Si en ésta vida uno piensa que no aporta nada, que estás de pasada, que eres un cero a la izquierda, en fin, que eres transitorio y que simplemente naces y después te mueres, pues creo que no tendrás muchos estímulos vitales, que serás una mierda pinchada a un palo o que serás uno más dentro del rebaño. Porque lo importante no es el nacer y después, el morir, lo importante es el viaje que haces por la vida, porque nacer y morir los tienes siempre asegurados y en cambio el vivir, depende mucho de ti. ¡Coño!, menudo mensaje más vitalista...pero es que es verdad: o vives o vegetas. Y vivir, es pensar, es observar, es querer, es amar, es soñar, es sentir, es un conjunto de actitudes y sensaciones que de por sí merecen la pena.
Yo lo digo ahora, que estoy en la puta cima y por eso me resulta tan fácil decirlo, pero esto ya lo sabía de antes, sólo que no era capaz de aplicarlo, me quedaba en las intenciones, en las ganas, en las formas o maneras...pero de repente mi vida sintió un crujido...y de repente, amanecí con estos pensamientos. Digamos que empecé a ver la vida como parte mía, como algo en lo que podía participar, opinar y entender y si no me gustaba lo que veía, pues protestaba y sino conseguía nada, cambiaba de objetivo, ¡que mira que no hay objetivos en ésta vida!, hay para dar y tomar y todos son igualmente válidos.
Lo que quiero decir, es que hay que tener objetivos, pero que al mismo tiempo hay que ser muy flexibles y siempre detrás de un plan A tiene que haber un plan B y si me apuráis, hasta un plan C, porque nunca se puede saber el como va acabar la cosa. Ahora lo veo así y creo que así lo veo, porque me encuentro bien en ésta vida y a pesar de toda la mierda que nos echan, porque pienso que al final y a pesar de todo, hay que ser agradecido...agradecido con la vida y no, con los que llevan las riendas de éste mundo, porque ese sí que es otro tema, el fin que persiguen los que nos gobiernan.
Yo lo digo ahora, que estoy en la puta cima y por eso me resulta tan fácil decirlo, pero esto ya lo sabía de antes, sólo que no era capaz de aplicarlo, me quedaba en las intenciones, en las ganas, en las formas o maneras...pero de repente mi vida sintió un crujido...y de repente, amanecí con estos pensamientos. Digamos que empecé a ver la vida como parte mía, como algo en lo que podía participar, opinar y entender y si no me gustaba lo que veía, pues protestaba y sino conseguía nada, cambiaba de objetivo, ¡que mira que no hay objetivos en ésta vida!, hay para dar y tomar y todos son igualmente válidos.
Lo que quiero decir, es que hay que tener objetivos, pero que al mismo tiempo hay que ser muy flexibles y siempre detrás de un plan A tiene que haber un plan B y si me apuráis, hasta un plan C, porque nunca se puede saber el como va acabar la cosa. Ahora lo veo así y creo que así lo veo, porque me encuentro bien en ésta vida y a pesar de toda la mierda que nos echan, porque pienso que al final y a pesar de todo, hay que ser agradecido...agradecido con la vida y no, con los que llevan las riendas de éste mundo, porque ese sí que es otro tema, el fin que persiguen los que nos gobiernan.