquierdas o sea que de pena, ninguna y es más, me alegro un huevo y la yema del otro de que les vaya así de fatal. Vosotros o sea el resto de la izquierda sois unos idealistas e iluminados y no tenéis ni puta idea de que va el poder, dicen y tan tranquilos. Pues será cierto eso que dicen, porque el poder es muy complicado y primero tienes que hacer la FP de chorizos y sacar una buena nota y aún así y con nota baja, te pueden buscar un sitio en la Fundación de Felipe González. Y ya sabes y que remedio que a currar escribiendo la brillante biografía del segundo tío más engreído del mundo y que se llama precisamente, Felipe González. El primero, se llama José Mari Aznar o Josema, para los amigos.













