AQUELLA HERMOSA PLAYA

 

Viernes 16 de febrero. Día nublado  y dicen que amenaza lluvia y de momento cayeron cuatro gotas y gracias. Yo no sé si vosotros, tenéis la sensación de catástrofe ambiental, pero yo  si la tengo. Hoy leía en el periódico local, que para el 2.050 se iba a la mierda media Amazonía y eso iba a traer grandes cambios climáticos. En fin, que a mí me queda menos y seguro que no llego a ver semejante desastre, pero mis hijos si lo verán y cuando pienso que esa va a ser mi herencia o sea, la de dejarles un mundo hecho mierda y que además, no va a tener remedio. Nosotros ya heredamos un mundo destripado, cemento por todos los lados, carreteras por doquier, edificios y asfalto hasta las puertas de tu casa. Y esa mierda de mundo heredamos y nosotros, como pobres mortales que somos, aceptamos que todo eso era parte del progreso y cuando en realidad, era parte del fracaso colectivo en el que nos vimos sumidos.

Aceptamos como corderitos sumisos, obedientes, complacientes, ensimismados con tanta obra. Nosotros fuímos testigos del principio del caos y no dijimos nada. Cuatro amnifrestantes por aquí, otro cuatro por allá y mientras las máquinas asesinaban el medio ambiente. Yo no tuve el valor, cuando construyeron un paseo de cemento por la hermosa playa de mi infancia, de ponerle una bomba y mandar al carajo semejante bodrio. Aquella playa, ya no fue la misma, pues le habían jodido las dunas y gran parte de sus hermosos pinares. Ni yo fuí el mismo, porque algo dentro de mí se había quebrado. No quise volver a aquella playa, pero por diversas circunstancias, un día volví y por poco me muero fulminado en el acto.

En el fondo uno se queda con la playa de su infancia y se niega a ver el desastre que tiene delante de sus putas narices. Esto vale como primer mecanismo de defensa, pero una vez que has asumido que la realidad es esa, deberías actuar en consecuencia y meterle un bombazo. Si hay de lo que en mi vida me arrepiento, ésta es una de ellas. Porque si fuí tirando cocteles molotov por otras causas, ¿porque no haberlo hecho antes semejante agravio?. Porque preferí ponerme de perfil y la verdad es que ahora, ya estoy demasiado viejo para ir tirando cocteles molotov por el mundo. Ahora simplemente veo una foto de esa anteriormente hermosa playa y me entran unas ganas locas de vomitar.

















Viernes 16 de febrero. Día nublado  y dicen que amenaza lluvia y de momento cayeron cuatro gotas y gracias. Yo no sé si vosotros, tenéis la sensación de catástrofe ambiental, pero yo  si la tengo. Hoy leía en el periódico local, que para el 2.050 se iba a la mierda media Amazonía y eso iba a traer grandes cambios climáticos. En fin, que a mí me queda menos y seguro que no llego a ver semejante desastre, pero mis hijos si lo verán y cuando pienso que esa va a ser mi herencia o sea, la de dejarles un mundo hecho mierda y que además, no va a tener remedio. Nosotros ya heredamos un mundo destripado, cemento por todos los lados, carreteras por doquier, edificios y asfalto hasta las puertas de tu casa. Y esa mierda de mundo heredamos y nosotros, como pobres mortales que somos, aceptamos que todo eso era parte del progreso y cuando en realidad, era parte del fracaso colectivo en el que nos vimos sumidos.

Aceptamos como corderitos sumisos, obedientes, complacientes, ensimismados con tanta obra. Nosotros fuímos testigos del principio del caos y no dijimos nada. Cuatro amnifrestantes por aquí, otro cuatro por allá y mientras las máquinas asesinaban el medio ambiente. Yo no tuve el valor, cuando construyeron un paseo de cemento por la hermosa playa de mi infancia, de ponerle una bomba y mandar al carajo semejante bodrio. Aquella playa, ya no fue la misma, pues le habían jodido las dunas y gran parte de sus hermosos pinares. Ni yo fuí el mismo, porque algo dentro de mí se había quebrado. No quise volver a aquella playa, pero por diversas circunstancias, un día volví y por poco me muero fulminado en el acto.

En el fondo uno se queda con la playa de su infancia y se niega a ver el desastre que tiene delante de sus putas narices. Esto vale como primer mecanismo de defensa, pero una vez que has asumido que la realidad es esa, deberías actuar en consecuencia y meterle un bombazo. Si hay de lo que en mi vida me arrepiento, ésta es una de ellas. Porque si fuí tirando cocteles molotov por otras causas, ¿porque no haberlo hecho antes semejante agravio?. Porque preferí ponerme de perfil y la verdad es que ahora, ya estoy demasiado viejo para ir tirando cocteles molotov por el mundo. Ahora simplemente veo una foto de esa anteriormente hermosa playa y me entran unas ganas locas de vomitar.

Leonard Cohen


"Los niños muestran sus cicatrices como medallas. Los amantes las usan como secretos que revelar. Una cicatriz es lo que sucede cuando la palabra se hace carne".

Todas las reacciones

















¿MORIR DE AMOR?


Y si yo muriera de amor, ¿qué me pasaría?. Que mis malvas serían distintas, que mis malvas se convertirían en preciosas y olorosas rosas y que la tierra que quedaría encima de mí, sería un bonito jardín exótico y en donde anidarían las golondrinas y las asquerosas gaviotas (que tantas veces me han tocado las pelotas) y para que se fueran comiendo los gusanos que vaya supurando. Y si me diera un ictus de amor y me quedara medio paralizado de amor y una pierna para un sitio y la otra pierna para el otro y bueno, necesitaría una profunda rehabilitación integral, pero yo creo que necesitaría más una profunda rehabilitación emocional y porque dicen, que el amor es muy bueno y tiene muchas vitaminas, pero que su mono es de los peores que hay.
Primero había que enamorarse y eso no se consigue cada día, eso se consigue de vez en cuando y si suena la flauta y los astros se alinean en fila india y haciendo un tren. Porque vamos a ver una cosa, ¿qué sentido tendría el amor si fuera el pan nuestro de cada día?, pues sería como desayunar o comer todos los días o como hacer una merendilla con nocilla. Y es que todos sabemos que el hábito hace al monje y si todos los días te inundas de amor y hasta las trancas, el amor se desvirtúa y se convierte en una necesidad perentoria y tal y como hacemos, cuando vamos a cagar o a mear. Desde luego joderíamos la mística del amor o por lo menos su aureola mágica quedaría bastante tocada.
Hay que creer en lo místico o en lo mágico y porque eso es lo que realmente nos mantiene en pie y con los sentidos abiertos y agudizados. Pero también hay que decir, que sino se cree tampoco pasa nada, seguirás viviendo en plan corcho, pero seguirás vivito y coleando. Y nuestro disco duro carece de por sí, de ese espacio, hablo del espacio que hay que dejar para el amor y si quieres currarte ese espacio, tendrás que ir tirando prejuicios, juicios e ideas y porque vendrá un nuevo orden desordenado, vendrán las fijaciones amorosas, vendrán los grandes sentimientos, vendrán los temporales neuronales y vendrán las inmensas descargas en forma de truenos y rayos. Y morir de amor, es una opción, es una opción más y si piensas que sobre ti puede nacer todo un lindo jardín exótico, la idea de morir de amor no se hace tan difícil y además, porque de algo hay que morir.
























LA PUNTA DE UN ICEBERG

 Ahora todo es más difícil los reflejos van pidiendo un descanso los tendones se relajan y contraen menos y peor que antes la vista pide aux...