ÁNGEL GONZÁLEZ


 

RECLAMA TU HONOR



Reclama tu honor,

marca los tiempos,

enseña tus defensas y armas, 

sueña en silencio,

no hables en alto,

mantén tu silencio

y engendra ideas dentro de tu cabeza.


Adórnate de flores

y estrecha fuertes lazos naturales.


Hazte persona,

enseña tus dientes,

sueña despierto,

ama la luna,

vive el otoño,

duerme en verano,

crea en septiembre,

hazte sol naciente,

y muerde en las noches que te indique la luna.

EL GATO...


 

"El gato que lo ve todo"

ERICH FROMM


 

"La paradoja del amor es ser uno mismo, sin dejar de ser dos”.

Erich Fromm


 


 

MEDIDA CONTRA LA VIOLENCIA (Bertolt Brecht)



 Medida contra la violencia, cuento de Bertolt Brecht

En los tiempos de la ilegalidad, un día llegó a casa del señor Egge un agente que le mostró un documento expedido en nombre de quienes dominaban la ciudad y en el cual se decía que toda vivienda en la que él pusiera el pie pasaría a pertenecerle; también le pertenecería cualquier comida que pidiera, y todo hombre que se cruzara en su camino debería asimismo servirle.
Y el agente se sentó en una silla, pidió comida, se lavó, se acostó y, con la cara vuelta hacia la pared, poco antes de dormirse preguntó:
—¿Estás dispuesto a servirme?
El señor Egge lo cubrió con una manta, ahuyentó las moscas, veló su sueño y, al igual que aquel día, lo siguió obedeciendo por espacio de siete años. No obstante, hiciera lo que hiciera por él, hubo una cosa de la que siempre se abstuvo: decir aunque solo fuera una palabra.
Transcurridos los siete años murió el agente, que había engordado de tanto comer, dormir y dar órdenes. El señor Egge lo envolvió entonces en la manta ya podrida, lo arrastró fuera de la casa, lavó el camastro, enjalbegó las paredes, lanzó un suspiro de alivio y respondió:
—No.

ARMANDO URIBE


 

"Henos aquí, los viejos viejos
que una vez, unas veces,
fuimos aves a veces,
es decir, jóvenes de lejos
se ven pájaros en bandadas
que ya no somos lo que fuimos
sino unos cuervos, manchas, signos, mimos
de las noches pasadas".

Armando Uribe

SERGUÉI KRIKALIOV


 

El cosmonauta soviético Serguéi Krikaliov se quedó en el espacio durante el colapso de la Unión Soviética en 1991. Incapaz de volver a casa, terminó obligado a quedarse en el espacio hasta nuevo aviso, y finalmente regresó a la Tierra un 25 de marzo de 1992, después de 10 meses en órbita, a un lugar que era muy diferente de lo que había sido cuando partió: la Unión Soviética se había fracturado en 15 naciones, los presidentes habían cambiado e incluso su ciudad natal, Leningrado, había vuelto a su nombre anterior: San Petersburgo.
Curiosamente, en ese momento, se suponía que Krikaliov serviría en las reservas militares, y casi se emitió una orden de deserción antes de que el ejército se diera cuenta de que su soldado de reserva ni siquiera estaba en el planeta. Krikaliov fue llamado por muchos "el último ciudadano de la Unión Soviética", pues partió de la Tierra como ciudadano de la Unión Soviética y aterrizó como ciudadano de la Federación de Rusia.

¡ARENA DEL DESIERTO!



Hay una distorsión en el proceso de mis pensamientos,

hay pausas sin más... en la evolución de mis sucesos,

que a su vez se enredan con viejos y repetitivos pensamientos

y hacen bucle entre ellos

y crean fobias

y comen sustos y miedos,

y adornan mi fachada y mi puerta de entrada.


Son como pinchazos de aguijón empecinado,

y siempre en el mismo lugar y sitio

y casi siempre a la misma hora

y tocan y perforan

y siguen perforando como alimañas enjauladas

y devoran tiempo y personas.


Su final siempre es el mismo...

¡arena del desierto!.

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...