
Por mucho que se diga yo soy de favores, vamos de que me los hagan y yo por supuesto, de hacerlos. Y ya sé que ideológicamente está mal visto y con razón, pues si vas de legal y consecuente, atente a tus propias consecuencias. Reconociendo esto, pues voy a tratar de explicarme. Bueno pues parto de como funcionan las cosas y funcionan, por desgracia, a base de enchufismo y por esa vía se han conseguido multitud de trabajos. Vamos todos los trabajos que dependen directamente de los políticos e indirectamente, pues muchos, también. Un político y según en que puesto esté, tiene la influencia necesaria sobre un empresario para que emplee a su enchufado.
Bueno pues esto yo debía denunciarlo y lo denunció y lo denunciaré siempre, una cosa no quita a la otra. Y entonces y por una vez voy a ser pragmático y en mi realidad cotidiana me encuentro en absoluta minoría, pues con mis ideas y forma de pensar, voy bastante de culo para que me enchufen a alguien, aparte que para mi curre no lo he necesitado, pues es conseguido a base de oposiciones. Bien y si viene un amigo o un familiar que necesita trabajo y yo conozco a alguien que se lo puede dar, ¿qué hago?, pues lucho como un cabrón y un jabato, para que se lo den, así de claro.

Porque una cosa es la ideología como una alegoría y otra es el jugar con las lentejas o sea con la comida. Si encima de estar en el escalón inferior de todo el tinglado y ver como pasan delante de tus narices una manada de enchufados, pues voy yo y denuncio con hechos pero sin poder demostrarlo, si pudiera ya sería otro cantar y muy distinto. Pero muchas o la mayoría de las veces, careces de datos objetivos para poder demostrarlo ante un tribunal y mientras tanto, ¿qué haces?. Pues yo si puedo y hasta donde llegue, echaré una mano a mi gente más cercana. Así de triste suena, pero hay que ir subsistiendo y como se puede y más en una sociedad injusta como esta y por tanto hay que saber aprovechar sus propias contradicciones.

Hay que ser más anguila que pez espada, aunque en otras, hay que ser tiburón o ser las tres cosas a la vez, y amoldarte y camuflarte entre las circunstancias de cada día. O sea y a lo que voy, yo NO soy tonto y por eso NO compro en Mediamark, por tanto yo tengo una sola vida y los demás también y tenemos que sobrevivir en esta sociedad de mierda y si tengo un pequeño as en la manga, yo lo utilizo como puedo y hasta donde puedo. Y aclaro, que por supuesto estoy totalmente en contra del enchufismo y soy el primero en denunciarlo, pero eso no quita que también le saque el máximo de provecho, que nunca y digo nunca será mucho, pues por algo soy una mierda pinchada a un palo y por tanto mis influencias son más bien escasas. Hoy me apetecía confesarme de éste pecado, otro día os cuento otro.