Estoy seguro que algo he hecho mal, algo que en principio no he reconocido o sea, que aparte de mis evidentes pecados terrenales y demostrables, tengo otros escondidos. La culpabilidad, la culpabilidad maldita. Me reconcome el alma cuando me veo reflejado en uno de mis hijos y digo parcialmente, pues también hay distancias siderales entre él y yo y menos mal que las hay. Porque si yo no he sido algo, es ser un flojo perdido o un perdido flojo. Pero si he sido un tío disperso y he contado las moscas y las patas que tienen y hasta los segundos que tardaban en levantar el vuelo. Pero también es verdad que tengo a mi favor, que al cabo de un tiempo levantaba cabeza y miraba al frente y dejaba el pellejo delante del libro.
Supongo que lo que me movía, era que quería seguir estudiando y antes de tener que meterme en un curro físico. De todas formas yo probé lo de currar cuando tenía 16 años y se me quitaron las ganas de sopetón. Pero a lo que yo iba, era que como Padre me siento culpable de que un hijo no responda adecuadamente y más en estos tiempos que corren, con el horizonte carente de perspectivas. Debí verlo antes, debí hacer algo, debí actuar y tomar partido y debí, y debí y debí..., pero no lo hice. Sí y ya sé que a posteriori es fácil ver las cosas y hacer meas culpas y arrancanse el corazón, pero supongo que en el DNI de Padre va puesto: "tienes que detectar y antes que nada, los problemas de los hijos".
Entonces cuando te ves como ahora, o sea atrapado entre esos pensamientos sin salida, tu primer mecanismo es defensivo: y yo no tengo la culpa de lo que haga él, me digo. Después de un rato, cambian las tornas y ya empiezas a sentirte partícipe y en la tercera fase, ya te encuentras culpable de todo. Porque no estuve atento, porque no hablé antes con él y porqué pensé que el tema pasaría y ahora, me daría de hostias a mi mismo y sólo porque él estuviera mejor. Y no pides más. ¡Joder!, ¿como se puede estimular a un chaval adolescente?, ¿como puedes recuperar su confianza?, ¿como puedes hacerle entender que lo que haga hoy tendrá su gran peso en su futuro?. Todo cuenta y cuentan las notas de ahora y cuentan para hacer una Carrera determinada.
No sé, pero insisto que me siento culpable de toda ésta mierda. Quizá más adelante se arregle, quizá y que todo éste mogollón de pensamientos negativos se diluyan en un vaso de agua, pero mientras tanto noto como la angustia se apodera de mi alma y todo y todo por sentirme culpable y esa culpabilidad ya no me la quita nada ni nadie.
Supongo que lo que me movía, era que quería seguir estudiando y antes de tener que meterme en un curro físico. De todas formas yo probé lo de currar cuando tenía 16 años y se me quitaron las ganas de sopetón. Pero a lo que yo iba, era que como Padre me siento culpable de que un hijo no responda adecuadamente y más en estos tiempos que corren, con el horizonte carente de perspectivas. Debí verlo antes, debí hacer algo, debí actuar y tomar partido y debí, y debí y debí..., pero no lo hice. Sí y ya sé que a posteriori es fácil ver las cosas y hacer meas culpas y arrancanse el corazón, pero supongo que en el DNI de Padre va puesto: "tienes que detectar y antes que nada, los problemas de los hijos".
Entonces cuando te ves como ahora, o sea atrapado entre esos pensamientos sin salida, tu primer mecanismo es defensivo: y yo no tengo la culpa de lo que haga él, me digo. Después de un rato, cambian las tornas y ya empiezas a sentirte partícipe y en la tercera fase, ya te encuentras culpable de todo. Porque no estuve atento, porque no hablé antes con él y porqué pensé que el tema pasaría y ahora, me daría de hostias a mi mismo y sólo porque él estuviera mejor. Y no pides más. ¡Joder!, ¿como se puede estimular a un chaval adolescente?, ¿como puedes recuperar su confianza?, ¿como puedes hacerle entender que lo que haga hoy tendrá su gran peso en su futuro?. Todo cuenta y cuentan las notas de ahora y cuentan para hacer una Carrera determinada.
No sé, pero insisto que me siento culpable de toda ésta mierda. Quizá más adelante se arregle, quizá y que todo éste mogollón de pensamientos negativos se diluyan en un vaso de agua, pero mientras tanto noto como la angustia se apodera de mi alma y todo y todo por sentirme culpable y esa culpabilidad ya no me la quita nada ni nadie.





.jpg)






