EN ESTOS TIEMPOS HAY QUE SER ¡VALIENTE!

VALIENTE

Disculpad mi osadía valiente,

no tembléis con mis desvaríos,

a veces y como dice la canción...

a veces no soy yo

y soy el otro,

 a veces soy el valiente

que anda entre la gente,

soy el que sonríe para adentro

y además llevo

 la verdad entre los dientes,

en realidad,

soy un desalmado montado en el caballo del malo,

sólo pasa que de vez en cuando soy valiente

y lo soy en brotes de locura incontenible,

me subo por paredes y muros,

oteo horizontes lejanos

y me siento un puto dios invencible,

y cuando estoy en la cima

siempre me digo:

pobres mortales que son de carne y hueso...

se piensan que tienen todo el poder en la tierra,

y lo único que tienen

es el poder de la destrucción

y por eso y de vez en cuando

 me declaro valiente,

necesito ver para adelante,

y así pensar

que hay otros mundos posibles,

que hay otra forma de gobernar el mundo,

necesito sentir

que estamos vivos,

que por nuestras venas corren ríos de sangre amable

y por supuesto...

 poder sentir que el mañana...

¡será valiente!

UN DESCANSO MUSICAL

BAJA Y SUBE

Ciclotímico

me decían a veces,

y todo por andar de arriba abajo,

y de abajo arriba,

y como si fuera un puto ascensor estropeado...



A veces yo mismo, 

me veo zumbado o desquiciado,

y doy vueltas

y subo y bajo,

y cuando encuentro mi rastro

es porque estoy detrás de mi espalda...



Ciclotímico, me llamaban,

mi madre me llamaba Javier

y me decía:

hijo no se puede ser tan huraño,

eres un bicho raro y extraño

así no llegarás muy lejos...

y lo decía dando un largo suspiro

y como diciendo 

¡no tienes remedio!...


Ciclotímico,

me decían desde los dos extremos,

uno tiraba más fuerte

y el otro me arrastraba después,

la vida en bandazos

me decían los pájaros,

tirarme en picado

subir en vertical

y todo  a la velocidad del vértigo,

ser un suicida

y a la vez...

 ser una bola de fuego,

y sube y baja

y baja y sube...

VAS VESTIDA DE HOJA

Vas vestida de hoja,

de tierna hoja otoñal,

vas de verde amarillo marrón,

tu tono vital es gris lánguido,

tan lánguido como me siento hoy,

me siento con la cabeza debajo del agua,

y son mis pies los que flotan,

estoy metido hasta el fondo de mi pozo,

busco entre el lodo y mi desesperación,

busco una quimera de oro,

o una idea que levante mis sentidos,

o un violín que suene entre mis dedos,

pero dios no me dio ese don,

el violín conmigo 

sonaría

a desilusión

y hoy

 vas vestida de hoja

  y yo

te espero en el suelo...rendido.

MI NOMBRE ES VIENTO

Mi nombre es viento,

mis apellidos son huracanado y ciclón,

mis sentimientos son ventiscas temporales,

pues nada dura eternamente,

ni tan siquiera el dios eolo tiene ese poder,

por ejemplo, el amor solo perdura en el tiempo

y en la películas de nuestra imaginación,

los ideales son totenes inalcanzables,

y quién diga

¡yo los he conseguido!,

perdómene usted buen hombre o buena mujer,,

usted habrá alcanzado algún objetivo,

pero no un ideal,

entre objetivos e ideales,

hay continentes incontinentes,

hay desiertos,

hay montañas,

hay tanta diferencia de altura,

que unos, los objetivos

se encuentran a

nuestra altura

y los otros, los ideales,

van caminando por el cielo,

distinta altura,

distinta vista,

distintos paisajes,

y tan distintos,

que no tienen nada que ver los unos con los otros

y yo me llamo viento

y mis ideales siempre serán...

 mis molinos de viento.

ASÍ FUNCIONAN LOS RECUERDOS

Así funcionan los recuerdos,

 a veces pasan como acelerados

y apenas dejan huella,

otras veces les cuesta salir del agujero,

pero una vez que asoman cabeza

crecen como inmensos rascacielos

que a su vez acaban arañando el cielo de la boca,

y estos dejan huella y marca,

otros le dicen, 

que dejan heridas abiertas

que al final resultarán ser...

...heridas viciosas y egocéntricas,

todo circula como satélites a su alrededor,

los amigos, 

los amores,

los compañeros, 

los objetos,

los olores, 

los sabores,

los paisajes, 

las alegrías,

las penas, 

los besos,

las caricias, 

los rostros,

los dedos, 

los cuerpos,

los ojos, 

las sonrisas,

los llantos, 

las palabras,

los prólogos,

los epitafios,

los ¡hasta luego!,

las despedidas,

los abrazos,

los pinos,

la arena,

el sol escondido,

las tardes de verano,

las mañanas de septiembre,

y hasta las hogueras de san juan.

¡DEPENDE DE TI!

Yo escribo para el desahuciado

pero también para rellenar mi propio desahucio,

primero,

porque doy mi apoyo a mi yo más solidario,

segundo,

porque intento dar cobijo a mi lado más triste y 

solitario,

tercero,

porque entre otras cosas apoyo más...

 al oprimido que al opresor,

al pobre antes que al rico,

al compañero frente al falso amigo,

al paria antes que al poderoso ostentoso,

 además tengo que decir...

que a la nostalgia la visto cada noche,

 que mis atardeceres los pinto de colores,

desde verdes a amarillos,

que cada mañana

me despierto más interesado por los acontecimientos

y es que con el declive físico de los años

 por dentro sufro el proceso inverso

 me siento más fuerte y fortalecido,

mis huesos son más porosos,

pero mis ideas tienen la textura de lo entrañable,

suavidad, un poco de niebla,

unas gotas de lluvia en la ventana,

y unos dedos que me acarician temblorosos,

me encantan las caricias tibias y dubitativas,

¡que los dedos tiemblen,

que la piel se erice,

que los poros se abran,

que la fiebre suba,

que el sol del amanecer me diga!...

ahí tienes otro día mi querido Bruno,

que lo disfrutes o que

lo sufras

en gran parte...¡ depende de ti!.