UN ILUMINATTI DEL SIGLO XXI

En estos tiempos que corren hay algunos que huyen como conejos y porque mantener en pie tus ideales resulta extremadamente difícil y el purista se encierra en su puta concha antropológica y el alocado izquierdista, como es mi caso, entra en un estado confusional y en el que yo no entré, pero si que he visto que entran otros. Bueno y a decir verdad, son tiempos confusos y por lo tanto, son tiempos de mucha dificultad. Los iluminados somos un bien bastante escaso y somos como una especie en estado de extinción. Quedamos muy pocos y además, nos importa una mierda los votos y el conseguir cuotas de Gobierno.

No somos trepas, sólo somos bichos raros. Criticamos todo lo que vemos y aportamos muchas cosas, claro que visto desde la normalidad del ciudadano, nos consideran que meamos fuera del tiesto y eso que meamos con todas las ganas y que ponemos toda nuestra puntería en el tema. Algunos nos tachan de utópicos y no dejan de tener la razón, somos la utopía en estado puro e impuro y además, el hecho de que seamos unos utópicos no nos quita la razón en lo que decimos. Por tanto, nunca nos molestará no ganar con nuestro programa unas elecciones y por dos cosas, una porque no nos presentamos y otra, porque no nos ponemos de acuerdo en cual es nuestro programa.

En ese aspecto, somos putos individualistas, pero hay que ponerse en el lugar de uno y si siempre hemos luchado en solitario, el resultado final, es que te haces solitario e individualista. Nos aislamos, pero también nos aislan, pero bueno y todo hay que decirlo, yo me siento cómodo en ese papel: nadie me molesta, me tienen respeto y miedo, me saludan pero con distancia, me hablan pero también me escuchan y muchos me odian, pero no me lo dicen. Soy un Iluminatti del siglo XXI y a mucha honra.

NO ME EXPLICO COMO TOCA

No sé, debe de ser que no me explico como toca y cuando ejerzo el sano ejercicio de la crítica, siempre me sale alguno que se mosquea conmigo. ¡Hombre! directo y claro soy, quizá sea excesivamente directo y eso no a todo el mundo le gusta. Lo que yo veo claro lo intento decir aún más claro y puede que suene a ataque o a ofensiva o puede que no y simplemente pasa que por el mundo hay gente a los que no les gusta que le espeten a la cara lo que no entra en sus razonamientos. Pues lo siento, porque yo no tengo otra manera de expresar las cosas y además yo no soy un político, es decir no soy capaz de decir las cosas disfrazadas y mi lema es: al pan, pan y al vino, vino.

Esa forma de disparar tan mía me ha traído bastantes problemas en la vida, pero como diría el otro, todo tiene sus efectos secundarios. Y es que además, ya es tarde para cambiar, ya tengo casi 60 años y a éstas alturas de la vida no me voy a convertir al Budismo, como mucho me puedo aproximar un poquito, pero sin pasarse. Vamos, lo que yo quiero decir que esa forma de expresarse va dentro del paquete, que así soy yo y el que me quiera, que me lo diga y el que me odie, que se calle y porque no me apetecen tener más malos rollos.

Y en éste caso concreto, yo dí una opinión política, pero enseguida me contesto un payaso de mierda llamándome Fascista. Y por ahí no paso y claro le tuve que soltar un surtidito: que si payaso, que si descerebrado, que si lo veía un día le partiría el careto...y demás improperios que me salen cuando estoy calentito. No puedo con éste tipo de niñatos que se consideran la hostia bendita y en cuanto les dices algo que no vaya del todo con su rollo, te llaman corrupto o te dicen que perteneces a la casta. Pues tío, no me meo en tu boca porque no está a tiro, pero ya me entiendes, lo haría con sumo gusto.

FILOSOFÍA JIPI

Pues ya estamos situados en el tiempo y en el espacio: hoy es Lunes y día 28 de Septiembre y para que no falte detalle, son exactamente las 17,34. Lo que indica que por la mañana no hice el acto de escribir, pero bueno y sí sirve de consuelo, hice otras cosas que tenía que hacer. He comprobado que cuando tengo la sensación del deber cumplido, escribo mucho mejor. No sé, me siento más cómodo y más libre y noto como mi coco respira mejor, en definitiva, me encuentro más suelto y más jipi. Y aunque no crea en esa filosofía jipi, que dice que todos somos buenos y que la bondad está dentro de nosotros, de alguna manera la comparto, porque a veces y sin fumar canutos ni tener ladillas y piojos, llego a conclusiones parecidas.

Sí, porque el rollo jipi tiene mucho de utópico y ahí y en ese terreno coincidimos. No en el rollo patatero de la Paz y demás gaitas, porque mi concepto de Paz es otro y es que la única Paz que conozco es la que hay después de  la Guerra, pero admito que puede haber otro tipo de paces. Últimamente estoy aprendiendo tanto y tanto, que a veces no me reconozco. Yo antes, hace unos años, era tirando al negativismo y todo lo veía tirando al negro y ahora y no sé el porqué, a veces me sorprendo a mi mismo y me doy baños de positivismo.

Claro que por muy positivo que me sienta, nunca dejaré de ser ácido y a veces, agrio. Porque he comprobado que está escrito en mis genes el ser ácido. Me gusta y de toda la vida, la ironía corrosiva y además, es un ramalazo que no soy capaz de frenar. Yo creo que es por una razón muy clara: el positismo me aburre, me aburre el ser siempre positivo, me aburre y además me hace daño, que me den una hostia y que tenga que poner la otra mejilla, me jode estar todo el día sonriendo y repartiendo bondades, me desquicia la gente que nunca se mosquea y porque no creo en ella y ante tanta bondad santa, yo pongo como escudo, mi ironía ácida y corrosiva.

LUNES O DOMINGO

Pues aquí estamos en otro Lunes de gloria, en otro Lunes de los miles de Lunes que han transcurrido en mi azorosa vida. Por tanto, estamos en un Lunes más o en Lunes menos, según se vea y según se viva. Por mi parte y dada la edad que tengo, en la que me aproximo a los 60 tacos, ya empiezo a descontar Lunes y por tanto hablo de un día menos. No sé que cupo tengo concedido de Lunes o de Martes o de Viernes, pero si antes veía que los días de vida eran incontables, ahora empiezo a ver que están limitados. La cuenta atrás  y con el misterio de no saber donde acaba.

Y yo escribí esto ayer y pensando que ayer era Lunes lunero y no Domingo como realmente era. La empanada mental crece por días y tendré que empezar a pensar que estoy en el preámbulo del Alzheimer. Pues entonces hoy es Lunes de verdad y si me fijara un poco lo que circula alrededor y como circula, me daría de bruces con la realidad, hoy es Lunes y se nota. Se nota en las caras de empanada, en los gestos medio dormidos, en los rostros de oscura resaca, en las quejas y protestas, en las conversaciones tediosas y aburridas, en las legañas que cuelgan como telarañas.

La verdad es que a mi el orden de los días de la semana me importan un carajo o dos y un Lunes, un Viernes y un Domingo no los distingo. Yo ya no sé como decirlo, ¡no tengo fines de semana! y por tanto esa división entre días laborables y días festivos para mi no existe. Yo sólo curro y después de currar libro unos días, que antes eran 5 días y ahora por las necesidades de la vida y eso se llama tener necesidad de pasta, sólo libro 2 y de vez en cuando, 3 días. A mi mientras tenga tiempo para escribir, no me quejo, aunque si me jubilaran prematuramente tampoco diría nada, es más hasta aplaudiría y apoyaría la moción.

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...